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"Un truco robado, un truco descubierto"

Aysi con sus pantalones negros y camisa blanca, su cabello largo recogido en una coleta y cero maquillajes; daba impresión de ser un chico delante del espejo. Mentirse a sí misma era peor que su primera idea de pasarse por novia falsa. Convencida que no iba a ir a ningún lado hasta que no pensara bien sobre como entrar a la escuela sin ser descubierta, halló la solución en un concurso que anunciaban en el periódico. Ropa formal le sobraba, verse elegante era una costumbre desde que tenía memoria. El siguiente problema era el parlamento a decir, otras dos horas practicando. Al intento número desconocido que logró decir la hoja completa sin equivocarse, dispuso de salir.
Frente a la escuela visualizó el autobús de los nuevos integrantes. Dándose cuenta a última hora que no llevaba un pase por si se tropezaba con algún profesor, Aysi tuvo la idea de llamar a su compañera de trabajo que era maestra de esa escuela. Gracias a ella se supo que el muchacho era un estudiante y detalles como el físico y donde vivía.
Tres chicos que iban corriendo fueron el nuevo centro de atención. El primero pudo cruzar la reja de hierro antes que se cerrara automáticamente. El segundo chico le lanzó la mochila, pero al fallarle los pies tuvo ayuda de un estudiante que apenas cruzaba para que no cayera al suelo. Lo nunca antes visto sucedió con el tercero, con la mochila sobre los hombros se impulsó hacia adelante apoyando sus manos en el suelo impulsándose en un gran salto. Felices de estar los tres del otro lado se apresuraron en correr hacia adentro de la escuela en medio de un mar de aplausos.
Una vez el autobús estacionó adentro del campus de la escuela, Aysi se bajó con la seguridad de que iba a ser rápida su estadía. Entre los muchachos que aplaudía hubo un rostro que se le hizo conocido. Sin embargo, cuando visualizó un par de tijeras, ese mismo chico se adelantó a recogerlas. Aysi pudo notar la sonrisa, aquello fue extraño.
El llamado de una profesora hizo que volteara en el momento donde sus miradas pudieron haber chocado, más, a aquel desconocido no le importaba esa reunión. 
Al terminar Aysi la reunión con la profesora, se percató de la desaparición del chico.

-¿Disculpe? -llamó a la profesora que se volteó a verla-¿Quién era el chico que estaba hace unos minutos aquí?

-Se llama Nikola-pronunció la profesora con gran carisma-Se salta las clases desde hace dos años. Saca buenas notas.

-Un chico prodigio-dijo con ironía.

-Pudiera decirse que sí.

Aysi dejo que la profesora se fuera, el nombre ya le recordaba algo. De camino a su salón de clase tras subir escaleras de al menos cincuenta escalones, se topó con la espalda del famoso Nikola. En silencio, pasos cortos, incluso deteniéndose un poco lejos, observó como Nikola se detuvo ante el famoso gimnasta que impresionó a todos con sus movimientos. Detuvo a un chico moreno cuyo rostro no era normal, sus rasgos eran mucho más finos y el color de sus ojos era anormal. Aunque al verlo de frente, tuvo una leve idea de quién pudiera tratarse.

-¿Quién es?-le preguntó por el gimnasta.

-Es Nikola y uno de sus cuñados-contestó el estudiante con extrañeza.

-Ya puedes irte.

-Qué tío más raro eres.

"Soy mujer", lo pensó a gritos, pero no lo dijo para mantener el perfil bajo.

-¿Algo más?-se ofreció el moreno-Conozco a ese par. ¿Te interesa alguno de los dos?

-¿No está prohibido fumar?-Aysi se enfocó en el gimnasta.

-Líadan es fumador, no hemos podido quitarle el vicio. ¿Me respondes una pregunta?

-Supongo.

-¿Qué hace la novia de mi hermano en la escuela?

Yo soy tu máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora