Capítulo 26

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Sara

No sabía qué hacer con mi vida. Me había pasado el fin de semana en la cama, haciendo poco más que mirar al techo, mientras pensaba en la estupidez que había cometido. No debería haberme juntado con Sergio y sus amigos, no debería haber accedido a quedar con ellos y mucho menos a besarlo, aun habiendo sido un reto. Sin embargo, lo hecho, hecho estaba, y no podía dar marcha atrás por mucho que quisiera.

El lunes a primera hora llegué al laboratorio sin muchas ganas de dar clase, aunque recordé que tendría a Dani al lado y me animé un poco. Cuando entré, no estaba allí aún, así que dejé mis cosas y esperé a que apareciese. Mientras tanto, saqué el móvil y revisé Instagram, pero vi por el rabillo del ojo que Sergio se acercaba a mi sitio, a lo que tragué saliva. Lo último que quería en aquellos momentos era hablar con él.

- ¿Qué pasa, guapa? - fue lo primero que dijo.

- Aquí estoy - contesté, forzando una sonrisa.

- ¿Con ganas de repetir lo del viernes? - dijo alzando las cejas.

No sabía qué contestarle. ¿Cómo le decía que no, que había sido un gran error? Por suerte, alguien tocó el hombro de Sergio, haciendo que se girara y su expresión cambiase totalmente.

- ¿Repetir el qué?

Miré sorprendida a Dani, que observaba a Sergio con una ligera sonrisa en los labios. Él sonrió también, y se encogió de hombros.

- Un caballero no cuenta esas cosas. Que te lo diga ella - contestó, quedándose tan pancho, y se marchó. Dani me miró y yo la saludé con la mano.

- ¿Qué tal el finde? - dije, intentando cambiar de tema - ¿Fue bien eso que me dijiste que tenías el viernes?

- Sí, no estuvo mal - contestó rápidamente, y se sentó.

- ¿Qué era?

- Nada, una cosa de... una reunión.

- ¿Una reunión?

- Sí - contestó, zanjando el tema, y añadió - . ¿Y tú? ¿Qué has hecho este finde?

Tragué saliva. Ella sabía que algo había pasado, Sergio lo había dejado caer y se había dado cuenta. Aunque, como para no darse.

- Salí con el grupo de Sergio - contesté.

- Ah, con que se refería a eso cuando ha dicho que quería repetirlo.

- Supongo...

Dani asintió, sin dejar de mirarme. Sentí que tenía que continuar hablando.

- Tampoco fue para tanto. En realidad, solo quedé con ellos porque tú estabas ocupada y Olivia sigue sin hablarme.

- ¿Seguís peleadas?

- Yo no diría peleadas, porque yo no tengo ningún problema con ella - bufé - . Es ella la que no me habla.

- ¿Entonces? ¿Por qué se ha enfadado?

Dudé antes de responder. No podía decirle que el motivo era que le había ocultado a Olivia que me gustaba Dani, no podía confesárselo así. Aunque ella estaba presente cuando nos vio a punto de besarnos en la clase, seguramente sospecharía algo.

- Pensó que... la estaba reemplazando contigo - improvisé.

- ¿Conmigo? - dijo, extrañada.

- Sí, como hemos estado hablando más últimamente... No sé, pensaría algo así.

- No tiene sentido. Yo también tengo derecho a ser tu amiga.

"Amiga". Oír esa palabra no me gustó, aunque eso éramos; amigas. Nada más.

Una sola miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora