♡A todas partes contigo♡ || spreenckity ☆

01

Un híbrido pato estaba caminado solo , triste y sollozandi, cuando vio a alguien tirado con sangre y algo cansado, así que decidió limpiarse las lágrimas e ir a ver de quién se trataba.

Lo miro de reojo parecía un híbrido oso, era pelinegro, tenía gafas y era muy lindo... analizándolo se sentó al lado de el y como siempre llevaba un kit médico consigo, ya que este no sabía defenderse mucho así en el caso lo usaría.

Empezó a curarle la cara le quitó las gafas así por un momento aprecio su rostro para después desinfectar y ponerle una curita pero no pequeña si no grande.

El híbrido de pato le alzó la camiseta a este otro para ver la herida que causaba que esta estuviera tan roja.

Y lo que vio lo dejó sorprendido tenía una flecha clavada desde la parte de atrás la quitó con cuidado a lo que el otro solo gruño esto lo susto pero siguió, pero sin ningún apuro empezó a desinfectar y echar un crema para cicatrizar heridas, cosa que coloco por delante y detrás para luego poner una venda en su torso que estaba muy bien marcado por cierto, este le dejo puso sus gafas nuevamente.

-Termine...- decía con una gran sonrisa en su rostro a lo que terminó de decir eso, el chico se despertó -donde estoy... Che quien eres- dijo para agarrarlo del suéter cerca del cuello.

-Calmate wey... soy Quackity... y tu?- dijo Quackity algo nervioso le incomodaba que la mirada del argentino se posara en el como si no hubieron algo más que mirar a su alrededor y vaya que habían más cosas.

-Soy spreen.... wacho donde estamos?- dijo algo desganado mientras lo soltaba, pelear con muchos mobs a tal vez no fue buena idea -estamos en Karmaland, eres nuevo? no te había visto- dijo con algo de intriga el mexicano al no saber de quién se trataba.

Spreen empezó a procesar el lugar y se alarmó cosa que hizo que el pato diera un brinco y empezará a tranquilizar al oso el cual estaba alterado -Mierda no debería estar aquí, tengo que regresar al pueblo naranja- dijo con un tono de susto el de gafas.

-tranquilo cabrón, no te alteres si quieres te puedo enseñar la aldea y de paso saber como llegar a tu pueblo ese- dijo ofreciéndole la mano pero este la rechazó, tenía lesionada la pierna, además que no confiaba nada en el chico que estaba parado frente suyo, a pesar que lo curó no confiaba.

-ou... esta bien si no quieres venir, sabes que me quedaré contigo a cuidarte se que eres alguien totalmente desconocido para mi, pero eres un persona y estás lesionado... así que te cuidaré- dijo con una sonrisa un tanto convencedora.

-podes quedarte si querés pero no voy a confiar en alguien desconocido como tú- dijo algo cansado el chico oso la verdad solo quería dormir, además que ya estaba oscureciendo no quería lidiar con más mobs esta vez y terminar con el brazo lesionado.