Rachel nunca había sido de la clase de personas que hablan de sus sentimientos, pero cuando su corazón mostró signos de un nuevo amor, las palabras comenzaron a fluir...
¿Cómo puede dolerte un amor correspondido más de lo que uno platónico lo hace?
Estoy bastante segura de que ni yo ni nadie jamás nos habíamos preguntado eso o siquiera nos habíamos puesto a pensar en esa pregunta.
Una vez me enamoré. Era el típico chico arrogante que sabía mucho y te enamoraba con su atractivo físico y su vasto conocimiento.
Lo admito, me enamoré perdidamente de alguien que tenía su corazón en otro lado y aunque después terminó, él jamás jugó conmigo para olvidarse de su dolor. El lugar que le estaba dando a su dolor y a su duelo me hicieron entender su corazón sencillo y me llevaron a apreciarlo aún más.
Así que me quedé, me estanqué en ese amor platónico que me traía sonrisas y alegrías cada que estábamos juntos. Pero aún así, él jamás me volteó a ver a mí. Incluso cuando trató de olvidar a su antiguo romance él jamás jugó conmigo y eso fue lo que me hizo amarlo.
Y no puedo decir que fue un ligero gusto, ahora lo sé. Se convirtió en mi gran amor. Un amor por el que estuve dispuesta a abandonarlo todo, a darlo todo de mi, a regalarle incluso lo que no tenía pero que estaba dispuesta a conseguir para él.
Y un día, cuando creí que viviría de esa manera sin recibir nunca nada de él, dejé de mirarlo.
Y me dolió.
Me dolió aceptar que mi amor por él nunca sería aceptado y que él ya estaba fijando
sus ojos en alguien mejor que yo. Me dolió ver que la sonrisa altanera que me
enviaba se volvía enamoradiza cuando la veía a ella y que yo desaparecía por completo
de su mundo.
Me dolió ver que la tormenta en su mirada se calmaba al verla a ella.
Pero a pesar de haberme dolido, no lloré.
Porque sabía que ella era mejor que yo para él y que ella tenía todas las cualidades que él esperaba de alguien y que yo jamás pude llenar.
Finalmente pude olvidar la tormenta y apreciar el arcoíris qué salió después.
Y fue ahí donde lo conocí. En el momento en que mi corazón había abandonado un gran amor y había prometido no volver a entregar todo por una persona, apareció el brillante color blanco frente a mis ojos.
Sencillo, optimista y confiado, todo lo que yo no era y por completo diferente a mi.
En el momento en que cruzamos miradas no esperaba que se volviera tan importante para mi.
Porque él era el blanco que todo el arcoíris formaba al mezclarse.
Y te abrí mi corazón, te entregué lo que prometí no volver a regalar y me obligué a mi misma a prometerme no lastimar tu corazón.
Pero fallé y dejé qué mi egoísmo trajera consecuencias a los dos.
Y ahora, cada vez que te veo me duele saber que no puedo abrazarte más.
Me duele saber que por mi culpa debo olvidarme del olor de tu perfume, del calor de
tus abrazos y de la paz que tu voz me hacía sentir cuando estaba aterrada.
Ahora solo me castigo a mí misma creyendo que mi nuevo perfume desaparecerá tus recuerdos, que un poco de maquillaje borrará las lágrimas que inundan mi cama y que el frío clima apartará el calor que mi corazón siente cada vez que te veo.
Y no puedo mirarte a los ojos porque yo sé que cuando lo haga no podré ocultar todo el dolor que me causa saber que te perdí. Y sé que cuando tú veas mis lágrimas caer, te lastimaré aún más de lo que te lastima el ver cómo me alejo de ti.
Pero no puedo evitar que mis recuerdos me consuman. Ahora lo único que hay en mi mente son las promesas que ambos hicimos y que posiblemente no cumplamos nunca.
Lamento haber rechazado aquel abrazo que me ofreciste, pero prefiero recordar tus dulces abrazos todas las noches antes de dormir y esperar uno nuevo cada día, antes de despedirme por completo de ti con un abrazo que me atormentaria día y noche recordándome que no podré hacerlo más.
¿Recuerdas que me prometiste un baile, solo tú y yo? Está bien si no lo recuerdas, y lo digo porque me dijiste que no sabías bailar, así que no tengo problema en olvidarlo. Pero aún así, recuerdo cada una de las cosas que quise hacer contigo y que ahora no podré.
Quiero ese baile, no para ver que tan bueno o malo eres bailando, sino porque quería abrazarte y disfrutar de tu tranquila compañía aunque sean unos pocos minutos.
Quiero abrazarte una última vez y sentirme protegida de este dolor que no me deja descansar por las noches.
Quiero tomarte una última vez de la mano y sostener con ello todos los recuerdos que me hacen sonreír.
Quiero juntar mi frente con la tuya y mostrarte mi arrepentimiento, mi dolor y mi corazón a ti.
Quiero sentir que mañana volveré a verte y podré sonreir junto a ti.
Quiero dejar de fingir una sonrisa y entregarte por completo mis lágrimas.
Quiero mentirte y decirte que me gustas una última vez, antes de sufrir yo sola y fingir que no me estaba enamorando de ti.
Y quiero disculparme, por ser egoísta y haberte arrastrado a este amor que sólo está lastimando el corazón que me prometí proteger de mis heridas.
ESTÁS LEYENDO
One-Shots - [Teen Titans]
ФанфикOne-Shots de los pequeños héroes de la ciudad. Se aceptan pedidos aunque eso ponga en riesgo mi vida.