A punto de caer desde una muy elevada altura al borde de un risco, rápidamente Leonhart despertó y miró a todos lados sólo para encontrar a Tyrone tirado en el suelo, boca abajo, un par de pasos a su derecha.
Leonhart- Viejo, que susto me diste. Pensé que habías muerto.
Leonhart recordó la batalla anterior y se alegro de que no fuese así. No había sido por mucho, pero se percató de que Tyrone sería de gran ayuda para salir de ahí.
Tomó luego un poco de aire y se levantó del suelo en el que estaba para revisar el lugar a donde había llegado.
Se encontraba en el pedazo de roca flotante que había avistado antes de entrar en el bosque. Miró hacia abajo y vió todo muy pequeño, incluso el bosque infinito estaba camuflado como un grupo de árboles. Vió el conjunto de montañas y las ruinas del templo.
Luego se volteó y lo que vio le dejó atónito. Detrás de ellos estaba la Torre de siete pisos. Se veía mucho más grande de cerca, parecía pinchar el rojo cielo con su apenas divisable último piso. La torre estaba rodeada por una muralla que justamente tenía un umbral limitado en la sima con un arco de color plata y a los lados con la muralla de blancos ladrillos.
A ambos lados del umbral se encontraban dos estatuas de piedra. De lo más intimidantes, eran seres que sólo verías en tus pesadillas si tuvieras muy pero muy mala suerte.
Del lado izquierdo, la estatua tenía una cabeza de gato, con un caparazón de tortuga, del cual salían lanzas con punta de oro. Contaba con seis patas de oso y una cola de caballo. Adoptaba la postura de ataque de un gato, erizado y como si se lanzara a algo.
Al otro lado, se encontraba un majestuoso ser con cabeza de dragón, cuerpo de elefante, alas de águila, patas frontales de León, patas traseras de hipopótamo y cola de leopardo. Su postura era más dócil, estaba apoyando sus cuatro patas al suelo, pero tenía una mirada amenazante justo en el ángulo al que estaba atacando el gato.
Leonhart- Esto no me inspira nada de confianza... -Se voltea- Será mejor que despiertes rápido. -Se sienta junto a Tyrone en el suelo-
Pasan unos minutos con Leo mirando al suelo lejano y nada sucede. Hasta que...
¡¡Crack!!
Leonhart miró rápida y temerosamente hacia atrás y, sus sospechas fueron confirmadas. En la cabeza del gato había una grieta que se extendía lenta pero largamente por todo su cuerpo.
Leonhart- Eso no se va a romper... Se va a liberar. -Saca su espada del Espacio- Despierta rápido, maldita sea.
¡¡Trust!!
Y con ese ruido, toda la cáscara de piedra que cubría al gato cayó al suelo hecha escombros, liberando al gato el cual se lanzó sobre Leonhart.
Leonhart- En tus sueños -Rodó por el suelo rapidamente para evitarlo- No me vas a atrapar tan fácil.
Y nuevamente el gato se lanza sobre Leonhart, quien se escabulló bajo el gato mientras estaba en vuelo y lo recibió con un corte en la pata central izquierda haciendo que algo de sangre manchase su cara.
Graaaaah -Chilla el animal-
Leonhart- Hay más de donde salió eso. -Pasa el dedo pulgar izquierdo desde su mejilla izquierda a la derecha para limpiarse la nariz- Bailemos.
Luego de un intercambio de cortes Leo se vió nuevamente frente al umbral y miró a dónde estaba Tyrone, seguía tendido en el suelo y el gato con algunos cortes en las patas y apenas moviéndose se preparó para lanzarse nuevamente hacia él.
El lanzamiento del animal fue lento, más tuvo el mismo resultado, Leo se escabulló nuevamente bajo el y le otorgó otro corte, con el que separó su pata delantera derecha de su cuerpo.
El animal soltó un horrible rugido y miró a Leonhart con mucha furia.
Y con otro de sus rugidos...
¡¡Trust!!
El dragón también se había liberado, aunque estaba medio adormecido.
Leonhart- (Mierda, tengo muy poco tiempo antes de que ese también se quiera unir a la pelea)
Y con un movimiento rápido, se separó un poco del gato y se agachó, apuntando el filo de la espada a sus patas.
Leonhart- ...-Inhala- Modo Naberius: Corte 4 -Exhala- Ira.
El filo negro de la espada pasó velozmente bajo el caparazón del gato, cortando sus cinco patas restantes.
El gato lanzó un rugido desesperado que terminó de alertar al dragón, quien preparó rápidamente un carga de fuego azul en su garganta.
Leonhart- Y con esto -Desaparece- Modo Naberius: Corte 3: Demencia. -Aparece al lado del gato de espalda al dragón y baja la espada para cortar su cabeza-
Justo en ese momento, el dragón soltó la gran carga ígnea en forma de esfera sobre Leo, que fue dividida a la mitad y siguió avanzando hasta desaparecer.
Leonhart- ...-Termina de bajar la espada y corta la cabeza del gato- Creí que ya no despertarías.
Tyrone- ...No suelo perderme batallas estando sano. -Se coloca en posición de esgrima, apuntando la punta de su espada al rostro del dragón-
Leonhart- Bien, entonces terminemos esta juntos.
El dragón abrió sus alas y emprendió el vuelo, y poco después el fuego salió de sus fauces como una cascada azul oscura.
Leo y Tyrone, se movieron por todo el terreno libre, esperando el momento oportuno para lanzarse a él y justo cuando se detuvo, Leo desapareció y apareció tras él, cortándole una de sus alas y mientras caía, Tyrone se lanzó y le cortó la otra.
El dragón cayó a bruces en el suelo, envuelto en dolor, por lo que nuevamente, cargó otro ataque, mientras Leo y Tyrone se acercaban.
Leonhart- Oh, no, no lo harás. -Desaparece-
Leonhart apareció tras él dragón y lanzó un corte a su cuello, pero este era demasiado duro y la espada salió desprendida en la dirección contraria.
Leonhart- ¿Qué diablos?
Tyrone- Aléjate de ahí.
Leonhart acató la orden y rodó a la derecha para esquivar el inminente ataque que iba a lanzarle el dragón. Mientras Tyrone se acercó rápidamente y su espada brilló en negro con destellos amarillos mientras trató de cortar el cuello del dragón.
Leonhart- Es en vano, vete.
Tyrone- No, no lo es. Usa la otra espada que guardaste en el espacio.
Leonhart- ¿Otra espada? -Entonces recuerda como había acabado su batalla con el gólem y rapidamente saca la espada del "Espacio"-
Tyrone- ¡¡Apurate!!
Leonhart empuña la espada y está se prende con el fuego zafírico y divide el cuello del dragón como mantequilla, cayendo este, inerte en el suelo.
Tyrone- Uf... No me asustes más así, muchacho... Vámos, salgamos de este maldito lugar.
Leonhart- Voy detrás de ti.
Y así marchan ambos hacia la entrada de la torre dejando tras de sí a los dos cuerpos de los monstruos.
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María y el Psicólogo
CasualeUna inofensiva chica es tildada de loca por la suposición que tenía de ser perseguida por un mal antiguo y poderoso, va a necesitar que un psicólogo interesado en su caso demuestre su increíble coartada. (CUALQUIER PARECIDO CON SITUACIONES DE LA VID...