3. Cruce de miradas - ZeeNuNew - Terminada

Dieciséis

Al entrar en clase de nuevo, Kong y Ton se acercaron inesperadamente a Zee.

—Te hemos visto con el mariposa cuando lo acorralabas contra la pared, nos alegra que vuelvas a ser el mismo de antes pero avisanos, nos lo habíamos creído—Habló el más bajo.

—¿De qué mierda hablas Kong?

—Todo eso de enfadarte con nosotros es una estrategia para camelarte al nuevo y luego darle donde más le duela ¿no es así?— añadió Ton sonriendo.

Zee chasqueó la lengua y tras coger sus cosas se cambió de lugar con otro chico, el cual al verlo a su lado se levantó rápidamente de su silla.

Este había decidido no sentarse más con ellos, ni participar en sus humillaciones por diversión a los más débiles pero al parecer estos no habían cogido el mensaje.

Había comprobado que esos dos le habían dado la espalda en cuanto pudieron, por lo que había visto que nunca habían sido sus amigos realmente.

—Hey, ¿Que demonios te pasa?—preguntó Kong acercándose nuevamente.

Este resopló y los miró molesto.

—Algo tendrá que ver que me hayáis puesto verde ante todos en la semana que he estado expulsado, además, ¿qué pasa?, ¿no sabéis en que pasar las horas muertas sin mi?.

—Oye perdona tío, es qué pegaste a Ton y luego a mí por defender a ese marica de Chawarin y...

—¡Callate!—gritó este— ¡volveos a vuestro lugar, no seremos amigos nunca más!, ¡paso de vosotros y de vuestras gilipolleces!.

Ton se acercó y le dio un puñetazo, entonces este se levantó y lo golpeó también, entonces Kong volvió a golpearlo, enzarzandose en una pelea.

Rápidamente el profesor con ayuda del bedel y otro profesor consiguieron separarlos.

—¡Lo ves Kong!, ¡ya te dije que era un marica igual que Saint, seguro que ahora le gusta el marica de Chawarin!, ¡por eso se pone así!—gritó Ton fuera de sí.

—¡Vete a la mierda Zee!, ¡Jodido marica!—gritó entonces el más bajo.

Este lanzó patadas al aire mientras era arrastrado fuera del aula.

—¡Os mataré hijos de puta!, ¡Os mataré a los dos!

Según se fue acercando al despacho de la directora, Zee se lamentó de lo que había dicho y hecho pero no había podido contenerse y eso podía costarle un nuevo disgusto a su madre.

Finalmente, la directora los castigó con trabajos como recoger todos los papeles y basura del recinto escolar y también ayudar en la biblioteca pues había comprobado que expulsar a los rebeldes no servía de nada.

Al llegar a casa, este subió con cuidado las escaleras y se tumbó en su cama pues no quería decirle nada a nadie y no quería preocupar a su madre pero sus hermanas vinieron a su habitación extrañadas de su encierro.

—¿Estás enfermo?, ¿Quieres que le diga a mamá?—preguntó May.

—No, no hace falta, estoy bien, solo quiero estar solo.

—Si estás bien, ¿entonces qué haces tumbado en tu cama?, en vez de estar vagueando con los imbéciles de tus amigos—habló entonces Lyn.

—Ellos ya no son mis amigos, son unos capullos y los odio.

—Entonces es verdad,  lo que se dice en el colegio—volvió a hablar May.

—¿Él qué?

—Eso de que os peleasteis y que eres gay porque te gusta NuNew—contestó Lyn.

—¿Cómo qué me gusta NuNew?....¿qué Nu-Nunew?—preguntó este mirándolas incrédulo.

—Nunew Chawarin, ¿quien más?, él es el único de la escuela que está pasable—habló nuevamente su hermana haciendo una mueca con la boca.

—¿Podéis iros por favor?, quiero estar solo—Habló de repente este bastante molesto y sujetando su panza.

—¿Te duele ahí?, ¿qué te ha pasado?, llamaré a mamá—dijo May echando a correr.

—Noooo... no la mo-molestes—intentó detenerla Zee pero ésta no se detuvo.

—¿Qué es lo que pasa?, ¿por qué no quieres que avise a mamá?—pregunto su otra hermana confusa.

—No quiero preocuparla, eso es todo.

Lyn rió.

—¿Desde cuando te detiene no preocupar a mamá?, desembucha, ¿qué es lo que pasa?, tú sabes algo y no lo quieres contarlo.

Este resopló molesto.

—Yo no sé nada, son imaginaciones tuyas, estás paranoica.

Jay llegó junto y tocó la frente de su hijo.

—¿Qué pasa mi vida?, ¿no te encuentras bien?

—Mamá, no es nada, mis hermanas exageran mucho.

—Niñas, iros a hacer vuestros deberes.

Cuando estás se fueron, Jay miró seriamente a su hijo.

—Sé que lo sabes cariño... Mark me lo dijo y estoy bien así que no te preocupes, tú no tienes la culpa, dime que te ocurre.

Este la miró y la abrazó fuertemente.

—Lo siento, me he vuelto a pelear con Kong y Ton, son unos idiotas y me d-duele mucho a-aquí.

Jay lo miró preocupada y le levantó la camisa encontrando dos moratones.

—Vámonos rápidamente al hospital cariño, esto es peligroso. Tienen que hacerte una radiografía y después llamaré a los padres de esos chicos.

—No  mamá, será peor.

—Tus hermanas llevan hablándome de tus amigos y todo lo que han dicho de ti—dijo Jay ayudándole a levantarse.

Este negó con la cabeza.

—No solo de mí mamá, también molestan a NuNew.

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