Mientras la vida pasa frente a nuestros ojos simplemente estamos parados esperando a que pasé y ni si quiera nos miré, ¿Que hacemos nosotros para evitarlo?.
¿Las almas gemelas existen?.
Hinata y Sasuke desde hace años se han topado, tienen una media...
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¿Qué pasará ahora? El muro tan grande que estaba separando a los amantes se ha dispersado con el gran cañón que había lanzado aquella noche.
Sus mentes no dejaron dormir en la noche, había Sido un lindo desenfrenado, ¿Imaginas ocultar algo tanto tiempo?.
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La taza de café cayó de la mesa, derramando absolutamente todo lo que tenía en ella, la peli rosa casi va de la silla al escucharlo.
-¿Y qué hiciste? - sus ojos lo buscaron anhelando él hubiera tomado la iniciativa y pronto...
- Me despedí
- ¡QUÉ! - lo tomo de aquel traje recién planchado, incluso sentía sus temas levemente calientes al tomarlo, pero no me que su humor en ese momento. - Idiota, le ibas a ... Ahg, hombre tenías que ser Sasuke Uchiha
- Tendremos un cita ...
- ¿Tu lo propusiste?
- Fué ella
Un silencio incómodo sonó entre ellos dos, Pero prácticamente fue interrumpido por una risa larga de parte de la chica de cabellos rosas.
Se limito a darle una palmada en el hombro a Sasuke respondiendo con una leve sonrisa que mantenía al tacto - Felicidades
Un atisbo leve de felicidad, o al menos el pensó. Lo invadió calentando todo su pecho, finalmente... Finalmente era ella y él. Aunque al menos eso pensaba él.
Una joven de cabello azabache se encontraba en su oficina completamente ida mientras Tenten componía todo lo que ella en ese momento no podía.
- Entonces pídeselo tu, si tanto lo quieres -exhalo apoyando su mano en la mejilla recargada en el escritorio de su jefa mientras suspiraba agobiada de problemas amorosos.
Hinata solo pudo imaginarlo, sería totalmente vergonzoso, Pero quería intentarlo, después de todo sabía que sería un completo "sí" quería hacerlo lo mejor que pudiera. Después de un amor fatídico, estaba él. Es gracioso solo pensarlo, era su jefe mientras mantenía el perfil bajo, sentada en aquel escritorio frente a su oficina dando el visto perfecto a su ventana. "Cabellos de paja", quizá eso fué lo que hizo ganarse su afecto.
Era dudoso para ella en que momento empezó a sentir algo por él, Pero cuando bailaron de nuevo en aquella boda, cuando estuvieron juntos caminando, cuando se confesó... Lo entendió, era para ella.
La luz de la luna adornaba aquel pequeño lugar, era curioso, el pensó en invitarla Pero ella de adelanto. Estaba muerto de los nervios, entre las velas, esa oscuridad cómoda, con esas vibras pacíficas y románticas. Entre esas luces cálidas... Ahí estaba.
- debe ser una broma - el rió un poco bajando la cabeza avergonzado, aunque claramente no se notaba demasiado.
- Si, reserve el piso. Lo siento si fué demasiado.... - Ella se encogió un poco nerviosa ahora, la valentía que tenía antes de tenerlo frente a él.
- Solo es... -el la miro tranquilo observando cada uno de sus rasgos en silencio. - No me importa que lo hagas, se que puedes hacerlo, solo me hubiese encantado ser yo quién lo hiciera.
No hubo respuesta, solo sus labios se fruncieron en una ligera sonrisa mientras su mirada estaba levemente baja. Extrañaba esto, era magnífico que ahora no ocultara sus reacciones tratando de excusarse. Pero la luz de las velas, el leve olor a flores de lila, acaparando el espacio, la tenue luz de luna que reflejaba directo a sus ojos. El vestido color blanco con ligera holhadez cómoda en sus hombros con leve dobladillo, quedaba perfecto con su tez paida. Si... Estaba perdidamente enamorado de ella.
Es hermosa ...
Fué una conversación ligera mientras comían, aunque era el ambiente perfecto él tenía una leve inquietud al igual que ella, su mesa estaba limpia al pegar la vista, cruzaron mirada un atisbo de segundo, el aparto la mirada y se aclaro la garganta, ella solo soltó una leve risita.
El ligero claro de música ligera era disperso, ella solo se levantó de su asiento, le tocó levemente el hombro.
- ¿Quieres bailar por tercera vez conmigo? - fijando esos ojos color perla en él, mientras su mano estaba en el aire.
El la tomo, ¿Cómo una mujer tan tímida podía actuar así ahora?. - ¿Seguro eres la Hyuga que conozco? - pronuncio con una leve sonrisa tomando gentilmente su cintura atrayendo la para bailar levemente.
- ¿Sabes? ... Simplemente lo estuve pensando estos últimos tres días, tu te confesaste de una manera maravillosa, Pero soy mala diciendo las cosas enviz alta, "me siento igual" no es suficiente ... Quiero que lo sepas, qué también estoy enamorada de ti como nunca lo estuve o estaré de nadie yo... Realmente no tengo idea de cómo surgió pro sentí esta conexión contigo...
Los pasos eran continuo entre ellos en el espacio, mientras el escuchaba atentamente lo que tenía por decir.
- También se me acelera el corazón, quería decirte eso. También te pienso cuando no estás, también robas cada uno de mis suspiros, siento que estoy enferma pero después te miro, Pensé que no era real, es increíble como alguien puede sentirse así .. Te amo
Esperaba una respuesta de él deteniendo la música en la oscuridad de las velas mientras bajaba su mano enlazada con la de ella, su mirada solo la siguió, bajando a la pequeña dama de 163 cm.
- No tienes idea de lo feliz que me hace escuchar ... Todo - su mano tocó su mejilla de forma gentil, no había nadamás por decir, nada que su mirada en la de ella no dijera. - ¿Me permites ser tuyo?
Sus ojos se sobresaltaron, sus pestañas bailaron, sus labios se entreabierto y leves lágrimas salieron.
- ¿Fué demasiado? - Limpiado gentilmente de las mejillas de la azabache.
- Fué maravilloso, Gracias... Si, si ... Siempre es un si, Sasuke
Finalmente después de todo el tiempo ansiado sus labios se tocaron aquella noche, la cuál recordaría por el resto de su vida. 26 de noviembre, esa fecha jamás trasladaría de sus corazones.
- Debo advertirte que no te dejare ir nunca más - dijo él siguiéndole el paso lento.
- Estoy y estaré feliz de que lo hagas, hoy mañana y siempre
¿Fueron dos años? Jajaja siento que no volví con la misma potencia, pero trataré de reanimar
