travesía 6: Mammón, el avaricioso

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En este anillo era en el cielo de un tono verde oscuro que reflejaba el principe infernal de aquí el cual era la avaricia.

En los dos primeros anillo no tenia un color representativo, también habían dragones volando por toda la zona pero estos no tenía ni piel y carne, no eran más que un solo esqueleto.

En nuestros alderederor habían muy pocos árboles, si los había pero en pequeña cantidad, parecía un tipo sabana y más a lo lejos lográramos ver grande y estruendosas montañas.

Se acerca con gran velocidad hacia nosotros.

Gire en forma de rueda para la derecha  y beelcebu hacia la izquierda.

Pero no se estrelló contra el suelo, sino logro subirse al aire.

Logre ver es su garganta algo rojo, al dar la vuelta suelta lo rojo de  la garganta.

Escupió fuego, me logro quemar la pierna, me dolía demasiado pero no podía dirigir mi atención a la piel quemada.

Volvió a dar la vuelta y aumenta la velocidad, nos vio directamente y se lanzó contra nosotros.

Beelcebu corrió hacia el, dio un gran salto y tomo al dragón por los cuernos y se  subió encima de del y lo dirigió contra el suelo.

—estas mierdas....es la primera vez que me atacan —se limpia el sudor beelcebu

—la tierra se ve muy rara con esas líneas rojas que se ven, ¿que tienen los demonios son la sangre? En todos  los anillos ahí sangre....bueno hasta donde conozco.

—claro mi amada Muerte, lo que tu digas así será, eres la voz razón y una de  nuestras deidades más importantes casi complarables con los tres jueces del infierno....no que digo, estas al mismo nivel que los sietes príncipes del infierno o hasta superior —una voz dulce y encantadora, intentaba endulzar mi oído.

Era uno de los duques de mammon, buer, el demonio de los presidentes corruptos.

Tenía una apariencia elegante y formal, con prendas de vestir, un saco negro con una camisa negra por debajo y en la espalda portaba unas grandes alas de murciélago, su tono de piel era totalmente roja y unos ojos amarillos brillantes.

—endulzar mi oído no sirve de nada....buer, su magia verbal no sirve conmigo, tengo dos preguntas que hacerte ¿que haces fuera del gran castillo de Mammón?¿donde esta valefar? Siempre estas junto a él —apunto a buer.

—sigo diciendo lo mismo eres la voz de la razón....bueno valefar se quedo con el principe Mammón y hablando de el, me mando por ustedes, llevo un gran rato esperándolos, sabíamos que vendrían.

No me daba la suficiente confianza ese demonio, es un ser corrupto que tenta al poder político, el cual nunca es bueno si eres tentado por un demonio y menos por buer, te habla con dulzura para manipular tu mente y destruirla desde dentro y dañarte.

Es un ser maligno...bueno todos los demonios son seres malignos pero los ángeles no se salvan de ser malos.

—¿como sabían que llegaríamos aquí y por qué tu vienes por nosotros? —cuestiono a buer.

Sonríe buer y muestra sus dientes filosos.

—la magia puede hacer maravillas, yo vine porque quise no hay ninguna razón oculta.

Mi mirada hacia el se volvió tan pesada como los pecados de una persona que no se arrepiente de sus actos.

—nunca dije que tuvieras malas intenciones...y mucho menos las insinue aparte que no creo que valefar se haya quedado con Mammón.

Beelcebu se ríe a carcajadas.

—¡te atrapadon desgraciado! —beelcebu salta del árbol en donde estaba, cayendo a espaldas de buer.

La Travesía De La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora