Doce

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Zee no era capaz de pegar ojo, ya que se había quedado muy intranquilo por lo sucedido a NuNew, después de que su madre hubiese llamado a Anne para preguntar por él y esta le dijese que permanecería en observación al menos veinticuatro horas.

La verdad era que se sentía extraño y no entendía porqué a pesar de ser un auténtico cabrón con el castaño y ser el causante de su caída, este no lo no había acusado ante sus padres pues estaba claro que no había dicho nada de lo que le sucedía a su ropa y sus cosas cada día.

No sabía si era porque era tan bueno hasta el límite de ser un tonto de remate o era leal porque escondía algo más.

En todo caso, lo cierto era que si algo malo le pasaba a NuNew, él sería el culpable y jamás se lo perdonaría pues hacerle trastadas no era lo mismo que causar un daño así.

En un momento de la noche, este recordó su boca, sus labios rosados y regordetes, también el beso que se habían dado y lo bien que se había sentido, ni por asomo había sido como besar a una chica o incluso a Saint.

Sintió un cúmulo de sensaciones y sentimientos contradictorios, los cuales le hicieron que diese mil vueltas en la cama, hasta que se hizo la mañana.

...—Menudas ojeras tienes, cariño—habló Jay al verlo entrar en la cocina.

—¿Sabes algo más de los Chawarin?—preguntó este sentándose a la mesa sin mucho ánimo.

—No, aún no he hablado con Anne...lo cierto es que pensaba llamarla más tarde, pobre, ni me imagino lo que deben estar pasando con su hijo... El pobrecito es tan delicado y sensible, es una pena que sea tan torpe y dé esos sustos y preocupaciones a su madre.

—¿Torpe?

La mujer sonrió con pesar.

—Oh si, al parecer es muy propenso a manchar y destrozar su ropa, golpearse y también a perder sus cosas.

Tras escuchar eso, Zee sintió rabia pues sabía que el castaño había mentido sobre lo que le estaba ocurriendo en verdad para no delatarlo ni a él, ni a Kong y Ton, lo que ya no tenía tan claro era el motivo.

Jay cogió su café y se sentó con su hijo en la mesa y suspiró profundamente.

—Sabías que en su otro colegio también tenía accidentes así cada dos por tres, pobrecito debe ser muy despistado—habló esta de nuevo.

—¿Accidentes?

Esta asintió.

—Si, Anne me contó que siempre llegaba con algún golpe, con su ropa mojada o destrozada y siempre decía que se había caído.

—Pobrecito, además está lo de su enfermedad, la cual se agrava sin remedio.

—¿De qué hablas?, ¿Qué enfermedad?

Jay suspiró.

—Oh, bueno, es que NuNew es asmático y sufre crisis muy a menudo...necesita medicación constantemente, ¿No lo sabías?

Eso enfureció a Zee pues tenía el tenedor en su mano y lo dobló mientras la había escuchado, no sabía porqué pero escuchar que NuNew era enfermo y que ya había sufrido bullying en su otro colegio, no le había gustado nada.

Este dejó su desayuno a medias, de repente se le había quitado el hambre, entonces cogió su mochila y se fue.

Al llegar al Instituto, sus amigos se le acercaron algo molestos.

...—Oye, ¿qué le hiciste ayer al mariquita?, hoy ya no ha venido en el autobús y no lo veo por ninguna parte...eres un egoísta hombre, nos has jodido toda la diversión—habló Kong riendo.

—Bueno aún nos queda el marica pequeño, a ver si viene hoy—dijo Ton buscando a James entre los chicos y chicas de primer curso que entraban al centro.

Zee los miró pero no dijo nada solo pensaba en los cabrones que eran y en que solo se divertían si tenían a los débiles, de repente sintió asco de ser amigo suyo y de sí mismo también.

—Eh oye, ¿me oyes?...¿qué te pasa?, te estoy hablando—dijo Kong de nuevo al ver que este comenzaba a andar sin hacerles caso.

Ton entonces corrió y lo agarró de la mochila para que se detuviese y se girase pero entonces Zee reaccionó mal y sin pensarlo levantó su puño, se dio la vuelta y lo golpeó en la cara y lo tiró al suelo.

Kong al verlo reaccionó y fue junto a este para detenerlo pues este iba a golpear a su amigo otra vez.

—¡Hey oye!, ¿qué te pasa?...¿estás loco?, es Ton.... ¡tranquilo hombre!... ¡no querrás matarlo como tu padre mató a ese tipo!, ¿Verdad?.

No pasaron ni dos segundos cuando este volvió a levantar su puño y golpeó a Kong tirándole al suelo también.

—¡Iros a la mierda los dos, jodidos mamones!—gritó furioso mientras el bedel de la escuela lo separaba de estos y le llevaba cogido de un brazo hasta el despacho del director.

—¡Estás muerto me has oído Zee!, ¡jamás vuelvas a acercarte a nosotros!—Le gritó Kong sujetando su mandíbula.

—¡Me importa una jodida mierda, malditos idiotas

Mientras, NuNew en el hospital, estaba intranquilo, ya que no hacían más que hacerle preguntas, mientras le realizaban distintas pruebas y con los nervios había tenido ya un par de crisis asmáticas pero rápidamente había respirado su inhalador, el cual llevaba siempre con él y del que por suerte aún sus abusones no sabían nada.

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3. Cruce de miradas - ZeeNuNew - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora