16: ¿Aprender a nadar?

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Para los ansiosooos, que os tengo consentidos 😂

***

Minjeong

—Por fin llegas —dije abriéndole la puerta.

—No sabes las ganas que tengo de una clase intensiva de natación, yuhuuu —ironizó.

Atravesamos el jardín hasta la parte de atrás donde teniamos la piscina. El profesor de natación ya estaba ahí así que no dio tiempo a mucha más charla.

El chico era joven, bastante fornido... No ponía eso en el anuncio.

—Este será tu profesor, se llama Kun.

Ella me miró confusa.

—¿Profesor? —me preguntó, le dio una mirada por educación—. Encantada, Kun —dijo confundida.

—Hará que aprendas rápido.

—En este mismo día saldrá toda una profesional —bromeó él.

—Claro, genial... —me miró—, ¿era necesario acudir a un profesional?

—¿No pensarías que te iba a enseñar yo, no? —guiñé.

Ella forzó una sonrisa, no pude evitar reirme. Ella realmente esperaba que yo le enseñara a nadar... De hecho lo planteaba y no era un mal plan, no me desagradaba, pero estar con Jimin en un mismo espacio, con agua y en bañador, creo que no sería sano para mí.

Es más, el imaginarlo subió un calor por dentro que me hizo toser.

—Bueno, yo estaré aquí mandando unos emails —me senté en la mesa que habia junto a la piscina—, podeis empezar cuando queráis.

Vi como Jimin me daba una sonrisa un pelín forzada.

—Claro, en seguida —me dijo.

Abrí el laptop y comencé a escribir el primer email. Estaba concentrada, de verdad que lo estaba, pero mis ojos fueron hacia el frente al ver como Jimin se quitaba el vestido de una sentada. Agradecí llevar gafas de sol.

Mi ama de llaves me entregó la taza de café pero en ese momento mis ojos estaban abiertos como platos, puestos en otro lugar.

—Lina, ¿puede hacer natación así? —dije refiriendome a Jimin.

Ell miró al frente para observar a Jimin. Llevaba un bañador ajustado con pequeños orificios en los costados y en la tripa que dejaba ver parte de su cuerpo, además de que ajustaba sus pechos a la perfección.

—¿Lo dice por el bañador? No creo que haya problema. Le sienta bastante bien.

Le di una mirada. Volví a poner mi mirada al frente, empecé a tensarme en el momento que la vi entrar a la piscina junto al profesor.

—¿Quieres sentarte? —le dije a Lina.

Ella era prácticamente amiga de la familia y yo ahora mismo más que un café necesitaba una tila o valeriana y a una persona que soportara lo que estaba sintiendo.

—Que fría esta el agua... —dijo Jimin—. No hago mucho pie aquí...

—Tranquila, agarrate a mi —respondió el hombre.

Cerré los ojos y cogí aire.

—No, no Minjeong, ponte a leer. Haz tu trabajo —me dije a mi misma, volví a poner los ojos en el laptop y seguí escribiendo.

—Parece que congeniaron bastante bien —comentó Lina.

Mis dedos dejaron de escribir y me giré para mirarla casi de automático.

por siempre, jamás | winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora