Hasta el atardecer Akaza x Rengoku

Presentación

¿Qué debería hacer? ¿Huir al cuarto de su amado? Era una buena opción ¿quedarse y enfrentar a su suegro? No creo que sea lo correcto.

Se movió extremadamente rápido hacía el cuarto, no tiró nada de la comida por fortuna.

Muchas gracias.- comenzó a comer, lo veía algo extraño.-¿Que te pasa? Pareciera que viste a un fantasma?

Bueno... Tu familia acaba de llegar, no quería que me vieran.- Estaba sudando en frio y su sonrisa se retorcía un poco. Estaba muy nervioso, nunca lo había visto así. Qué gracioso.

Bueno, ya qué no puedes huir y falta mucho para el atardecer ¿qué te parece si te presento hoy?- El demonio saltó en su asiento, su cabello se puso de puntas.

Yo... Yo no creo estar preparado para eso.- Su cara se puso pálida mientras agarraba su pecho. ¿Por qué estaba actuando así? Parecía un Deja vu.

Mm podemos esperar pero podría ser hoy el mejor momento.- le dijo mientras pensaba en la escena.-Podemos acorralar a mi padre, no tendrá tiempo de pensar muy bien.

No tengo ropa adecuada.-Quería poner cualquier excusa.- No puedo presentarme así.

No te preocupes por eso, puedo prestarte ropa mía. Medimos casi lo mismo.- El Pilar era más alto, gracioso.

Me tendrás que rescatar si me atacan.- Se tiró al suelo de espaldas, no quería pensarlo más.

Entonces hay que irnos a bañar.- Le extendió su mano para que la tomara.

Fueron a la ducha lo más discretos posibles. Su padre y hermano estaban en un lugar más alejado. Ya se habían dado cuenta desde la noche que estaba ahí, pero no quería que lo vieran merodeando dentro de su casa.
Empezaron a lavar sus cuerpos, el agua estaba caliente y olía todo bien.
Akaza limpió la herida del otro, tenia sangre seca todavía.

¿Te duele?- Preguntó con un poco de pena, pues el fue quien lo hizo así.

Mm solo arde un poco, no es para tanto.- Al fin estaban unidos, se sentía completo. Todo su ser Omega se sentía así, quería estar cerca todo el tiempo del otro teniendo su olor para confortarlo.
Salieron de la ducha para regresar a su cuarto, pero no esperaban ver a una persona caminando por el pasillo.

¡Herma-! - Fue interrumpido pues Akaza se apresuró a tapar su boca para que no gritara. ¿Por qué lo hizo? Fue un instinto?

¡Mmph!- Intentaba hablar pero no se lo permitía. Kyojuro le pedía que guardara silencio, solo con eso pudo entender la situación.

Fuiste muy rudo con el.- Le reclamaba el rubio mayor.

Perdón, fue instinto.- Agachaba un poco la cabeza mientras el otro estaba parado regalándole.

¿Qué va a pasar si papá lo ve?- Se preguntaba para si mismo el más pequeño de los Rengoku.- Nos va a matar a los tres.

Senjuro, quiero presentarte a mi pareja.- Señalando al demonio qué tenia a su lado, los dos ya estaban sentados sobre sus rodillas.

Oh... Pues, mucho gusto, supongo jaja.- Era incómodo, estar ante ese demonio imponente.
Vio sus ojos leyendo "tercera luna creciente" ¿No había sido ese con el que peleó su hermano? Qué carajos. Esto estaba siendo más extraño.

Hermano, espera ¿Ese no es el que casi te mata?- Preguntó un poco exaltado, no se los había contado.
Kyojuro recibió una mirada asesina de parte del demonio, estaba claro un "¿No dijiste que se los contrarias?" se le había olvidado por completo.

JAJA ¡lo siento! ¡se me olvidó contarles ese pequeño detalle! .- Reía fuertemente, en serio a veces lo sacaba de sus casillas.- Nos conocimos ese día y nos enteramos qué eramos parejas destinadas. Ninguno pudo haberlo sabido.