travesía 18: el bosque tenebroso

0 0 0
                                    

Una semana antes pero unas horas después de haber salido de la iglesia del Vaticano.

Nos dirigimos para España, más no sabíamos cómo podríamos llegar rápido.

No tenía idea de que podría hacer. Más caminando sabría que algo se me iba a ocurrir.

—Astorath...usa tu forma humana para no llamar demasiado la atención.

No tomo mas de una vez que le digiera para que cambiará a una forma más formal para la tierra
Entramos aún callejón oscuro sin querer nos topamos con unos asaltantes, al vernos intentaron quitarnos nuestro dinero .

Uno de ellos me apunto a la cabeza con una pistola, de la misma manera a Belcebú y Astorath.

—Belcebú, no se te ocurra hacerles daño y mucho menos matarlos....recuerda son simples humanos —aclaro al demonio

—quienes se creen malditos, enserio crees que creemos que son demonio y tú quién eres Satanás uyy que miedo —asaltante con su arma me golpeó en la cabeza he igualmente a mis amigos.

Me agarraron los tres a patadas, escupía sangre de mi boca, enserio tenía ganas de matarlos pero no podía permitirlo, eran simples humanos débiles y la creación de Dios.

Belcebú se levantó y no me hizo caso pues los asesino a sangre fría solo dejando a uno de los tres que nos intentaron asaltar.

Para ser un poco más específica los desmembró y rompió cada hueso, aún estando con vida
Estaba aterrado por lo que hizo .

—nunca te metas con uno de los principes del infierno, si van a querer dañar a otro ser vivo, primero piensa si te gustaría que te traten como la mierda -con toda su fuerza Belcebú lo patea en la cabeza para destrozarle el cuello y mandar a volar su cabeza —no resisten nada, malditos humanos —escupe al cuerpo.

Intentaba hablar con la gente para que nos digiera dónde quedaba el aeropuerto para ir a España, usaría un portal más mis emociones no se encuentran en un equilibrio.

Las personas con las que hablaba se aterraban de mi aspecto, no se que tengo de malo en mi apariencia física, tal vez sean las grandes ojeras que sigo cargando desde hace siglos.

Recibi varios golpes de las personas por la culpa de Belcebú que decía mi nombre frente a ellos, se aterraban, pensando que los iba a matar.

Aveces con sus bromas de mal gusto me irrita.

—¿Por qué quieres ir a España Muerte? Es algo raro que estés interesada en un lugar solo porque si —cuestiona Astaroth.

—enserio preguntas porque....pues es fácil, en mi tiempo aquí, recuerdo que es uno de los países dónde hay cementerios de siglos pasados, podría revisarlos para ver si puedo encontrar algo que me sirva -intentaba hacer un portal más no me sabía el conjuro, aparte que al sentir mis emociones que desbordaban explotaba por sobre cargarse con mis emociones, aunque no me mandaría a ningún lugar por no usar el conjuro —mierda !necesito ya mi maldito grimorio! —grito al aire.

—antes de irnos para España podríamos ir a Roma a comer una deliciosa comida Italiana, yo pago —dice entre carcajadas Belcebú.

—solo piensas en tragar, iremos en unos días, necesito encontrar un cementerio antiguo, siento que debe haber uno que tenga tumbas apartir del siglo Xlll para adelante —levanto la pierna la cual pongo en el borde del edificio en donde nos encontramos -losiento por lo que voy a hacer pero.....voy a asesinar quien tenga mi grimorio, será una muerte brutal y sangrienta, estoy realmente furiosa y con ganas de sangre —inclino el brazo hacia frente de mi con un ángulo de cuarenta y cinco grados.

La Travesía De La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora