Ocho

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Llegó la mañana del lunes y tras despertarse y arreglarse, NuNew bajó a desayunar.

A pesar de lo contenta que su madre estaba porque en la noche del sábado, la cena vivida con sus invitados había sido un éxito, esta aún seguía molesta con él pues no le había querido contar qué le ocurría.

Había preferido callar para no preocuparla y no alimentar más sus ganas de querer irse de allí, ya que tampoco deseaba propiciar otra pelea entre sus padres.

Ya bastante mal estaban las cosas entre los dos, aunque hubiesen estado fingiendo toda la cena con los Pruk, la noche anterior.

Finalmente, el castaño se fue al Instituto y ésta vez cogió el autobús, ya que su padre había tenido que irse mucho antes a la oficina.

El viaje en el transporte escolar fue un tormento pues resultó que Ton y Kong lo cogían todos los días, así que estuvieron todo el rato metiéndose con él y llamándolo «Mariquita» y moviéndole el asiento.

Además de con él, este se dio cuenta de que también se metían con un chico bajito, él cual estaba cabizbajo y que no decía una sola palabra pero si lo miró varias veces, como queriendo decirle algo.

Al llegar a clase, las burlas continuaron, esta vez metiéndose con sus pantalones y jersey rosa claro, el cual le encantaba porque mucha gente le decían que resaltaban sus lindas facciones.

Zee permanecía en su sitio junto a sus dos amigos y aunque a veces se reía, no parecía ser como en el días anteriores, por lo que incluso el castaño se aventuró a pensar que parecía triste.

NuNew creyó que quizás sus padres lo habían vuelto a regañar y que su madre le había dicho algo sobre lo de parecerse a su padre biológico, al que él tanto odiaba o que quizás simplemente estaba pensando en sus cosas y no le interesaba las bromas.

Lo que en realidad pasaba, era que el primogénito Pruk estaba pensando en Saint, ya que se había quedado muy descolocado, después de saber que ya estaba saliendo con otro chico.

En cierto modo, en el fondo, ya se lo había imaginado pues él se había portado como un capullo, dándole la espalda como Max le había dicho y había sido un gilipollas total, comportándose como un cobarde y no mostrarse como realmente era.

Estaba muy dolido, ya que había perdido a una persona muy importante y no sólo eso, había contribuido a que el pobre lo pasará mal con todas las gamberradas que le habían hecho sus amigos, propiciando que finalmente éste se fuese a otra cuidad y a otro instituto.

Zee estaba confuso y muy asustado, ya que tenía mucho miedo de decírselo a su familia y que los demás supiesen que le gustaban los chicos, que había estado saliendo con uno en secreto, ya que no quería volver a ser objeto de burlas y desprecios.

Este pensaba que tenía bastante con que su madre lo acusara de ser un bala perdida como su padre, para además le pusieran la etiqueta de gay y se riesen de él.

Sabía que Ton y Kong no eran una buena influencia pero no tenía otra alternativa, prefería que lo vieran como un gilipollas, qué ser objeto de bullying como Saint, NuNew y otros.

Finalmente, este se guardó sus pensamientos y su tristeza y empezó a reírse con las payasadas que le hacían al chico nuevo, el cual ya estaba a punto de llorar y de salir corriendo por la puerta.

El maestro llegó y vio lo que sucedía, entonces pidió explicaciones de quién había tirado las cosas del castaño.

...-¿Quién ha sido?, ¿Se puede saber quién le ha tirado todas sus cosas de la mochila?

Nadie dijo nada, así que éste preguntó a NuNew pero el chico miró a sus compañeros, los cuales lo miraban con sus miradas de advertencia y finalmente dijo que se le habían caído a él.

El profesor no se lo creyó y los castigó a todos sin recreo una semana y también les mandó hacer un trabajo por equipos y presentarlo en unos días.

El trabajo consistía en que debían ponerse por grupos de cuatro y buscar información sobre el bullying y las consecuencias de este.

Ton y Kong ya empezaron a hacer ruidos de desagrado con la boca y a protestar, así que el maestro ya hizo el primer grupo y solo se le ocurrió ponerlos a ellos dos con Zee y NuNew pues pensó que al ser tan opuestos y seguro los causantes de todo, al pasar más tiempo con el chico nuevo, lo conocerían mejor.

Este pensó que le darían la oportunidad de poder abrirse e incluso pudiendo llegar a ser amigos como había ocurrido con Zee, cuando este había llegado años atrás.

El profesor comenzó con la explicación en la pizarra, mientras los tres repetidores miraron fijamente al cabizbajo castaño.

...-Joder, ni de coña haré ningún trabajo con ese mariquita-susurró Kong

-Y yo mucho menos-dijo también Ton con una mueca-...yo no quiero que me contagie su asquerosa homosexualidad.

-¿Y tu Zee?

........

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3. Cruce de miradas - ZeeNuNew - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora