Capítulo VI

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Siguieron sin decirse ni una palabra en el resto del camino, para ese entonces, ya la lluvia empezó a ceder y el sol se estaba asomando lentamente. Llegaron a la universidad a tiempo, quizás no de manera puntual, pero sí con el tiempo justo.

Se dirigieron hacia el edificio del consejo, donde estaban todos los miembros esperándolos en la sala principal mirándolos extrañados.

— ¿Dónde estaban? Los estábamos esperando, ustedes no tardan nunca —preguntó Nieves, mirando el reloj—. Miren la hora que es.

— Surgió un pequeño inconveniente con mi coche, no te preocupes —dijo Randall, completamente calmado para no llamar la atención.

— Lo importante es que ahora estamos todos y podemos por fin empezar la reunión —dijo Nathalie nerviosa—. ¿Vamos?

Ninguno sospechó del comportamiento de sus compañeros, ni siquiera lo cuestionaron, pero por alguna razón yo sí noté un ambiente un poco extraño cuando llegaron tarde y respondieron la razón. Si Randall tuvo problemas con el coche y Nathalie estaba con él, ¿dónde estaban? ¿Qué hacían? ¿Por qué tanto misterio?

Nos invitaron a pasar a Verónica y a mí, era el momento en el que nos decían si nos aceptan como miembros o no. Todos tomaron asiento, ellos nos miraban completamente serios, pero era un ambiente un poco distinto al de la otra ocasión; esta vez, sí se sentía el miedo en nosotros y ellos podían fácilmente jugar con eso.

Dieron apertura a la reunión, había varios papeles apilados, entre ellos, los informes que hicimos para reportar que ya terminamos con nuestras tareas; en mi caso, lo hice satisfactoriamente, pero Verónica dudó; lo hizo a medias. Ojearon los informes, mirándose unos a otros, a veces llegaban a susurrar y poner expresiones que en caso de nosotros conocerlos, ya sabríamos qué quieren decir con eso.

— Empezaremos contigo... — dijo Randall, ojeando mi informe. Sin emitir ninguna expresión, lo leyó de nuevo, asintiendo con la cabeza — He de decir que no está mal tu informe, se ve bastante completo... Sin embargo, para el final de la reunión, ya estaría tu resultado final. Además, tengo que debatir con los demás acerca de tus labores, primero tengo que escuchar a tu tutor.

Tragué en seco. Si bien, mis labores estaban bien, ese "sin embargo" me quitó un poco las esperanzas, además de no saber qué dirá Ryler acerca de mis labores; si las cumplí bien o no. Ryler se levantó de su asiento, sosteniendo sus anotaciones.

— A decir verdad, desde el principio creí que ibas a hacerlo mal incluso si la tarea era simple como verificar el estado de los preparativos para el festival, pero quitando el accidente de la cocina, tus labores fueron satisfactorias.

Las palabras de Ryler, creo, que en sí fueron más alentadoras de lo que podría pensar de un miembro del consejo. Cuando están todos sentados en aquella mesa semicircular, como si fueran un jurado, cambiaban y parecían personas completamente distintas a cómo son en realidad.

Pasaron mi informe entre ellos para firmarlo, como aún no terminó la reunión, no tenía forma de averiguar su resultado. Una vez que ya lo pasaron por todos, lo dejaron apartado en la esquina.

— Ahora, pasaremos con el informe de Verónica — dijo Nieves, agarrando el informe— Lo hemos leído y está bastante incompleto en realidad, ¿hubo algún inconveniente? Primero quiero escuchar a tu tutora.

— Yo no tengo poder de opinión en esto —dijo Nathalie, evitando opinar—. No puedo opinar porque no estuve encima de ella para asegurarme de sus labores, porque si está aquí, es porque las pasó satisfactoriamente; si le di pruebas muy vagas de lo que debía hacer y encontró a Juan, es porque ella en lugar de perder el tiempo, decidió resolverlo, ya sea consultando a alguien o no. Más allá de eso... no sé qué más hizo.

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