Apep
Ubicación: Isla extraña
Día 15 de expediciónLuego de haberle dicho a Camill que viniera conmigo y Jammal, estábamos relajados en la orilla del mar, esperando por mi padre y el gran barco que los llevaría de regreso a donde pertenecían.
Mientras tanto, yo estaba uniendo algunas piezas de lo que hablaba aquél rey anteriormente.
Lo de recuperar sus territorios, la repoblación y cruce de especies de reptil para intimidar a los demás, los infiltrados... Pero había algo que no me dejaba tranquilo ¿Quién era el informante de ese señor? Debía haber uno y no estaba ni cerca de no creerlo. Alguien estaba encargado de decirle las actividades en el exterior, de mandar a que me secuestraran... Pero ¿Quién?
Jammal: Se te va a inflar la cabeza de tanto pensar, lagartija.
Al oír la voz del jaguar, solté un suspiro y me rasqué la cabeza con desespero.
- ... ¿Eres un informante de fuera?
Jammal: Si en verdad fuera algo así, tengo la certeza de que no te lo diría.
- Sí, tienes razón.
Solté un suspiro pesado. Luego de aquello observé a lo lejos, Camill estaba recogiendo algunos troncos secos de la playa para hacer una fogata ya que estaba haciendo frío.
Jammal: ¿Ustedes dos de verdad son marido y mujer?
- ¿Qué?... No... No sé.
Jammal: Estos jovencitos de hoy en día...
- Cállate, suenas como un anciano.
Entre algunas risas, el más grande se quedó callado, contemplando el mar al lado mío mientras que agitaba su gran cola.
Fué entonces cuando, de un momento a otro, Jammal se levantó de forma apresurada y empezó a llevarme lejos de ahí.
- ¡Hey, suéltame!
Jammal: Silencio. ¡Tú, ojos chuecos! Ven por aquí.
Tan pronto como le habló a Camill, este nos siguió hasta estar detrás de unas grandes rocas. Estando ahí, ambos me taparon la boca con sus manos para que no dijera nada. Fué así como ya pude escuchar algunas voces a lo lejos.
Al parecer los guardias del pueblo nos estaban buscando, eso sería un problema, si nos atrapaban de nuevo estaríamos perdidos... Aunque esta vez Jammal estaba con nosotros, sus habilidades de pelea eran impresionantes por lo que había podido ver aquél día.
Camill: Son los guardias de mi padre... Nos están buscando.
Jammal: Sí, tienen suerte de tenerme aquí. Los escuché varios metros antes de escondernos.
- Uahg, me llenaron la cara de tierra ustedes dos. ¿Ya se fueron los guardias?
Pude ver que el mayor de los tres sacudía su cabeza en negación de mi pregunta. Decidí asomarme un poco, al parecer esos hombres estaban dividiéndose para buscarlos.
- Mierda, vienen hacia acá... ¿Qué vamos a hacer?
Tan pronto como hice esa pregunta, los dos estaban quitándose la ropa, así que a ese punto ya era notable la confusión que tenía en ese momento.
Jammal: Hay que meternos al agua cuando estén viniendo, no hay tiempo que perder. Desnúdate y mete la ropa bajo la arena.
- ¿Estás loco? Eso no va a funcionar.
Jammal: Apep, hazlo. Si no, vamos a ser descubiertos.
La idea se meterme al mar no me disgustaba, pero desde lo que me hicieron en esa habitación llena de mujeres estaba aún afectado, no quería quedarme desnudo una vez más frente a varias personas. Negué con la cabeza de forma rápida mientras que ya les indicaba que pararan.
ESTÁS LEYENDO
La vez que mi especie se extinguió
FantasyEn este universo, lleno de animales humanoides se encuentra Apep Xian. Un ejemplar joven de dragón de komodo y el único reptil que sobrevivió luego de que una guerra entre especies estallara... O eso era lo que todos creen. En la historia moderna se...