Capítulo X

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Luego de desmontar todo el festival, y de limpiar lo que ensuciamos, decidimos irnos temprano a nuestras habitaciones. Yo, por mi parte, me metí por un buen rato bajo el agua caliente de la ducha, pensando en las revelaciones que tuve durante todo este día; primero, ¿entonces los miembros del consejo actúan de esta forma debido a que tienen una imagen pública que mantener y si hago algo grave, me pueden dar la espalda? Y  segundo, ¿quién sería esa niña que tiene a la decana como un peón de su juego? 

Por lo menos, según lo que me dio a escuchar Boni esta tarde, la decana y aquella niña, saben del incendio, y esto confirma que esa mujer no es de fiar, sino, parece ser un títere y la verdadera persona detrás de esto, es un misterio.

Tras pensarlo y darle vueltas a esta inquietud, salí de la ducha y me fui a acostar, esperando dormirme al instante. Mientras mi compañero, Ryler, estaba profundamente dormido, yo no pude pegar el ojo; di vueltas en la cama, miré al techo, a la ventana. Las horas se pasaron volando, y cuando vi el reloj, ya eran las 3 de la mañana, así que solo iba a alcanzar a dormir unas tres horas; era algo malo, ya que tenía clase a las 8 de la mañana y según mis compañeros, esta clase era importante.

Decidí darme media vuelta, darle la espalda a la ventana, ocultar mi cabeza bajo la almohada, para así, finalmente, dormirme aunque sea por un rato. Sonó la alarma, y cansado, la apagué, y para cuando me levanté, ya estaba Ryler preparando su mochila para así salir. 

― Hasta que por fin te levantas ― dijo él, riéndose mientras ponía sus cuadernos dentro de su mochila y la cerraba ― ¿No tenías una clase ahora a las 8?

Alterado, me levanté y comencé a vestirme para salir rápido.

― Aún te queda tiempo, son las 7 ― me dijo, esta vez sin voltearme ― Deberías guardar energías para hoy, porque además de tu clase, te espera un día largo.

― ¿A qué te refieres?

― ¿Lo olvidaste? Hay reunión en el consejo, pero es al mediodía, cuando todos terminamos las clases a la mañana.

Suspiré fastidiado. Me olvidé de la reunión que había al mediodía.

Terminé de prepararme y salí. Aún no había amanecido del todo, y hacía bastante frío en el campus, y para entrar en calor, fui a la cafetería, para así pedir un café para llevar, y un alfajor, aunque sea, probar uno. Cuando me dieron mi pedido, me senté en uno de los bancos del campus, y me quedé viendo a la gente que pasaba y los que entraban a los edificios en donde se dictan las clases.

Agarré el teléfono y me puse a revisar las redes sociales mientras tomé un sorbo de mi café, así me ponía al día y respondía mensajes, y como no había nada interesante, me puse a revisar mis apuntes, para consultarle a la profesora los temas que se verán, ya que estoy bastante atrasado; estuve faltando a las clases, pero como tengo justificativo por ser del consejo, son más flexibles con las faltas y no me molestan con eso.

Me levanté del banco y fui al edificio en donde se dictaba mi clase, tenía que ir rápido ya que al ser varias personas cursando en primer año, los asientos se llenaban rápido, y para asegurar mi lugar y tener que ahorrarme el ir a buscar banco, debía apurarme.

Una vez dentro del salón, saludo a mis compañeros y me quedé charlando con ellos, considerando que faltaban unos diez minutos para que llegara la profesora. No hubo mucho por decir en la charla, solo me dijeron su opinión sobre el festival y que no podían esperar al siguiente, aunque, yo todavía desconocía cuál sería.

Cuando entró la profesora, todos nos callamos, y ella comenzó la clase, directo al grano, hablando de lo más importante.

― Considerando que ya son unos cuantos días de clases, y por tanto, varios textos leídos, creo que es un buen momento de poner una tarea importante.

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