Capitulo 25

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Estaba inclinada sobre el lavabo del baño, lavando mi rostro mientras Sam se desvestía. —Me encantó verte con Camden hoy, fue tan dulce y especial.

—Sí, bueno, es un chico muy especial. Doblé la toalla y la puse sobre el lavabo. —Me hizo pensar sobre algunas cosas. Salimos del baño y abrí el cajón para sacar mi camiseta para dormir.

—¿Qué cosas? —preguntó, vacilante.

—No lo sé, sólo en lo bueno que eres con él y... Me cortó instantáneamente. —No puedo tener hijos, Mon. Me encargué de eso hace años. Me giré hacia ella y sus palabras hicieron trizas su camino a través de mi cuerpo. Tomé una respiración profunda y continué desnudándome y me metí en mi camiseta. El aire que nos rodeaba cambió.

—¿No vas a responder a eso? —preguntó.

Me di la vuelta. —De acuerdo, ¿por qué no me dijiste eso antes? — Me sentía un poco traicionada por el hecho de que no me habría dicho eso pronto en nuestra relación. Tal vez pensó que no era necesario porque yo iba a morir de todos modos.

—No lo sé, simplemente nunca pareció apropiado.

Luego llegaron, las palabras que sólo mi boca diría. —¿Fue porque pensaste que iba a morir y no importaba si nunca lo sabía? La expresión en su rostro se quebró y la angustia se apoderó de ella. — ¿Cómo puedes decir eso? Me giré hacia la ventana. —Lo siento, no era mi intención, y de todos modos, no quiero hijos. Con los jodidos genes de mi familia, el niño no tendría oportunidad.

Se acercó a mí y puso sus brazos a mí alrededor y me atrajo hacia ella.

—No digas cosas como esas.

—Es la verdad. Mi madre murió de cáncer, un padre alcohólico, yo con cáncer dos veces. Piénsalo, Sam, el niño estaría condenado en el momento en que fuera concebido. —Me mató decir esas palabras, pero era la verdad y estaba siendo honesta con ella.

—Te equivocas y no quiero que hables así nunca más. Me salí de su agarre. —Bueno, de todos modos, no importa porque ninguna quiere niños, así que fin de la discusión. —Crucé la habitación hacia la cómoda y tomé la botella de loción.

—¿Te molesta que no pueda tener hijos?

—No. Como he dicho, es lo mejor de todos modos. Estaba mintiendo, si me molestaba, y me molestó que no me lo dijera. Me preparé mientras hacía la siguiente pregunta. —¿Por qué lo hiciste, Sam?

Tomó una fuerte respiración. —¿Realmente quieres escuchar la respuesta a eso, Mon? No, pero sí quería. Necesitaba oírlo de ella. —Sí, ya que estamos siendo honestas y no guardamos secretos, dime. Tragó saliva y no dijo nada, no creí que las palabras saldrían de su boca, pero mi boca no tenía ningún problema. —Ya que no puedes decir nada, déjame decirlo por ti. Nunca ibas a enamorarte y eso significaba no tener hijos, Su rostro se ensombreció y la ira creció en sus ojos. Estaba realmente enojada por lo que dije.

—Ni siquiera responderé a algo tan estúpido como eso —gritó. Continuó vociferando—: Te enoja que no pueda tener hijos. ¿No eras tú quien dijo que no creía en el felices para siempre y el amor de cuentos de hadas?

Todo lo que podía pensar mientras me gritaba era cómo, desde que la conocí, Ella cambió todo eso para mí, pero obviamente yo no había hecho lo mismo por Sam. Me incliné al suelo en donde dejé mis pantalones y me los puse. —¿Qué demonios crees que estás haciendo? —gritó.

—No me quedaré aquí esta noche. Eres un idiota y no quiero estar cerca de ti en estos momentos.

—¿Soy un idiota? —Se echó a reír—. Tú eres la que está siendo una perra y exagerada acerca de que yo no pueda tener hijos. ¿Acababa de decirme perra? Me giré. —¿Soy una perra porque no me dijiste nada de esto antes?

Gap The Series Para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora