Capítulo 5, Versículo 62

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Maurice dormía en su cama, aterrado, con los ojos llorosos, temblando de terror puro, sabía que ella podía sobrepasar límites y violarlo en cualquier momento. Tocan a su puerta, el muchacho mira quien era, sorpresivamente se topó con Joemax, pero Maurice no quería caer en algún truco de disfraz, así que pregunta quién es, teniendo el siguiente dialogo.

Joemax: Muy bien Maurice, ya me viste a los ojos, viste detrás de la puerta, hiciste mil vueltas y escuche una escopeta siendo recargada, ¿Qué carajos te pasa?

Maurice: Di tu nombre completo, aún no me fio de ti.

Joemax: Joel ''Joemax'' Bruce Herston, listo, déjame pasar ahora mismo.

La puerta de Maurice es abierta, mientras este guardaba su escopeta, se quitaba unos puños americanos, se sacaba un molde de dientes metálicos de la boca y guardaba un cuchillo debajo de su pie-

Joemax: Bien, tengo una misión para ti, necesito que vayas a Detroit para una misión bastante peligrosa-

Maurice: ¿Por qué yo?-

Joemax: Porque tienes más probabilidades de morir, porque no te necesitamos mucho y porque si vuelves a hablar te mandare a Cocalombia a matar a algún drogadicto de gran fuerza.

Maurice: Ok, iré, ¿Qué tengo que hacer?

Joemax: Acabar con un mafioso de gran potencial, quien tiene armas de calibre .50, y que probablemente mate a nuestro cliente. Si fallas, no importa, iré yo a terminar el trabajo y a cobrar la recompensa.

Maurice: Ok, ¿Y el transporte es?

-Unos cuantos minutos después-

Maurice fue tirado de un avión, con apenas un paracaídas barato sosteniéndolo, llegando al tejado de un edificio de tres pisos, viendo que apenas toco suelo se escucharon disparos, empezando a correr con todas sus fuerzas, esquivando disparos y cuchillos siendo lanzados hacía él. Mientras corría, miraba una tableta con la localización de aquel mafioso, como también disparaba con su escopeta a cualquiera que le disparase, esquivando varios tiros, recibiendo algunos en partes del cuerpo que tarde o temprano iban a regenerarse. Maurice llega al edificio al que tenía que ir, lleno de balas, sangre, armas medianas, y con ganas de matar, disparando a todos los que estaban ahí, subiéndose al techo, y disparando desde ahí, haciendo varias maniobras para esquivar todas las armas de ahí.

Maurice baja, teniendo dos AK-47 en sus manos, y disparando a todo cristo, y topándose con el mafioso, teniendo la oportunidad de hacerlo queso europeo en aquel momento. El antes pervertido se sienta para descansar, mientras seguía apuntando a las escaleras de aquel lugar, esperando a cualquier tipo que intentase entrar al lugar para matarlo. Para su sorpresa, eran pasos leves, viendo quien bajaba era Elizabeth-

Maurice: Largate.

Elizabeth: ¿Qué? Apenas llegue a la fiesta.

Maurice: ¿Te piensas que me dejare violar tan fácilmente?

Maurice se levanta rápidamente, apuntando a Elizabeth y amenazándola con jalar el gatillo, teniendo la oportunidad de darle un culatazo, aturdirla, y escapar de ella, corriendo lo más que podía, y esquivando las balas que iban en su camino. Su escape estaba perfecto, hasta que en frente suyo aparece la tipa, metiéndole un puñetazo en la cara, tirándolo al suelo, montándose en él y sacando un aparato de su bolsillo, con el cual se transportan de nuevo hacía el lugar del que quería escapar Maurice-

Elizabeth: Sabes, este pequeño aparatillo del mercado negro sí que me sirvió para encontrarte, es un teleport. No intentes nada, siempre te encontrare por medio de esto.

La chica saca las cuchillas de aquel día y apuñala al ex pervertido, procediendo al mismo acto de siempre. Estando desnudos en el suelo, uno teniendo heridas por todo su cuerpo y el otro un simple morete, ambos cansados y de alta temperatura-

Elizabeth: ¿Tanto te duele? Solo son unos cuchillos y un mordisco, nada más-

Maurice: Me violaste, eso es lo que pasa, soy humano, no un juguete.

Elizabeth: Sí, lo eres, pero tu opinión y buen trato no cuentan, si todos te odian, entonces yo también debería hacerlo, pero mírame, aquí disfrutando de tu cuerpo, y lo malagradeses. Si te odiase, te hubiese matado desde ya-

Maurice: Entonces hazlo, porque me hartaste, ya hiciste que perdiese la cuenta de cuantas veces me dejaste el pene torcido, el hombro sangrando, mis manos con huecos, y mucho más, estoy harto de ti-

Elizabeth: No debiste mirarme con esos ojos cuando nos conocimos, esta es tu lección-

Maurice: Tomahook era más piadoso que tú, me pasaba de pervertido y me arrancaba la pierna, no se pasaba viéndome como un juguete sexual, no me veía tanto como un estorbo, y al menos tenía la voluntad de darme el derecho a poder seguir viviendo.

Elizabeth: Derecho que ya me disté la idea de quitártelo.

Maurice: Espera, ¿Qué? -

Un cuchillo atraviesa la cabeza de Maurice, matándolo en aquel momento, y dejando a Elizabeth respirando de manera compulsiva, para luego vestirse y dejar el cadáver del pervertido ahí.

Cap 3. The AtheistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora