El Gólem de Magma.

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Leonhart- ¿Qué demonios es un Gólem?

Tyrone- Eso son las estructuras formadas de cualquier materia que tenga un núcleo, pueden tener cualquier forma, lo importante para ellos es proteger su núcleo.

Leonhart- ¿Y si sabías qué era, porqué la duda?

Tyrone- Es que... Nunca había visto uno.

X- Que  ni ño tan  in cul to tie  nes  ahí,  Ty  ron.

Tyrone- ...-Se gira hacia el Gólem con una mirada furiosa- ¡¿Quién diablos eres?!

Gólem- No  es  ne  ce s ario   que   lo   sepas     aho  ra.

Precipitadamente, Leonhart se lanzó sobre el Gólem a toda velocidad, sin pensar en lo que esto traería consigo.

Leonhart- ¡¡Hablas muy lento!! -Empuña su espada y se prepara para lanzar un corte- ¡¡Toooma!! -Agita la espada y lanza un corte en dirección al hombro del Gólem, al que se iba acercando-

Corte 4: Ira.

El corte impacta, pero no parece tener efecto y justo cuando la gravedad iba a bajar a Leo apareció otra pelota de Magma ardiente.

Tyrone- Tch. Que insolente es. -Gira un poco su perfil hacia atrás- ¡Ayúdale, Veltesta!

E inmediatamente, el perro salió disparado como una mancha negra y alcanzó a Leonhart a tiempo para empujarle y evitar que la pelota explotáse quemándolo.

Leonhart- ...-Se gira hacia Tyrone- ¡Gracias!

Tyrone- ¡Piensa antes de actuar imbécil!

El calor aumentó repentinamente y en un rápido movimiento, el Gólem giró su cintura ciento ochenta grados y levantó su brazo con la espada en señal de ataque.

La lava cayó de su brazo y combinada con la de su pecho originaron un incendio forestal. El fuego, comparado con el calor que emitía el Gólem, era frío, seco, pero para Leo quien no estaba acostumbrado al calor intenso, era sentirse en el infierno, y a punto de morir por un impacto de una masa rocosa.

Leonhart- (¡¡Mierda!!) -Sale del rango de la espada- (¿Eh?)

Tyrone- ¿No te cansas de que te salve? Porque yo sí.

Leonhart- Jajajajajajah, vamos, eso no te pesa.

Tyrone aterrizó en una parte del bosque que aún no estaba incendiada y dejó a Leonhart.

Tyrone- No te muevas de aquí. -Desenfunda la espada del tintero- Yo me encargaré.

Leonhart- Yo puedo solo.

Leonhart se intentó levantar, pero Tyrone le cortó un mechón de pelo y luego puso la espada en su garganta.

Tyrone- ¿Crees que me importa? Escucha, te faltan años, para poder siquiera con una piedra. Déjame esto a mí.

Leonhart- ... Tch, qué más remedio.

Tyrone- Sólo observa.

Y Tyrone desapareció con un viento leve luego de decir esas palabras.

Leonhart- El cree que soy un ni-

Se intentó levantar, pero el gruñido de Veltesta lo detuvo.

Leonhart- ¿Es en serio?

Mientras...

Tyrone- ¿Qué quieres del chico, Belfegor?

Gólem (Belfegor)- ...-La voz del Gólem se tornó más ágil, pero conrinuaba en su tono de tormenta lejana- El no debe irse del Purgatorio... Representa una amenaza a nuestra jerarquía.

María y el Psicólogo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora