Capítulo 1: Una esposa perfecta y un accidente

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Según las leyes estipuladas, cada 30 años se nombra al nuevo líder de la manada en Lundrim; una de las mejores manadas, con no menos de 10,000,000 de habitantes, entre ellos Alfas, omegas y betas.

Desde hace siglos el líder brinda la bendición al futuro jefe de la manada. Siendo una tradición irrevocable; tener la aceptación del padre o madre de la manada es símbolo de prosperidad y aseguraba el respeto de todos los alfas, betas y omegas que conformaban la manada.

La familia Adulkittiporn llevaba siglos siendo el jefe de la manada; y esta nueva generación no sería la excepción. Y bueno, no había nadie mejor que ellos. Los Alfas que conformaban la familia eran muy bien conocidos por ser líderes, tenían habilidad en la oratoria, que convencían a cualquier persona, no era sorpresa que fueran la principal fuente de trabajo. Por otro lado, los omegas, tan inteligentes como los Alfas; su principal característica, la valentía, no temían mancharse de sangre si fuera necesario.

Pero parecía que este nuevo nombramiento sería complicado, no solo porque se había adelantado siete años, esto debido a los problemas de salud en el Omega líder, sino porque los habitantes se preguntaban quién sería el Omega que desposaría el sucesor al poder.

Off Adulkittiporn se consideraba preparado para ser nombrado Líder de la manada, había pasado gran parte de su vida estudiando administración, política, derechos e incluso idiomas, además de haber invertido años en entrenamientos de combate cuerpo a cuerpo. Los pobladores de Lundrim lo aman, casi tanto como al líder de la manada, y no tenían duda de que ponían en buenas manos el rumbo de la tribu. Su único defecto era no tener un omega digno de gobernar a su lado, alguien educado, refinado, tolerante, respetuoso; que debía ser perfecto, mostrando que es una base sólida de la familia.

No solo debía preocuparse porque su padre ya no estaría con él para verlo gobernar como lo había soñado, tenía que casarse pronto, la regla que menos le había preocupado ahora tenía un fuerte peso. Había muchas y muchos omegas que gustaban de él, pero nadie parecía cumplir con todas sus expectativas.

─Elige al Omega adecuado, con el tiempo lograrás enamorarte.

Le había dicho su madre el mismo día que se enteró de la enfermedad de su padre.

Después de un par de días descartando omegas, tenía una sola opción. En su mente pasaba la idea de cortejar a la hija de la mano derecha de su padre; una omega que cumplía con las expectativas del pueblo, era una hermosa mujer que estaba seguro de que le daría una hermosa descendencia, pero no cumplía ninguno de sus requisitos.

—¿Es tan complicado tener una opinión propia?

Se lo preguntaba mentalmente cada vez que la linda joven de cabello castaño cambiaba rápidamente sus palabras si él no estaba de acuerdo; que si ella antes prefería el calor, ahora prefería el frío, que si antes era una gran amante del té, ahora lo aborrecía. No deseaba casarse con alguien idéntico a él, además de que sin una opinión propia no podría ayudarlo a tomar buenas decisiones en temas de Lundrim.

Soltó un gran suspiro. Al parecer, todo el mundo creía que debían estar de acuerdo con él solo porque sería el futuro líder de la manada.

Echando un vistazo a su alrededor se llevó una sorpresa al notar que la mayoría de las tiendas del pueblo estaban cerradas, todo estaba muy tranquilo —demasiado— a su parecer; pues, los habitantes de Lundrim dormían muy poco, a altas hora de la madrugada podía verse a grupos de personas caminando a diferentes destinos, pero ahora parecía que todos habían acordado cerrar temprano sus negocios. Y todo se hubiera quedado en una sensación extraña, si tan solo no hubiera una multitud de personas rodeando su hogar; algo malo había pasado.

El Omega Del Líder •||OFFGUN||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora