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"Viejas amistades, duras realidades"

Kamran y Nicolás respetaron el espacio a solas que Líadan pidió tras contarles una bonita historia. A los dos mayores no les cabía en la cabeza aquella confesión, pero al ver como la profesora Coleta entraba al salón, quisieron impedirlo, sin embargo, algo les dijo que se detuvieran.
Coleta miró a Líadan con desprecio, y más después del susto que pasó. Líadan por el contrario sonrió satisfecha, aunque dejando a su novio de lado; estaba preparada para atacarla si volvía a cometer otra locura.

-¡Estoy harta que te lleves todo!-Coleta no se contuvo, total, no hablaba con ninguna desconocida.

-No me interesan tus celos, mejor explica el asunto de Aysi.

-No es importante-Coleta había sido una de las participantes de la reunión en el café-Lo esencial es que éstas en los libros. Dentro de poco serás nombrada.

-Mi hermano aún no me ha dado respuesta.

-¿Y cuál será el próximo paso? -quiso saber por si había algo que informar.

-Que dejes a mi novio y a mis hermanos en paz-Líadan hizo con sus manos una tijera en señal que iba en serio-Bastante trabajo costó que creyera mi actuación de niña demente.

-Digamos que hace dos años si tenías esos problemas.

-¿Problemas mentales porque me ligue a un músico? Quizás.

-Siendo sincera, envidio esa parte de ti. Lograste quedarte con cuatro chicos para ti.

-Seis hombres si cuentas a mi novio.

-Que me ligue a uno no hace diferencia.

-Si la hace porque no te quiero de cuñada.

-Eres cruel.

Coleta y Líadan rieron como buenas compañeras que eran. La profesora no dejó de pasar la oportunidad para corregirle un par de detalles sobre la actitud de Líadan. Puede que vivieran juntos, no obstante, Coleta era quién le vigilaba. Tomó punto de partida para informarle sobre la relación del músico y Lebret. Líadan chasqueó los dedos, Coleta no dijo nada más conduciendo sus pasos hacia la puerta. Nicolás y Kamran pudieron ocultarse a tiempo, más, no entendían que pasaba. De vuelta al salón tuvieron que callar al ver con deseos Líadan lloraba.

-¿Lía que sucede?-Nicolás se acercó primero preocupado.

-Es Líadan-aferrada al pecho de su hermano trató de darle las malas noticias-Acaba de decirme que no volverá. ¡Por eso quería ir yo!

Nicolás prestó su consuelo derramando lágrimas, Kamran a pesar de las dudas por lo escuchado no evitó creer en ese rostro llorón. Líadan no mentía, que su hermano no volviera significaba una sola cosa. Nikola despertó encontrando a los tres hermanos abrazados. Preguntar era hablar por gusto, lo primero que se la pasó por la cabeza era que sus lágrimas tenían que ver con su novia. Ser informado que no volvería, fue un golpe muy fuerte, aunque la que más dolor sufría era Lía al ver a Nikola contenerse.

-Nikola-le llamó con un hilo de voz.

-¿Por qué no va a volver? Al menos eso pueden decirme-teniendo presente el riesgo que corrían pidió aquello con los ojos a punto de llorar.

-Parece que tomará más tiempo-fue todo lo que Líadan pudo responder.

-¿No hay nada que tú puedas hacer?

-No.

-¿Por qué la dejaste ir?

Nikola golpeó a Líadan de la frustración aún sin saber que a quién había golpeado era su novia. En respuesta, Líadan solo quiso consolar su dolor y consolarse a si misma. Nikola por vergüenza no aceptó el abrazo, en su interior se decía que él podía haber hecho algo. Sin decir otra palabra se marchó dejándola peor que al principio. Kamran y Nicolás solo pudieron apoyarla a superar esa tristeza.
Afuera de las áreas visibles de la escuela, Nikola lloraba de amargura. Quien escuchó su llanto y se presentó delante fue Lebret, aunque al verlo tan patético suspiró. Lebret ayudó a Nikola a valerse por si mismo, a usar el violín y ser alguien que todos quieran. Que le pillara llorando, no haciendo otra acción, solo sentado con la cabeza sobre las rodillas y abrazando sus piernas; fue un nudo a su garganta.

-¿Por qué te ves tan lamentable?-le pegó en la cabeza con su fuerza bruta-Me dejaste plantado ayer.

-¡Cállate!

-Me debes una visita. ¿Por qué lloras?

-No te importa.

-Muy bien-toma aire-Necesito que investigues a Aysi. Dicen que va a ser la líder del grupo.

-No me importa. Su verdadera líder no va a regresar.

-Imbécil están planeando algo. Hazte pasar por su líder como hiciste aquella vez y averigua que ocurre. Esa es tu nueva tarea.

Aquello puso a pensar a Nikola.

¿Le estarían diciendo mentira?

Él no vio a Lía irse, y a pesar de todo salió otra duda en su cabeza. El truco de hace dos años cuando se infiltró, ¿lo estarían usando?
De pie, limpió su rostro. Actuaba como un imbécil, pero el mismo sentimiento que tuvo cuando creyó que su novia lo engañaba; hizo de su pecho un tambor.

-Acepto mi misión. Mañana mismo iré a buscarla.

-Así es como tiene que hablar un miembro del "Clan Melodías de muerte".

Por la tarde Nikola no regresó a clases. De camino a su casa pensó en que parte de su casa estaría la ropa de Lía. Necesitaba las prendas anteriores, aquellas que una vez dejó en su casa.

Yo soy tu máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora