Dieciocho

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El castaño y su nuevo amigo caminaban juntos por la calle, tras salir de la tienda de cómics, a la que habían ido después de clase.

De repente, un coche se detuvo a su lado.

—Cariño ¿quieres qué te llevemos a casa?—dijo Jay bajando la ventanilla.

NuNew se fijó en que Zee lucía bastante molesto y callado, sentado en el asiento del copiloto, desde el cual no le quitaba ojo a James.

—No gracias señora Pruk, iré caminando con mi amigo—dijo este muy sonriente.

—Como quieras cielo, ahora tengo algo de prisa pero dile a tus padres que tengo que hablar con ellos de algo serio.

—Si claro, se los daré, gracias señora.

La mujer arrancó de nuevo el coche y miró de reojo a su hijo que se movía molesto en su asiento, aunque no por los golpes, sino por la molestia de ver a los dos chicos juntos.

—Esos son los amigos con los que tenías que estar y no con los gandules de Kong y Ton—dijo su madre sin dejar de mirar la carretera.

Zee chasqueó la lengua con fastidio, aunque en el fondo sabía que su madre llevaba razón, debía admitir que NuNew y James seguro eran mucho mejores que los otros dos gilipollas, a los que había llamado amigos durante mucho tiempo.

—¿Qué te ocurre con el hijo de Anne?—preguntó Jay intentando entender—…Es un buen niño, no sé porqué tú no lo ves.

Este volvió a chasquear la lengua.

—Si lo veo pero él no me perdona algo que le he hecho.

—¿Y puedo saber qué es eso que le has hecho?—volvió a hablar la mujer, suspirando con pesar.

Este la miró y ella lo miró un segundo también, sin descuidar la carretera.

—Seguro vas a acabar enterandote, cuando vaya a pedirles perdón a sus padres

Jay se salió de la carretera y paró el coche en la orilla de esta.

—¿Pedirles perdón?, ¿Qué has hecho ahora hijo?, por Dios, ¿es qué nunca vas a parar?—preguntó esta con angustia, esperando una respuesta de su hijo.

—L-Lo empujé—susurró este cabizbajo.

—¿Qué hiciste?, no te he entendido, dilo más alto—exigió su madre.

—Que yo lo empujé—Dijo este levantando la cara y hablando más claramente.

—¿Cómo qué lo empujaste?, ¿cuándo? ¿dónde?, ¿Y por qué?—preguntó nerviosa Jay.

—Tranquila mamá, sino no te lo digo—dijo este mirándola con miedo.

—Por favor habla—dijo molesta pero intentando mantener la calma.

El chico tomó aire y miró a su madre a los ojos.

—Recuerdas el día del trabajo, cuando NuNew fue al hospital por caerse y golpearse la cabeza.

—Oh Dios mío—dijo Jay asombrada, mientras levantaba una mano a la boca—...¿Tú lo tiraste?, ¿por qué hijo?

—Él me tocó mamá y yo estaba furioso porque me estaba preguntando por mi padre. No quería hacerle daño, lo juro—confesó este llorando—Lo siento mucho.

Jay respiró profundamente varias veces para tranquilizarse.

—Bueno hijo, fue un accidente pero debiste decirlo. Anne y su marido piensan que fue otra de sus torpes caídas.

Zee la miró y negó con la cabeza.

—No es torpe mamá. NuNew no se cae sólo, ni tampoco pierde, ni estropea sus cosas.

Jay lo miró frunciendo el ceño.

—No me digas que esos dos.

Zee asintió mientras secaba sus lágrimas con su manga, ante la atenta mirada de su madre.

—NuNew sufrió y sigue sufriendo bullying en la escuela.

Jay no podía creerlo y volvió a taparse la boca asombrada.

—Oh Jesús

—En su antiguo colegio, sus compañeros le hacían la vida imposible, aunque él dice que solo eran bromas, per...

—¿Y aquí?, en vuestro colegio son tus amigos...dime que tú no se lo has hecho hijo, dime que no has tenido nada que ver.

El chico se quedó callado, sabía que si respondía con toda la verdad, su madre sufriría muchísimo pero tampoco podía mentirle pues tarde o temprano acabaría descubriéndolo.

Este finalmente pensó que ya había llegado el tiempo de admitir sus culpas y también de asumir las consecuencias, las cuales podrían acarrear terribles e inevitables consecuencias.

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Esto se acaba

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3. Cruce de miradas - ZeeNuNew - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora