El Omega Del Líder •||OFFGUN||•

Capítulo 37: El final de la guerra

Gun cerraba con cuidado las persianas del restaurante. Los empleados habían salido de su turno un rato antes, ahora solo quedaban Off, haciéndole compañía, alfa que esa tarde se había ofrecido a acompañarlo a casa.

Volvió a la cocina, sentándose en una de las sillas de la pequeña mesa de empleados en las que reposaba su cena.

—Espero que te guste la cena —regala una sonrisa a su invitado antes de meterse verdura a la boca.

—Sabe muy bien —dice Off probando cada platillo que Gun había colocado sobre la mesa.

—Yo cociné.

Gun ríe por la expresión sorprendida de su esposo, con los ojos ligeramente más abiertos y casi dejando caer los cubiertos de sus manos. Continúa ingiriendo los alimentos, ignorando el shock de su acompañante. No era tan malo en la cocina.

—¿Bromeas? —pregunta Off con incredulidad —. Recuerdo que la última vez que trataste de cocinar algo, la señora More te echó de la cocina por romper platos, echar a perder tres ollas y quemar parte de su comida.

—Oh, ha pasado mucho tiempo —responde Gun con una voz quejumbrosa por la situación que Off le había hecho recordar.

—Pero aún no te dejan cocinar —frunce el entrecejo y entrecierra los ojos a su esposo. Lo señala con los palillos, en un intento de parecer intimidante.

—¿De qué lado estás?

—Del bien de la comida.

Mantienen un silencio, disfrutando de los alimentos. Gun sonreía con cada gesto y sonido de placer. No se arrepentiría de pedirle a su padre que le enseñara a cocinar. Aunque lo único que sabía era realizar los tres platos en la mesa, los cuales no llevaban una gran elaboración.

—¿Qué tal tu día? —pregunta Gun.

—Cansado, enseñar a Songi no es fácil —expresa Off, utilizando casi el mismo tono que Gun para quejarse—. Comprendo que mucho es complicado, pero suele aburrirse y bloquear su mente. Caemos en la repetición, una tras otra, hasta finalmente lograrlo.

—Alumna difícil —la burla en la voz de Gun hace que sea su turno de mirarlo mal.

—No es solo eso, es solo que —toma un breve momento para pensar en las palabras correctas que describirían—. No le agrada lo que hace, pero intenta hacerlo. Se aferra a algo que no le gusta.

—¿Ya se lo has dicho? —Gun centra completa atención en la conversación.

Sus últimos días habían mantenido distancia, la mejor para no tener ningún roce. Pero, después de todo, era importante para Off. Había llegado el tema, así que pondría atención y apoyarlo en sus decisiones.

—Lo hice —exclama Off, disfrutando del sabor de la comida—. Realmente es bueno, cocina más seguido, seré feliz —Gun asiente sonriendo, complacido con la propuesta a futuro—. Volviendo a Songi —observa a su esposo colocar los cubiertos junto al platillo y se centra en el tema—, continúa prometiendo prestar atención. Luego caeremos de la montaña e intentaremos subirla nuevamente.

—Podemos enviarla a un área que le agrade más. Descubrimos que el ámbito administrativo no le agrada, pero puede intentar el económico o el social —aspira antes de soltar las palabras que probablemente se sentiría arrepentido, pero sería la mejor decisión —. Puedo ayudar con eso, solo debemos analizar sus virtudes.

—¿Podrías?, me ayudarías mucho.

—Claro —sonríe —, eso hacen los esposos.

El silencio les acarició los labios. Off se centró en su cena, evitando emitir sonido. Gun se sentía apenado por sus palabras, pero era lo que pensaba. Además de hacer su trabajo, disfrutaba de ayudar a su esposo si le era posible.