Capítulo 06: Confusión

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Apep
Ubicación: Isla extraña
Día 14 de expedición

Habían pasado dos días desde que estaba inconsciente por aquél shock del otro día. Pero al despertar, yo no sabía aún una respuesta a lo que había pasado, mi cabeza estaba en blanco.
La persona en la que más había confiado toda mi vida, mi padre, se había ido, dejándome en aquél lugar. No sabía los motivos, pero seguramente se habían cansado de buscarme por todos lados.

Camill: ... Uh-- despertaste. ¿Cómo te sientes? Ahm, llamaré al doctor.

Al ver a aquél chico ya acercándose a la cama para verme. No tenía alientos siquiera para culparlo de nuevo, de hecho, no tenía alientos para nada en particular, sólo quería desparecer.

Camill: En serio yo... Lo siento.
Te juro que subí antes para ver si seguían ahí y poder llevarte a escondidas de mi padre, pero no ví a nadie... Subí al menos tres días seguidos y no ví nada.

Entre las disculpas del mayor, lo miré en silencio. Conociendo a Camill seguramente estaba diciendo la verdad, de hecho él se caracterizaba por ser muy honesto así que nunca mentía.

- ... No hay problema.

Respondí luego de un rato, a la vez que me sentaba en la cama y miraba hacia el techo.

- Quiero disculparme por pegarte, no tenías por qué recibir de algo que no te tocaba.

Cubrí mi rostro con una de las manos, la cual subió poco después para peinar un mi cabello y mirar a Camill de nuevo, él solo estaba callado escuchándome.

- ... Hace muchos años fuí abandonado también, por mi madre biológica. Aunque fué por seguridad y por evitar que estuviese en medio de la guerra, aún la recuerdo... Recuerdo la cara que puso al dejarme en esa residencia de pandas...

Al estar hablando de eso, podía ver que la mano del mayor estaba tomando la mía. Era cálida por alguna razón, una razón extraña ya que ambos éramos de sangre fría.

- ... Y ahora mírame, tal vez me abandonaron de nuevo. No lo culpo, quizá estaba exigiéndole demasiado con el dinero... No es como que un panda siendo padre de un reptil se vea bien para la sociedad ¿Verdad?

Solté una pequeña risa por aquello, aunque en realidad quería llorar de nuevo. Fué entonces cuando una cálida mano tomó mi mejilla para así, sentir que unos labios estaban sobre los míos. Esta vez no pataleé, no puse resistencia, sólo cerré mis ojos y dejé que todo fluyera.

La lengua del mayor se enrollaba en la mía de nuevo, mientras que su mano estaba acariciando mi mejilla de la forma más delicada que había sentido nunca. Por alguna razón ahora se sentía diferente ¿Era porque estaba vulnerable con mis sentimientos? No tenía la certeza.
Una vez se separó, me quedé viéndolo, él esta vez no había tragado ni una gota de mi saliva.

Camill: No pienses en esas cosas. Ellos tal vez vuelvan para buscarte, y si no, voy a cuidarte hasta que puedas volver a tu país de nuevo.

Me quedé algo sorpendido al escucharlo. Aunque en ese momento estaba atravesando por un momento difícil, él estaba... ¿Consolándome? Era un gesto dulce.

- Me estás agobiando con tanto, Camill.

Camill: ... Quiero saber cómo te llamas, por favor.

La vez que mi especie se extinguióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora