Desperté en un lugar extraño, pues estaba en el fondo del mar, en la ciudad de la envidia al parecer, lo último que recuerdo es como mi cuerpo colapso y mi alma fue arrebatada por un extraño demonio que no conocía del todo.
Me senté en la cama pues aunque haya dormido un par de horas mi cuerpo se sentía igual de cansado.
Busque en mis bolsillos una cajetilla de cigarros para fumar un poco, lo prendí y lo introduci en mi boca. Me sentía relajada, amo y a la vez odio está sensación.
Antes de irme le quite una caja a belcebu.
—tengo una nueva misión que hacer...mierda, no tendré tiempo para mí misma en demasiado tiempo, quienes se creen para hacerme encargos ami aunque de una manera me puedan beneficiar....Es cansado, me causan un gran agotamiento mental, mi cordura está en peligro, más no puedo rechazar nada, en el momento no me salen las palabras para decir que no quiero hacerlo,
Ya estoy cansada —suelto el humo del cigarro.—ya dejaste de hablar.....espera ¿no habías dejado de fumar?.
Volteo aún lado para ver aún demonio que no me había dado cuenta que ahí estaba, este de llamaba Bather, si les soy sincera desconozco sus habilidades o si es capaz de usar la magia.
—deje de fumar desde que ellos, los príncipes por diversión pusieron todo tipo de tentación en mi alma.....no se lo que planeaban, si es que intentaban corromper mi alma o simplemente reírse con mi desgracia aunque debo de admitirlo, disfrute de ciertas tentaciones como lo fueron la lujuria y la gula —tomo de la cajetilla el último cigarro que tenía.
Empeze a atentar mi cuerpo, pues sentía todavía varía heridas junto con cortadas y varios moretones, las fracturas ya no las sentía tanto.
—Bather ¿Cuánto tiempo quedé inconciente? Está vez no tuve ningún sueño, me da miedo soñar —cuestiono.
—no estuviste inconciente por mucho tiempo sino si mucho una hora y media, tal vez menos tiempo, quien sabe, Leviathan me mandó hace no mucho —contesta de una manera desagradable a mi pregunta.
Eso explicaba del porque mis heridas no habían sanado del todo, estaba cómoda en la cama pues no me daban ganas de moverme más debía regresar con los chicos para partir de aquí hacia Roma, sino estoy mal para haya vamos, de paso iré aún cementerio para ver si tenían tumbas viejas y después si no encuentro nada tendré que ir a España.
—en Inglaterra podría ir también, es una ciudad muy antigua....planeaba ir a algún país de América más no es tan vieja para tener dichas tumbas mmmm bueno solo a países del antiguo continente, europa....lastima tenía ganas de ir México o algún país del sur, ahí en México veneran con gran regosigo a la deidad de la muerte —murmuro.
—no entiendo que tienen con ser venerados ustedes las deidades infernales, no son más que viles demonios que no deberían ser venerados como si fueran dioses ¡No lo son! Simplemente somos un cáncer —expresa Bather.
Solo me quedé callada, compartía hasta cierto punto su opinión.
Me levanté de la cama y salí del gran hogar de la señora Leviathan.
Aunque estuviera en estos momentos debajo del mar había una gigantesca cúpula de aire la cual evitaba al menos yo me ahogara.....no, no había ninguna cúpula sino un conjuro que hacía el agua respirable para los seres habitantes de aquí, habían demonios con características de peces nadando, eso le daba validación a mi conclusión final aunque puedo estar fácilmente equivocada.
Un gran rugido estremecía mi cuerpo, mis extremidades estaban totalmente paralizadas, en mis alrededor sentía un gran frío, sentía una gran inquietud mezclado con el miedo y el pánico el cual sentía dentro de mi ser, el miedo que tenía mi alma.
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La Travesía De La Muerte
SpiritualLa muerte, como hija de dios, se adentra en en una travesía por los distintos planos de la existencia misma para encontrar el responsable de alterar el estatus cuo de la vida al que las almas no llegan a al plano espiritual lo cual podría causar un...