Capítulo 6, Versículo 98

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Cerca del final del millón de años, los protagonistas estaban en una misión, combatiendo a varios soldados de gran fuerza. Hank estaba peleando con varios a la vez, esquivando y disparando, sin importarle su entorno, hasta que uno de los enemigos toma un arma de gran potencia, y dispara Hank, mandándolo lejos, y haciéndolo caer en unas vías del tren-

-¡DESCUIDEN! ¡ESTARÉ BIEN!- Gritó Hank a la distancia.

-¡HANK, CUIDADO!- Gritó Mayuri a Hank, quien seguía ignorando su ambiente, hasta que un tren se lo termina atropellando.

-¡NO!- Gritaron los protagonistas ante esto, para luego acabar con los enemigos e ir con su compañero.

El raro estaba hecho papilla, a tal grado que casi queda irreconocible. Levantaron su cuerpo y fueron a la base a intentar ayudarlo, mientras este intentaba regenerarse inconscientemente. Hank despierta en una cabaña, con vendas cubriendo su torso y con algunos curitas en algunos puntos específicos de su cuerpo. El protagonista se levanta, regenerado, yendo afuera de la habitación en la cual estaba, siendo recibido con alegría por una mujer de pelo rubio y de gran busto-

-Hank-san, ¡Estás despierto!- Dijo la mujer.

-¿Quién cojones eres y por qué estoy aquí?- Dijo el protagonista.

-Hank-san, ¿Acaso no me reconoces? Soy Caqua.- Dijo la rubia.

-¡Por el amor a la ciencia! ¿Qué mierda es esto?- Dijo Hank~

|Intro comenzando|

~ああ、大きなファンタジーの世界-

-¿Qué mierda? ¿¡UNA PUTA SERIE ISEKAI!? ¡MATHEW, SACAME DE AQUÍ!- Gritó Hank.

-Hank-san, ¿Qué es lo que te pasa?- Dijo Caqua.

El protagonista sale de la cabaña, escapando de aquel lugar, pero resbalándose (Por alguna razón) con pasto, cayendo colina abajo y golpeándose todo el cuerpo en el proceso. Hank se levanta, hasta que un disparo de gelatina lo atrapa-

-¡MALDITA SEA! ¡¿QUÉ COJONES ESTÁ PASANDO?!- Gritó Hank.

-Hank-san, ¿Qué te está pasando?- Dijo una mujer peli rosa, de gran tamaño y de busto grande.

-Sí, Hank-san, ¿Necesita algo?- Dijo una mujer castaña, la cual portaba un parche en el ojo izquierdo, y era la más pequeña de las demás.

-¡DEJENME IR! ¡PEDAZOS DE MIERDA!- Gritaba Hank.

Las demás mujeres intentaron calmar al protagonista, pero este rápidamente explota la gelatina con simplemente un alzamiento de brazos, para luego seguir escapando. Hank llega a un pueblo, en el cual le abucheaban por su apenas calzoncillo portado por su escapada. El raro otra vez tropezó en medio del camino, levantándose desesperadamente hasta que otra gelatina lo atrapa, las tres mujeres estaban de nuevo con él, para luego llevarlo a aquella cabaña, donde lo amarraron a la cama e intentaron calmarlo-

-¡SUELTENME!- Gritó Hank.

-Hank-san, haz sido muy malo y grosero hoy, ¿Te pasa algo?- Dijo la peli rosa.

-Hank-san, te ayudaremos en lo que sea, solo díganos que le pasa.- Dijo Caqua.

-¡DEJEN DE DECIRME ''HANK-SAN''!- Gritaba Hank.

Los cuatro estuvieron ahí por un buen rato, hasta que Hank, harto de esto, explota la gelatina que lo tenía cautivo en la cama, alejando a las demás, tomando sus ropajes (Los cuales estaban en una mesa de dormir), su bolso ronko-tongo y una bomba de gelatina, lanzando esta última a las otras tres y atrapándolas en ese ataque que lo mantenía cautivo. Hank sale de aquella cabaña, desesperado por intentar escapar de aquel lugar, esta vez corriendo más fuerte que la anterior, debido a que estaba recuperado de su cuerpo.

Cap 3. The AtheistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora