Si un expediente dice nuestra edad, nuestro nombre, nuestra ocupación y alguno que otro detalle de importancia, la pregunta es la siguiente: “¿Son tan fáciles de engañar?”
Tiene diecinueve años y a pesar de no querer, era hora de que tomara en sus manos el negocio familiar. Siempre ha sido una chica inteligente que opta el perfil más bajo de todos, una posición con la que pocos logran conformarse. Nadie creería si dijera que pertenecer a la pandilla “Star red”, sin embargo, conoció a la persona más bella de este mundo entre tantas manchas. Digo bella pero no me refiero solo a su físico sino también a su personalidad.
Aysi siempre escuchó hablar desde su ingreso a los altos puestos sobre Lía. Algunas de las presentes que llevaban más tiempo en la pandilla decían que estaba muerta por su repentina desaparición. Otras afirmaban que estaba viva, pero por lo que decía el expediente; daba una impresión completamente diferente. Muchas veces Aysi se preguntó si el asunto que se discutía aquella mañana en un camuflajeado “encuentro de viejas amigas en un café”; le iba a servir mejor que un entrenamiento. Como pruebas de que Lía merecía estar en lo que ellos llamaban “libros rojos”, mostraron en una tableta el video de sus asesinatos. Tuvo dudas porque seguía sin comprender el verdadero trabajo de Star red. Quiso preguntar, no obstante, si seguía viendo el video creyó que era a ella a quién debía de ver. Cuando llegó el momento de que dijera si estaba de acuerdo con el resto del grupo en ponerla en los libros, Aysi dijo que sí. Otra en su lugar quizás diría que no, más, recordó su posición. No iba a ocupar cualquier puesto, el puerto más importante necesitaría de personas como Lía.
Teniendo la tarde libre hizo una pequeña visita a la dirección que el expediente decía. Viendo el estado del edificio se convenció un poco de que la situación mental de esa niña era causa de una vida dura. Cruzó el portón de madera sin cerrojo, a un lado una pista de fútbol y del otro lado un césped que cubría las rodillas. Llegar a las escaleras fue casi un golpe a su nariz, el olor a orina concentrado era asqueroso y sin contar las heces fecales de los perros. En su mente se preguntaba cómo alguien podía subir diario por allí. Con la mano en su nariz subió cada escalón llegando a la primera planta. Dos apartamentos, uno frente al otro, pero el de la derecha correspondía a la numeración en los papales. Tocó la puerta varias veces, sin respuesta.
Asomada en el balcón vió a una chica parada en el muro. Los movimientos que hizo usando las porterías sin red como barras, coincidían con la descripción en el historial. Sus ojos la vieron usar la segunda portería como entrada al balcón del apartamento. Tocó con fuerza, en un futuro ella iba a ser necesaria. Un chico en camiseta y bermudas abrió la puerta, Aysi supuso algo muy obvio. Siendo directa y educada, pidió hablar con Lía. El chico la miró vacilante, hizo una seña y una chica en ropa de salir hizo presencia. Lía besó a su novio para que se fuera, aunque tuvo sus objeciones el chico hizo caso. Solas las dos, una adentro y una afuera, Líadan chasqueó los dedos. Para Aysi que empezaba nueva aún era difícil leer las señales.– ¿No sabes que significa? –preguntó Líadan tomando de sorpresa a Aysi, jamás creyó que fuera tan directa–Significa despierta.
–Me llamo Aysi.
–Lo sé. Eres la novata que han estado preparando para cambiar a la líder.
–Hace tiempo que no te reportas y lo sabes.
–Llevo aproximadamente unos dos años que la pandilla no sabe de mí. ¿Qué quieres?
–Preguntarte un par de cosas. Tengo tu expediente.
–Habla y vete antes que me arrepienta.
– ¿No puedo pasar?
–El intercambio de palabras que deberíamos de llevar tú y yo es únicamente el saludo. Ser valiente y venir en mi búsqueda, fue un error.
–Como futura líder puede ver en los vídeos que tienes lo necesario para combatir rivales.
– ¿Y siguen de moda ser rivales? ¿Por qué te eligieron?
–Dicen que por mi perfil bajo. ¿Y a ti? ¿Qué te condujo a matar personas?
–Lo mismo que te va a llevar en un futuro a ti. ¿Hemos terminado?
–No. Quiero saber, ¿Cuál es el verdadero trabajo de Star red?
–Aquel que se impone.
–Mi amor ya estoy listo–el chico apareció vestido casual tomando a su novia por la cintura– ¿Nos vamos?
–Vámonos cariño. Ya la conversación terminó.
La pareja salió de la casa dejando a Aysi peor que confusa. Sabiendo que no iba a recibir nada más de ella por ese día, se marchó a su casa. Viendo los vídeos de nuevo se convencía que la chica de la puerta no era la misma de hace dos años. Cansada de tantas preguntas sobre su cambio y desaparición, pero sobre todo que sepa de quién era ella; dejó el asunto a un lado para concentrarse en otro. La pandilla del violinista era peligrosa, ellos si se dedicaban al asesinato. Un raro detalle fue la sonata que tocaba el violinista al acabar con sus presas. A diferencia de Líadan, el expediente del chico estaba vacío.
Dándose cuenta del truco principal, agarró los papeles quemándolos y sin pruebas digitales sobre ellos, quedaban por escribir aquello que era correcto. Subestiman su inteligencia y perfil bajo. Star red no era un grupo fácil de dirigir, más, como futura líder creyó necesario pensar bien en sus próximos pasos. Viendo su celular encontró un mensaje de su amigo Rishi donde le recordaba que mañana empezaba la escuela. Con prisa fue a preparar la mochila, aunque al mirarse en el espejo se decía a si misma que nadie iba a creerle el disfraz. Todo por cumplir con las obligaciones y las tareas. Esperaba poder encontrar al chico que buscaban y pasar el menor tiempo posible aumentando las posibilidades de ser descubierta. Mañana iba a ser un día muy duro.
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Yo soy tu máscara
FantasyLas mejores personas son aquellas que no tienen juicio, pero están conscientes de sus actos; pero incluso éstas usan máscaras. ¿Cómo se sabe quién es realmente aquel que toca la sonata? Solo un verdadero amor hace sacrificios. ¿Ese amor es el amo...