LUJO EN PLEGARIAS
❁ཻུ۪۪
Feryal no se sorprendió al saber que ya tenían preparado su vestido nupcial, y la poca opinión que había tenido en su confección, su padre se lo confío a una señora cabeza de las casas antiguas de Valtaria, en un afán de ganarse su simpatía.
Pese a eso, se mostró cordialmente agradecida y tan sorprendida como sería prudente.
La señora Itanor sonrió con soberbia ante tal muestra de buen gusto y elegancia por su parte.
Feryal opinó que nunca había visto una cosa tan fea y vulgarmente recargada de tul, joyas que no iban a juego y más perlas y encaje de las que ella usaría en sus días más osados.
El vestido no la hizo sentirse más segura respecto a la noche.
──Señorita, su hermano ya ha llegado junto a la campaña.
A lo mencionado, ella no tardó en calzarse el albornoz y pasó, sola, a la habitación siguiente, donde se colocó un sencillo vestido de terciopelo bronce sin armado para ir a recibir a su hermano.
Ignoró las advertencias de sus empleados y corrió para salir al balcón y dar bienvenida a la caravana que llegaba desde Val Velika.
Fue detenida, antes de eso, por soldados que no creyeron prudente alterar al público con su presencia, por lo que ella se conformó con recibirlo en los Jardines de Invierno.
Grande fue su sorpresa cuando lo vio en compañía de Zerquen Levi Batory.
Levi era el hijo segundo de la dinastía avdana de la nación de Fajrak, fue enviado a las blancas tierras de Val Velika como un seguro para que su familia mantuviera el trato de unión hacia Escar, pero luego la imponente Escar se había fragmentado y Levi fue reclamado como líder de sus tierras tras la muerte de su hermano mayor.
En los años que había pasado en la corte de Val Velika, no se labró una reputación demasiado intachable, pero tampoco la tenía su hermano, así que Feryal decidió no ser dura con ello.
Los años que había pasado en el ejército supieron ganarle fama de temerario, sus movimientos ágiles y suaves en el combate, además de su letalidad, le valieron el apodo de 'La serpiente del desierto'.
Levi vivió años con ellos en Val Velika, y aun así, el frío no parecía tener nada que ver con él, no con su piel bronce y cálida o el brillo ambarino vibrante de su ojo derecho, el izquierdo era blanco, cruzado por una cicatriz desde debajo del mentón hasta cortar una de sus cejas de plata, Sek nunca le había contado el motivo de su cicatriz y Feryal nunca sería tan descortés como para preguntar.
Al verla llegar, él la recibió con una cordial reverencia, elegante y grácil.
──Mi dama.
Ella le correspondió con un asentamiento, ambas manos sobre las faldas de su vestido, todo en una postura ensayada.
──Me alegra volver a verlo.
──No podría perderme la invitación a la boda de mi reina.
A ella nunca le había gustado el tono cínico que impregnaba cada palabra del rey Vatory, para ella no tenía sentido decir las cosas más que como eran, de forma clara y directa.
Enderezó su espalda.
──Estaremos honrados de recibirlo.
──Y quién sabe, quizás te encuentres una linda señorita.
Sek rodeó el cuello del rey Vatory, pasándose cualquier protocolo.
──La serpiente anda de cacería.
