Montecarlo, Mónaco
Charlie
Un toque en la puerta interrumpió el caos de cajas y desorden en medio de mi mudanza.
— Un momento— Grité mientras corría a abrir, y allí estaba él, el dueño de mis últimos sueños, aquel con quien había hecho un trato que me llevaba a sonreír sin remedio.
—Si sigues mirándome así, no voy a responder— Bromea, mientras abría la puerta y lo dejaba pasar.
— Idiota —Agregué con una risa, Max mira mi desorden— perdón el desorden estoy empacando para la mudanza.
— No te preocupes.
Escucho pasos y Bobby viene a toda velocidad, pidinedo cariños a Max. Él claramente no lo habia olvidado desde la primera que se vieron.
Max se agachá y acaricia a mi pastor alemán, la emoción de mi perro es evidente.
—Hola, amigo— Ante esas palabras Bobby, emite un gran ladrido—también me da gusto verte.
— Le caes muy bien a Bobby— Comentó, intrigada por esta conexión que hay entre ellos dos.
— Normal, soy un tipo agradable— Respondió Max, mientras su mirada va a varios puntos de mi departamento, es la primera vez que lo observa detalladamente.
— Tienes un gran ego, Maxi.
— ¿Maxi?
— Un diminutivo de tu nombre, se le llama apodos— Explicó.
—Me gusta —Se acercá lentamente a mi—aunque no suelo dejar que la gente me ponga ese tipo de apodos.
— Pero te dicen supermax o madmax en el trabajo.
—Tú misma lo dijiste es en el trabajo pero en lo personal, no me gustan.
— ¿Entonces no te puedo llamar Maxi?
— Tú me puedes llamar como quieras, contigo claramente estoy haciendo una excepción— Sus manos en mi cintura, envian una corriente de calor inexpicable.
Estoy a punto de decir algo más cuando sus labios se unieron a los los míos. Decido tomar la iniciativa y lo llevo al sofá del salón principal, cayendo sobre él. Desde aquel primer beso después de la fiesta, algo se activó en mí, y desde entonces, no podía dejar de imaginar volver a besarlo.
Max se estaba volviendo irresistible y, con todo lo del trato que habíamos hecho, planeaba disfrutar de esta diversión sin etiquetas.
— ¿ No tenías que empacar? — Menciona mientras deja pequeños besos en mi cuello.
— ¿ No me quieres ayudar? — Pregunto, devolviéndole el gestos de los besos en el cuello.
— Haría cualquier cosa por ti—Responde, desencadenando una serie de sensaciones mientras sus manos recorren mi cuerpo.
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WILDEST DREAMS [[MAX VERSTAPPEN]]
FanfictionCharlie Leclerc, apasionada por la fotografía y con el anhelo de trabajar en Ferrari. Su ingreso a la escudería parecía el cumplimiento de un sueño, pero su mundo da un giro cuando choca, en sentido figurado y literal, con Max Verstappen, el tempera...