María y el Psicólogo

Por la boca muere... ¿La mosca?

Beelzebuth se encontraba indefenso ante los cortes sorpresivos de Leonhart, cuando Tyrone decidió ayudar y envío a sus perros, los cuales mordieron sus tobillos para afirmarlos al suelo, mientras que Tyrone se acercaba a toda velocidad desplazándose en posición de estocada, la cual impacto en una costilla del lado izquierdo rompiéndola. Luego Leonhart apareció y enterró su espada envuelta en llamas en el cuello de Beelzebuth.

El herido Beelzebuth escupió sangre mientras retiraba su casco con la mano derecha, dejándo ver su rostro.

Sus ojos rojos opacos, su nariz perfilada, sus labios manchados de sangre, pero con una insana sonrisa.

Leonhart- De que demonios te ríes -Gira su espada haciendo un círculo en su garganta y luego la saca-

Beelzebuth- ...-Con voz gutural- Esto sólo comienza.

Otra esfera oscura envuelve a Beelzebuth, pero a diferencia de las anteriores esta crece y crece hasta tener un tamaño enorme.

Tyrone- Prepárate, chico. Ahora verás porque es el señor de las moscas.

Al disiparse la bruma oscura, se observa la aberrante figura de una mosca gigante, roja con unas catorce patas enormes, cuatro alas gigantes, millones de ojos y una boca llena colmillos, de los cuales dos salían de esta.

Beelzebuth- ¿Round dos?

Leonhart- Será un placer.

Tyrone- ...-Vuelve a desplazarse a una increíble velocidad y se posciciona cerca de las patas del lado derecho- Dākureivun -La espada de Tyrone comienza a brillar con sus destellos negros y amarillos, y lanzó un corte que dividió tres patas del lado derecho y una del izquierdo-

Beelzebuth- ¡¡Rraaaaahh!!

Leonhart- ¿Qué fue lo que dijiste?

Tyrone- Dākureivun, así nombré a mi espada, deberías ponerle también uno a las tuyas, ya sabes, para que no te confundas a la hora de dar órdenes.

Leonhart- Me parece bien.

Beelzebuth- ...-Abre su boca y comienzan a salir un enjambre enorme de langostas de gran tamaño y color negro, en dirección de ambos-

Leonhart- ¿Qué hacemos?

Tyrone- Ya sabrás. -Coloca el escudo en el suelo y se refugia tras él-

Leonhart- Eres un-

...
No tenemos tiempo
...
Rápido, concentrate en un torbellino

Leonhart- A -Le rodean las langostas-

...
Ugh, eres más terco que una mula
...
No me dejas más opción

Leo fue rodeado por todas las langostas en un torbellino el cual se fue cerrando.

Y con un destello azul zafiro, todas las langostas comenzaron a arder y el torbellino negro se tornó en un azul leve que se iba intensificando. Hasta que llegó el momento en el que todas las langostas salieron dispersadas ardiendo en las llamas azules.

Vemos a Leonhart, con los ojos azules, dando vueltas en el lugar haciendo miles de cortes velozmente sobre las langostas.

Tyrone- Nada mal.

Leonhart- ...

Tyrone- ¿Sin palabras?

Leonhart- ...-Se lanza a Beelzebuth y con una velocidad sorprendente corta todas las patas restantes de su derecha-

Tyrone- Wow, hey, déjame algo.

Leonhart- ...

Tyrone llegó rápido al lugar y ayudó a Leo a cortar las últimas patas. En un intento desesperado de salvarse, Beelzebuth sacó su larga lengua de su boca y agarró el pie de Leonhart para tragárselo. Lo logró, pero luego de unos segundos, de las fauces de Beelzebuth comenzó a salir humo y un brillo leve azul, hasta que explotó y Leonhart se encontraba de pie, con su brazo derecho alzado con la espada todavía en fuego y el brazo izquierdo bajo con su espada en humo.

Tyrone- ... Eso fue impresionante, te cargaste tu sólo a un pecado capital.

En otro lado, el Beelzebuth original yacía en el suelo, retorciéndose de dolor en posición fetal.

Beelzebuth- ¡¡¡Hijos de perra... No saldrán jamás del Purgatorio!!!

Volviendo a la torre, el entorno del restaurante había vuelto, y algo raro con el, esta vez había una puerta de madera de caoba y adornos de oro.

Tyrone- Ya podemos irnos... Hey, quieres hablar, me estás asustando.

Leonhart- ... Es que ahora mismo, no estás hablando con Leonhart...

Tyrone- Hm? -Aprieta el mango de su espada-

Leonhart- Tranquilo, me llamo Jigoku-no. Soy la espada que ahora mismo carga Leonhart. Me vi en la necesidad de poseer su cuerpo para protegerle.

Tyrone- Una espada inteligente, hacía mucho que no veía una. ¿Puedes hacerlo volver?

Leonhart- Claro, pero tendrá que agarrarle. -Cierra sus ojos y se desmaya-

Tyrone le agarró rápido y terminaron en el suelo. Tyrone de rodillas y Leo tendido en el suelo con la cabeza en su regazo.

Tyrone- Lo has hecho bien.