Feliz sábado mis amores, disfruten de la lectura, hoy fue un lindo amanecer con el contenido de la bebé Becky amo tanto a mi rayito de sol.
Estaba caminando por la calle cuando sentí la humedad a través de la venda. Mierda, sabía que necesitaría puntos. Busqué en la bolsa el móvil y marqué a Yuki.
—Yuki, me caí y me golpeé la cabeza. No dejo de sangrar, por lo que iré al hospital para me le echen un vistazo.
—DIOS MIO, ¿estás bien? Nos encontraremos allí, Mon, no te preocupes.
Antes de que pudiera decirle que no fuera, colgó. No me encontraba cerca de ningún hospital, así que traté de coger un taxi. Por supuesto, cuando necesitaba desesperadamente uno, ninguno se detuvo.
Mientras estaba de pie en la acera con la mano en la cabeza, una limusina se detuvo y bajó la ventanilla del lado del pasajero. —Señorita Armstrong, ¿estás bien? —preguntó Denny con preocupación. No podía creer que estuviera aquí en este momento.
—Denny, gracias a Dios, ¿puedes llevarme al hospital? Tuve un pequeño accidente, y necesito que vean esto.
—Por supuesto, métase en el asiento delantero y déjame echar un vistazo. Abrí la puerta y me metí en el asiento delantero. Denny retiró la mano. Sus ojos se abrieron. Abrió la guantera y sacó una pequeña toalla blanca y la dobló. —Aquí, mantenga esto en ese corte y aplique presión — dijo mientras entraba en el tráfico y me llevaba al hospital.
Llegamos al hospital, y me ayudó a salir del coche. Le di las gracias cuando vi a Yuki esperando en el vestíbulo por mí. Me acompañó a la sala de emergencia mientras se lo presenté a ella.
—Gracias, Denny, por tu ayuda. Sonrió. —No fue nada, señorita Armstrong, cuide de eso y que se mejore
—Gentilmente lo abracé cuando salía por las puertas automáticas.
Una enfermera llamada Carla me sentó en una silla de ruedas y me empujó por el pasillo a una habitación. Me ayudó a salir de la silla y entrar en la cama donde me acostó para evitar más lesiones. Yuki se sentó en la silla junto a mi cama y me maldijo por no haber ido al hospital de inmediato. Odió los hospitales, he estado en bastantes cómo para odiarlos toda la vida.
Carla era una mujer mayor, y por su aspecto, era habladora. Era divertido. Nos puso Yuki y a mí a reír con sus quejas sobre el personal de enfermería y algunos de los médicos.
No mucho tiempo después de que ella tomara mis signos vitales, el Dra. Beckett entró. Yuki estaba en medio de una frase, y cuando la vio, se quedó en silencio. Era una joven residente con el pelo corto y castaño, ojos marrones y piel bronceada.
—Hola, soy la Dra. Beckett —Sonrió mientras sostenía su mano. Yuki se levantó y le tendió la mano. —Hola, soy Yuki Bennett — Sonrió con coquetería.
Rodé los ojos, lo que dolió a causa del corte. —Entonces, Mon, dime cómo pasó —dijo mientras examinaba la herida.
—No estoy segura, me bañé y me vestí. Comencé a sentir un poco de vértigo mientras caminaba por el pasillo y creo que me desmayé. Debí haberme golpeado la cabeza contra la esquina de la pared o la moldura.
—¿Es normal que te marees de repente? La miré, directamente a sus ojos y dije: —No.
—De acuerdo, iré a buscar mi kit de sutura, pondré unas cuantas puntadas y te irás de aquí —Sonreí y asentí con la cabeza, mientras Yuki babeaba sobre ella.
—¡Dios mío! Ella es sexy, obviamente conseguiré su número. ¿Viste un anillo en su dedo, Mon? ¿Lo hiciste?
Justo cuando estaba a punto de responder, la cortina se abrió y allí estaba Sam, luciendo tan sexy como cuando la dejé esta mañana. Los ojos de Yuki se abrieron. —Oh, Dios, otra, creo que he muerto he ido al cielo. —Fruncí el ceño ligeramente y la golpeé en el brazo. Sam se quedó sosteniendo la cortina en la mano.
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Gap The Series Para Siempre
Fanfictioncuando Mon se mudó con su novio a Nueva York, pensó que vivirían felices para siempre en su pequeño apartamento de Nueva York. Nunca pensó que él empacaría sus maletas y se iría porque "necesita espacio". Con su recién descubierta soltería y el mied...