Yo soy tu máscara

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"Sacrificar todo por nada, a veces tiene su recompensa"

Flash Black

"Conocí a Lía cuando apenas empezaba a practicar el violín. Ha sido un problema continuar con mis prácticas porque apenas empiezo ya vienen a matarme. Debería de estar asustado, más, soy el cebo y en mi posición no hay miedo que me haga doblegarme. Mis enemigos saben que mi violín es mi arma, no hay mejor melodía que aquella que se toca para honrar a los fallecidos.
He mejorado mucho, pero olvidar mi primer encuentro con Lía ha sido difícil. Ha pasado un mes, y me parece gracioso que no haya venido mi pequeña acosadora. A veces me pregunto si se alejó de mí por el tema de ser rivales. Star red nos tiene en la mira desde hace meses porque somos un buen grupo. Conformado por cinco miembros cuando ellas requieren de un ejército de mujeres para defenderse. No confío al cien por ciento que Lía haya venido por cuenta propia, pero dicen que las acciones hablan más que las palabras. Su forma pacífica de comportarse y después ser agresiva con inmensas ganas de matar, es como si fuera controlada. Alguien que le dice cuando ser así, aunque a veces me parece una gran estratega, Lía es una serpiente. A veces se arrastra hasta el punto donde puede atacar y tras ganar ventaja saca sus colmillos. No tiene miedo a morir, o al memos no lo demuestra. Observarla a sido divertido, creo que le rendiría honores si me dijeran que lidera el grupo. Nunca he visto que los jefes tomen responsabilidades tan bajas, eso significa que soy peligroso. Divertido, aunque yo si no tengo nada que ocultar.
Salí de la casa a hacer las compras, me estoy quedando sin comida. Nadie me creería si dijera que en callejón al lado del edificio, Lía estaba envuelta en sangre. Me apresuré a revisar su pulso, aún respiraba. La cargué en mis brazos llevándola a mi apartamento, el hospital me hará muchas preguntas.
Dejando a Lía encima de la mesa abrí su abrigo dándome cuenta que estaba desnuda con una gran herida en el hombro.

¿Violación?

No parecía ser el caso. Volví a cargarla para llevarla al baño, aunque al dejarla en la tina me di cuenta que su cuerpo destiló una sustancia amarilla brillante.

-¿Qué es esto?-saqué la mano del agua-Es como si fuese tierra.

-¿Nikola?

Bellos ojos verdes me miraban reconociéndome. Jamás vi semejante brillo en sus pupilas. Me acorraló con la mirada. Le sonreí nervioso, era hermoso como su inocencia se refleja en estos momentos a pesar de tener ojos de cazador y no de presa.

-¿Te encuentras mejor?

-¿Dónde estoy?

-En mi casa. Te encontré envuelta en sangre. ¿Qué pasó?

-Estuve en una pelea, nada en especial. Me desmayé antes de poder subir.

-Eres un problema. Estabas desnuda, ¿te pasó algo en medio de la pelea?

-No, fui atacada cuando terminé de bañarme-por primera vez vi las mejillas de Lía de un color distinto.

-¿Corriste hasta aquí?

-No, mi gimnasio queda cerca.

-Bañate. Iré a preparar algo de comer.

-¿Te bañas conmigo? Creo necesitar ayuda.

-No es lo correcto, pero esta bien.

Empecé a desvestirme y a pesar de no ser la primera vez, siento vergüenza. Ahora que lo pienso, Lía será la segunda chica con la que comparto el baño. Volteé a verla sin haberme quitado aún la ropa interior, Lía mantenía su cabeza pegada a la pared con la vista en el agua. Por respeto no me quité la prenda, aunque mi tina es pequeña. Sentarnos uno frente al otro quizás funcione, pero es incómodo.