Brake.

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En el templo, en una habitación, en el primer piso, se encontraba María, descansando aún, a tres días después del suceso de Lucífugo.

María se encontraba en un dormitorio precioso. Este contaba con un baño, par de ventanas dispersas por las paredes que tenían vista a las montañas, una estantería de libros, un closet y una silla justo al lado de la mesa de noche de la cama.

Entran Mai y Tao a la habitación hablando hasta que Mai se detiene al cruzar el umbral de la puerta.

Mai- Abuelo, hay algo que me tiene muy intrigada.

Tao- ¿Qué es Mai?

Mai- ¿Cómo esta chica, salida de una casa en los suburbios -Una larga pausa- una donadie, pudo vencer un demonio de clase alta como Lucífugo, y herir a un demonio de clase Naberius tan fuerte como mi hermano, si él ni siquiera es débil a la luz?

Tao- ...-Pasa su mano por su pelo- Eso es largo de explicar, y antes de tú saberlo, debe de saberlo ella.

Mai- ¡¿Me estás diciendo que ella tampoco lo sabe?!

Tao- Exacto.

Mai- No te creo.

Llega corriendo un chico y se posiciona junto a Mai en el marco de la puerta.

Chico Random- ...-Sofocado y con tono de voz que da a conocer que está preocupado- Señorita -Hace una pausa para tomar aire y señala hacia los dormitorios- Salia y Bell están peleando en el dormitorio.

Mai- Otra vez... -Se gira hacia el abuelo- Lo siento abuelo, tengo que atender eso.

Tao- Es muy interesante la juventud... -Sonríe-

Mai se va.

Tao Zien se sienta al costado de la cama en la que se encontraba María y saca un libro de la estantería que estaba al lado de la cama.

Pasa un tiempo y María despierta.

Tao- ¡Por fin!

María- ...-Se limpia los ojos, bosteza y levanta el brazo izquierdo para estirarse- Aaahhh~ -Mastica en seco aún con los ojos cerrados- Buenos días abuelo.

Tao- Deberías de ver por la ventana.

María- ...-Mira por la ventana- ¡Oh!, Es casi de noche. -Se queda un buen rato en silencio con la mirada perdida- ... -Se pone histérica- ¡Oh, por Dios! Abuelo, ¿Dónde está? ¿Está bien? ¿Lo puedo ver?

Tao- Calma, ten calma. Está en recuperación, no, no le puedes ver.

María- ...-Se calma un poco, pero su mirada sigue denotando preocupación- ¿Cómo llegamos aquí?

Tao- Envié a Mai a buscarlos.

María- ...-Ladea la cabeza en duda- ¿Y como sabías nuestro estado?

Tao- ... Son cosas que te contaré otro día.

María- ...-Aprieta sus puños y mira sus muslos pensativa- ¿Usted lo... Usted lo sabía?

Tao- ...-Tras un rato de silencio responde- Sí... Le conozco desde que era un bebé.

María- ¿Cree que me haya mentido intencionalmente?

Tao- ...-Niega suavemente con su cabeza- Conozco a Leonhart. Él no mentiría a propósito. Menos a alguien a quien busca ayudar.

María- Si usted lo dice... -Se intenta levantar de la cama y no puede- Abuelo, ¿me podría ayudar?

Tao- No. No te puedes mover de ahí.

María- Y qué se supone que haré ahora, ¿morirme aburrida?

Tao- Mañana te vas a poder mover, además... ¿no quieres conocer la historia de Leonhart?

María y el Psicólogo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora