Capítulo 35: No es el final de la historia

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—Estoy profundamente decepcionado de ti —dice Off una vez que Songi cruza la puerta de su oficina.

—Y no me arrepiento de nada.

Observó a la omega sentarse en una de las sillas frente a él, sonriendo como si nada pasara, orgullosa de sus acciones.

—Songi, debes disculparte con Gun.

—¿Por qué? No dije ninguna mentira, todo fue cierto. Que él se molestara y se ofendiera fue culpa suya.

—¿Llamar a su padre un cazafortunas es cierto? —Off aprieta la pluma entre sus manos, irritado por la irreverencia—. El señor Vakom es una persona agradable para mí, estoy molesto con lo que dices. No hables de una persona sin conocerla, lo has visto un par de veces como para tomarte la libertad de hablar de su persona.

Finalmente, Songi desvió la mirada y, más que arrepentida, parecía hastiada con el tema. Volvió a mirarlo, pero ahora, con una mueca en los labios, juntó sus manos sobre sus piernas.

—Lo siento, Off —dice con una reverencia de cabeza—. Una buena decisión, echarlo a la calle —musita para sí misma.

La peor disculpa que Off pudo recibir era esa, tan hipócrita y sin remordimiento.

—No te pedí que te disculpes conmigo, es Gun a quien más afectaste —suspira. Su conversación estaba yendo por un camino sin ningún objetivo—. Además, te atreviste a acusarlo de suplantar tu lugar.

—Lo hizo y lo sabes —Off notó que había picado la raíz de los problemas. Songi había dado un pequeño saltito en su lugar—. Estábamos tan bien y de la nada desapareces, luego te presentas en mi casa a decir que no estaremos comprometidos.

—No, Songi. Te lo dije aquella vez, no estamos hechos para estar juntos —Off endereza su postura, tomando un aura seria y de una vez por todas dar fin a los malentendidos—. Tenías razón aquel día. Busqué a un empleado con quien casarme, y tú no eras un empleado que quisiera junto a mí. Gun lo era, tenía más conocimiento, era lo suficientemente bueno para cuestionar mis ideas y crear nuevas. En cambio, tú, pasabas complaciendo mis ideas. No necesitaba más de eso.

Los ojos de Songi mostraban un toque de brillo de odio, enojo y tristeza. Off no había deseado que así tuviera que ser su situación, pero aquel camino era el que había elegido.

—Gun era un empleado que cubría perfectamente con mis necesidades. Así que le pedí que se casara conmigo, no lo amaba, tal vez era admiración y ciertamente es atractivo. Ahora sé que, nunca ame a nadie, siempre busqué a personas que me pudieran dar todo de sí —toma un sorbo de té que Gun le había llevado esa mañana y vuelve a su postura—. No eras diferente, ni siquiera Gun en ese entonces. Pero cuándo me comprometí sabía que era en serio. Lo di todo de mí, porque no podíamos trabajar y ser maridos, un tema complejo con el que logramos lidiar.

—Pero él te engañó con un bastardo acosador de niños —comenta la omega entre dientes. Tenía los brazos cruzados y las piernas cruzadas, en un intento de proteger su cuerpo de los latigazos verbales.

—Lo hizo. Quizás esas sean las consecuencias de haber roto tus esperanzas y más omegas. Casarme con un omega que me destrozó el alma lenta y dulcemente —Off toma un momento de silencio, observa a la mujer frente a él y continúa—. Deberías estar feliz, tu verdugo emocional ha recibido dolor —ríe sin gracia—. Amé a Gun todo mi ser, le di y estaba dispuesto a dar todo lo que me pidiera. Él quizá no y ahora estamos en una guerra marital de la que no sé si podremos sobrevivir.

—Aún te quiero —Songi dice en un discreto susurro, pero siendo lo suficiente alto para ser escuchada.

—Y lamentó que así sea —dice en un suspiro pesado—. Crecimos juntos, viviéndonos en reuniones, cumpleaños, cenas. Te he considerado mi hermana pequeña, fue absurdo tratar de cortejarte cuando en el fondo sabía que nada saldría bien, porque no te quería así.

El Omega Del Líder •||OFFGUN||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora