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"Solo un beso puede ocasionar milagros"

Que llegara la hora de almuerzo fue un alivio. Nikola desde el balcón en la tercera planta de la escuela, pudo ver a una chica que se parecía mucho a su novia y a Líadan juntos. Por la altura no escuchaba la conversación, aunque él solo tenía el miedo que ella le atacara. Ya no era tan frecuentes, pero a veces sorprendían. Seguro que no iba a pasar sacó las tijeras recordando el momento. Incluso él se sorprendía del tiempo pasado. Miró de nuevo a la pareja, lágrimas se desbordaron al ver el beso que compartían, aún sin tener la seguridad de que fuera ella. Desde que conoció la historia quiso mantener el margen y a la vez defender su territorio, no obstante, sabía que iba a pasar en algún momento. Por muy doloroso que fuera bajó para impedir que lo hiciera. Llegado cerca del terreno, oculto detrás de las columnas, se encontró con algo inesperado.
La altura le hizo equivocarse de mujer, aquella chica que se besaba con su cuñado no era su novia. Tras descubrir una inquietud en su propio corazón, si dijo a si mismo que la próxima sonata tendría su nombre. De vuelta a su escondite visualizó en la puerta de un salón, a Aysi que recientemente se reunía con las profesoras.

-¿Estas mujeres no se cansan? Puedo hacer acto de presencia, más, estoy vigilado-lo decía por sus cuñados y por el idiota que trabajaba con él.

-Menos mal que lo sabes-una voz familiar y la presencia enfrente suyo, no eran buenas señales.

-¿Qué haces aquí Lebret? Hoy es que conozco tu nombre.

-Trabajar. Tengo que hablar contigo-Lebret con las manos en los bolsillos se acercó a Nikola.

-Soy todo oídos.

-Tú y yo podemos hacer mucho más que solo beber en la noche.

-Esta bien. ¿A qué hora te veo?

-A las ocho en mi casa. Lleva tu mejor bóxer.

-¿Leíste mi mensaje? Asegura la vida de tu hermana-Nikola solo cerró los ojos, aún no era momento de verse en ese estado.

-Aún me pregunto como es que tienes novia. De seguro es una loca como tú.

-Aquí el loco soy yo, ella es la cuerda.

-Vuelvo a mi trabajo. No faltes o te saldré a buscar.

-Desde ahora te digo que no me verás en el salón.

-Tampoco quiero verte la cara.

-Necesito que investigues a esa chica. El supuesto nuevo estudiante-con disimulo señaló a Aysi.

-Esta noche sabrás quien es.

-Adiós.

Nikola se retiró antes, pero Lebret sostuvo su brazo haciendo que retrocediera. Caminó delante del alumno con gracia, aunque para Nikola eso fue una ridiculez. La tarde pasó más rápido que la mañana. No haber prestado atención al reglamento que se leía costó no solo un regaño, sino también ser quién limpia. Cuando todos los estudiantes se marcharon, incluido Nicolás, recibió una grata visita. Ver a su novia entrar fue alegría, sobretodo después de haber descubierto esa nueva faceta.

-¿Qué haces aquí? -le dijo en un tono neutro, Nikola nunca fue de usar un tono meloso.

-Vine a buscarte.

Yo soy tu máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora