El Omega Del Líder •||OFFGUN||•

Capítulo 4: Una atracción festival

Un mes, hace solo un mes que Gun había aceptado el compromiso. Nada en particular había cambiado. El omega continuaba durmiendo en su dormitorio de empleados, seguía trabajando para la alfa líder, quien amablemente enseñaba todo lo que necesitaba saber de Lundrim. Pero, cuando el reloj marcaba las cuatro de la tarde, Gun caminaba a la oficina de Off dispuesto a trabajar en planes que ayudarán a todos los habitantes, a analizar problemas y buscar soluciones. Y finalmente, por las noches, dejaban el trabajo a un lado para tener una buena velada.

Habían tomado la decisión de mantener privada su relación, solo por un tiempo. Off era consciente del desprecio de los habitantes hacia Gun. Había escuchado algunos rumores, pero nada confirmado, tampoco tenía la intención de preguntarle al omega, probablemente no le respondería y se iría a dormir.

—¿Estás nervioso por mañana? —preguntó después de llevar una porción de pan a su boca.

—No, he revisado cada detalle. Muchas cosas pueden salir mal, pero sabremos cómo resolverlo —respondió después de haber tragado su comida. Como siempre, mantuvo un semblante serio, parecía que nada lo podría hacer cambiar, como sí... No tuviera emociones.

Otro rumor, había escuchado a unos cantos omegas de limpieza cuchichear acerca de una rara enfermedad que el omega poseía y por eso siempre se encontraba serio. A decir verdad, no creía que eso fuera real, simplemente era cerrado, nada raro. Su padre también lo era.

—Eres muy bueno en organizar, estoy convencido de que todo saldrá bien.

—Sí...

Su cena transcurrió tranquila, el silencio era muy cómodo, ambos se habían acostumbrado a la presencia del otro.

—Oh, Gun — Off dejó sus cubiertos a un lado de su platillo y tomó la caja de madera del asiento junto a él —. Te he traído esto de Pume —con delicadeza, retiró la tapa de la pequeña caja dejando a la vista un collar, un muy lindo collar —, lo vi por casualidad, así que lo compré.

Los ojos del omega evaluaron el obsequio, era bastante lindo, su simpleza lo hacía atractivo; era una cadena de plata con una luna, al parecer hecha del mismo material, con pequeñas incrustaciones de diamantes rosas. Definitivamente, ese artículo destacaría entre todas sus pulseras, gargantillas y aretes baratos. Miró al alfa frente a él, con esa boba sonrisa en los labios y esos ojos cafés, mirándolo fijamente. Ese hombre parecía no tener ningún pesar.

—Gracias — Gun se limpió su boca con su servilleta y continuó con tu tarea de alimentar su cuerpo.

Ambos guardaron silencio, sin saber qué decir. Claro, eran dos aprendices del romance; si bien, ambos tuvieron citas, Gun no realizaba esa —ni ninguna otra— clase de acciones románicas, Off había hecho regalos a sus antiguas parejas; sin embargo, Gun no era cualquier pareja, era ahora su prometido.

—Permíteme ponértelo — dijo después de unos segundos de silencio. Su madre le había aconsejado tener ese detalle después de mostrar el regalo. Una mujer con omega debía saber cómo complacerlos.

—No creo que sea necesario, estamos acabando de cenar, me iré a dormir en unos minutos.

Bien, no volvería a tomar en cuenta los consejos de su madre.

—Tienes razón —colocó la caja de madera sobre la mesa de cristal cerca del omega —, espero que te haya gustado. —le dio una última sonrisa.

La cena transcurrió con calma, con pequeños comentarios. Y para finalizar su rutina, acompañó al omega a su dormitorio. Una vez la puerta de madera fue cerrada, Off dio cuatro pasos lejos, posteriormente pegó su espalda contra la pared y dio un respiro profundo; sus fosas nasales fueron deleitadas por ese exquisito olor a mandarina. Ese aroma lo hacía tener una buena noche, por ello permanecía unos minutos parado en el mismo lugar, llenando con calma sus pulmones con olor a mandarina.