¿Qué hay después del primer amor?(𝓼𝓪𝓼𝓾𝓱𝓲𝓷𝓪)

20: Comienza nuestra historia

" Gira la página "

Sigo esperando a que llegues a mi puerta, no sé si finalmente pueda admitirlo, ¿Está bien sentir esto de nuevo? - Observó a través de la ventana de aquel edificio, la ciudad estaba iluminada; era hermoso.

La joven bajaba por elevador, extrañaba tener al Uchiha de vecino, después de todo era por ello que todo había iniciado.
Ojalá la puerta de ese elevador nunca se hubiera abierto; era Toneri, el estaba ahí. Había llorado, no tenía anillo de matrimonio y por alguna razón había acabado yendo hacia la única persona que conocía hace tanto tiempo.

Hinata suspiro al ver a su viejo amigo, sentía que debía dejarlo pasar, contarle toda su mierda para poder ir en paz.

Ahí estaban los dos, dos tazas de café, una quizá llena de dulzor con leche acompañada de malvaviscos cómo a ella le encantaban, siempre había sido así.

No habían empezado hablar, parecía que la taza se iba a helar.

- Ella... - ella asintió al ver que el no pudo terminar de hablar por su voz quebrantada, el volvió a llorar; no necesitaba escuchar lo que habría que decir cuando ya lo había dicho todo.

- ¿Hace cuánto?

- Hace dos meses. - seguía sin tocar aquella taza de té, ¿Por qué todos aquellos que parecían felices tenían que terminar de forma tan trágica?

¿Él y yo.. acabaríamos igual?

Su corazón no dolió, sabía que no sería así; jamás sería así.

El joven peli blanco hablo sobre como se sentía; su amiga de la infancia lo escucho atentamente en silencio, sin juzgar, al final sabía que no era el momento para hablar.

- ¿Puedo quedarme a dormir?, Se que será algo incómodo, no sé si Hanabi...

- Está bien, puedes dormir en el sofá, te traeré unas cobijas para que no te de frío en la noche.

- Gracias.

Ella estaba acostada en su cama observando su fotografía de secundaria, pensó que quizá esa joven enamorada tendría esperanzas, quizá. Pero ahora algo era seguro, ya no sentía amor hacia aquel joven, ahora lo veía como un viejo amigo

Ya era tarde, quizá las dos de la mañana, ¿Entonces por qué estaba frente al apartamento de la joven peli azul? , ¿Qué le había traído ahí? , Quizá por qué al ver aquella vista sentía que debía observarla con ella , o quizá que su corazón en ese momento actuó muy impulsivo la darse cuenta de algo muy importante, quizá será demasiado pronto demasiado apresurado, ¿A quien se le ocurre querer llevar a una persona que probablemente ya esté dormida a un paseo a las dos de la mañana?

Tocó el timbre sin esperanzas de que ella abriera la puerta (Nono), si, era ella; su sorpresa era gigantesca, pero su corazón latía sin cesar mientras una calidez irrefutable aparecía dentro de ella.

Por primera vez vio a aquel joven sonrojado, un hombre que media muchísimo más que ella y que bajaba la mirada para verla directamente a los ojos. - ¿Quieres salir a dar un paseo?

Ellos dos estaban caminando abrigados, caminando en la nieve dejando sus huellas en medio de la noche, sus mejillas tiraban a rojo mientras que sus manos aún cubiertas por un grueso estambre la apaciguaban con un grueso abrigo.

La Hyuga de ojos igual que las perlas quería preguntar porque había ido por ella a esas horas de la noche, pero quería conservar el momento.

- Llegamos.- salió de él el aire frío, habían llegado al puente que dividía un pequeño lago.

- Los cerezos - fue lo primero que menciono cuando se le vino a la mente.

- Lo recuerdas
- ¿Por qué había de olvidarlo, Sasuke San? - El joven no pudo evitar sonreír levemente ante tal respuesta que agitó su corazón, otra vez.

- Hace mucho tiempo, mi madre me contó una leyenda sobre este puente.

La joven lo miro a los ojos con curiosidad, dando paso a qué le contará la historia.

- Se siente un poco raro.. - rasco su mejilla algo avergonzado, a lo que la joven rio levemente.

- Sasuke San, usted fue quien citó aquella leyenda.

- Bien... Un joven de cabello negros se enamoró, profundamente de una dama, aquella tenía los ojos como ningún otro, más el al mirarla a ello los apreciaba como si fuera la joya más bella que jamás pudiese existir, el la quería como nunca había querido a nadie - esquivo su mirada hacia el pequeño lago después de sentir la firme mirada de la joven. - El ya se había enamorado antes, pero ella llegó de repente a... Mover todo de un lado a otro de repente, era fascinante, era.. con cada encuentro y la manera en que llegó; realmente se preguntaba si era el destino, eso que él nunca habia creído en algo como eso. Al final, ambos se hicieron cercanos, más ella no era de él, el la apreciaba a lo lejos, pero ella se fué, fue como si de repente todo se hubiese tornado gris, el joven se sentía solo que aunque el sol le alumbrará directo a los ojos no podía sentir su luz; entonces el entendió muy tarde que la amaba. Una noche la encontró, su corazón cedió ante ella; de nuevo. Todo su mundo fue renovado con nuevas piezas, entendió que todo lo poseía ella, pero era tan silencioso y orgulloso que ... No decía nada; entonces un hada madrina apareció, le pegó una gran bofetada para que reaccionara, para que está vez hiciera las cosas bien, que no la dejara ir. Entonces una noche el vio la ciudad, se veía hermosa pero pensó que se vería más hermosa con ella a su lado, comentando todos los sitios de postres dulces mientras el la escuchaba con una expresión neutra sin que ella sepa que ... Está feliz de escuchar cada palabra que sale de su boca. Salió a buscarla en medio de la noche para confesarle lo que sentía ...

- Sasuke San...- lo miro fijamente con las mejillas sonrojadas al notar que aquella no era una leyenda.

- Lo se, no es una leyenda ... - la miro directo a los ojos. - Lo que trato de decir ... Es que Te amo, Hinata

Aquellos ojos perla se abrieron tanto por la sorpresa, después de que procesara todo lo que el había dicho se sonrojo hasta por debajo del cuello, el entendió su respuesta al instante y sonrió.

Ella lo observo sonreír tan dulcemente que sintió su corazón derretirse aunque hubiese más frío esa noche. Aunque ya sabía que el había entendió con solo mirarlo a los ojos debía decirlo, quería sacarlo de su garganta.

- Yo también... yo también te amo, Sasuke. - no hubo honoríficos ninguno al otro, ambos sonrieron mientras se miraban; el mundo dejo de existir, sentían un gran alivio en el pecho después de decir finalmente lo que decían. Realmente fué hermoso.

Sigo cap "primera cita"