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Mangkorn llega a su casa Yai mira por la ventana el atardecer se refleja en su rostro de manera celestial.

—Yai— Mangkorn se acerca con la cajita de regalo.

Yai no voltea sigue pensando en el bebé que tenía Arjo.

—Yai— La voz de Mangkorn hace eco en el Omega y este por fin lo mira

Yai observa la pequeña cajita.

Mangkorn se acerca sin decir más, le entrega la cajita y Yai la abre.

Dentro hay un pequeño osito fabricado con la mantita en la que estaba envuelto el bebé antes de que se lo llevarán.

Yai toma el osito, este tiene un botón y al presionarlo el sonido del corazón del primer eco sonaba.

Yai se aferró al pequeño osito, su corazón se sentía algo aliviado, Mangkorn lo envolvió en sus brazos y lo beso.

Yai se abrazo con fuerza de Mangkorn mientras el osito estaba en medio de los dos protegido.

Mangkorn besa a Yai y ambos se recuestan en el sofá, llevaban mucho sin tener sexo.

Yai se acomodo de forma cómoda mientras colocaba al osito en la mesita frente a ellos.

Mangkorn y el continuaron besandose hasta que sus manos comenzaron a explorar al otro temblorosamente.

—Yai— Mangkorn pronuncia el nombre del omega con necesidad y calidez.

—Mangkorn— Yai muerde el labio del dragón mientras esté lo sujeta de la cintura suspirando de placer.

Yai siente el aliento caliente de su contrario, mientras poco a poco sus prendas desaparecen.

—Prometo ser gentil— Mangkorn deja pasar uno de sus dedos por la pequeña zona.

Yai no dice nada solo se aferra al cuerpo de Mangkorn mientras trata de relajar su cuerpo que se a puesto algo tenso.

Mangkorn deja pasar otro dedo mientras Yai deja escapar un gemido, que es sofocado por los labios ajenos.

Ambos están en un momento tan íntimo, era algo que ambos necesitaban.

Mangkorn recuesta con cuidado a Yai mientras alcanza sus propios pantalones para sacar un condón.

Yai observa el pequeño paquete y coloca sus manos en las de Mangkorn.

—Hazlo sin condón— Yai se sonroja un poco.

—Ya habrá tiempo para eso— Mangkorn dice mientras abre el paquetito y se coloca con cuidado el condón.

Yai está por pelear por su petición pero todo se va a la nebulosa cuando el miembro duro y caliente entra con cuidado en su zona.

—Mmh"!— Yai aprieta los labios y sus manos en el sofá.

Mangkorn sonríe satisfecho mientras deja salir un jadeo de satisfacción.

—Mas... profundo— Yai habla con dificultad.

Mangkorn hace caso y se insatta un poco más.

Yai siente el miembro en su estómago, le están sucediendo tantas cosas.

—Yai quiero hacerlo más rudo— Mangkorn acerca su rostro al de Yai mientras lo besa en la mejilla, sus cuerpos siguen unidos.

—Hazlo Mangkorn— Yai le bese mientras coloca sus manos en el cabello de Mangkorn.

Mangkorn sujeta con fuerza ambas piernas mientras se inclina con todo su peso moviendo sus caderas rítmicamente.

—Ah ah"!— sus gemidos inundan la casa.

—Mierda"!— Mangkorn sujeta el cuello de Yai con fuerza mientras se incorpora un poco para poder ver aquel hermoso cuerpo siendo embestido por él.

Yai siente que se queda satisfactoriamente sin aire, hace tiempo que no se sentía tan cachondo como ahora.

—Ah ah— Mangkorn jadea cada vez más intenso al tiempo que aprieta más la piel blanca con su mano mientras la otra sujeta con fuerza la pequeña cinturita.

Yai llega a un tremendo orgasmo que salpica todo su abdomen.

Mangkorn también llega al orgasmo mientras hace su cabeza hacia atrás disfrutando bastante de las sensaciones calientes.

Labios sabor Cereza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora