Hasta el atardecer Akaza x Rengoku

Síntomas

Después del retiro de Uzui habían cambiado un poco las cosas con los cazadores. Todo se estaba moviendo después de cientos de años, lo sabía pues el había vivido ya bastante tiempo.
Era increíble como todo parecía estar a favor de ellos, claro que les costará esfuerzo y muchas, muchas vidas para poder terminar con Muzan.

Después de su noche apasionada (y otras más), todo eso pasó en menos de un mes, Uzui venciendo una luna superior, estaban planeando el entrenamiento para convertirse en Pilar y muchas otras cosas que hacían en secreto. Pero bueno, el solo quería acabar con el padre de los demonios para poder seguir con su vida de familia feliz.

Kyojuro empezó a mostrar los síntomas comunes de un embarazo. Empezó con mucho cansancio, aunque era demonio parecía que afectaba igual, algunos mareos, hasta llegó a decirle que sus feromonas le daban asco. Eso fue un golpe bajo.

¿Como te sientes hoy?- Preguntó el mayor.

Esta vez estoy mejor, ya no me dan asco tus feromonas.- Eso tenía que agradecer.

Cuando empezaron los primeros síntomas en realidad fue algo muy... Curioso.
Tuvieron que dar la noticia, obviamente primero diagnosticado por Shinobu. Fue un revuelo por todo el cuerpo de cazadores, unos estaban felices, demasiado felices, soltaban lagrimas y buenos deseos. Entre ellos estaban Mitsuri, Obanai y Giyu.
Otros estaban sorprendidos, nunca pensaron qué Kyojuro algún día podría estar esperando algún cachorro. Era difícil imaginar a un hombre grande y fuerte cargando en su vientre una vida. Era increíble.
Hasta les llegó una invitación del hombre al qué siempre trataban con tanto respeto "Oyakata-sama". Y Kyojuro no era la excepción, el lo respetaba tanto como para dar su vida.

¿Por qué siempre tengo que pasar por esto? Vamos, dime.- Akaza nuevamente tendría que estar a prueba, tal Vez no lo parecía en el exterior pero cuando se pone nervioso todo en el cambia, era gracioso verlo con su cara pálida, los ojos temblando y su cuerpo rígido.

No tengas miedo, es un hombre muy amable. El fue el quien me permitió estar a tu lado.- Le intentaba dar ánimos, decía mientras preparaba sus ropas, tenían que estar listos para ser llamados en cualquier momento.

Ya más presentables se dirigieron al lugar donde vivía este hombre con su familia, sentía su corazón ir a mil por hora.
Estaban esperando sentados sobre sus rodillas, en unos minutos pudieron entrar a la habitación donde estaba el líder. Este ya solo se podía sentar un poco en la cama, tenía que recibir ayuda de su esposa.

Me da gusto conocerte, Akaza.- Cuando escuchó la voz se sintió pequeño, algo le recordaba a Muzan. Pero este sentimiento era algo extraño, no tenía miedo era más bien relajante.

Los llamé porque quería felicitarlos por el embarazo de mi niño Kyojuro.- Se le notaba qué en verdad estaba feliz.- Quisiera poder sentirlo más de cerca.

Para esto Kyojuro se acercó hasta donde estaba, posó sus manos es su vientre y soltó una sonrisa.

Puedo adivinar como será, les juró qué llegará muy bien.- Eso los hacía sentir tranquilos por alguna razón, tenían miedo que naciera como un demonio.

¿Puedo preguntar porqué otra razón nos mandó a traer?- Preguntó Kyojuro más curioso, las felicitaciones eran una cosa y sabia que faltaba más.

Akaza y Kyojuro, quiero pedirles un favor.- ¿En serio le quería pedir algo a el, que era un demonio?- sé que Muzan vendrá por mi. Aún falta mucho tiempo pra eso pero es seguro.

Esa confesión hizo a Rengoku tensarse. ¿Qué es lo que les quería decir?

Ustedes serían los más fuertes en apoyar el plan, cuando llegue el momento deben de actuar rápido.-No le gustaba hacer sufrir a sus chicos con este tipo de peticiones.- En cuanto llegue yo seré solo una carnada para que lo puedan  acorralar.

¡Oyakata-sama! ¡¿Quiere decir que lo deje morir sin siquiera intentar protegerlo?!- Kyojuro estaba muy exaltado, todos sus años de deber eran para el propósito de proteger a los débiles. Pedirle qué no lo haga es tan hiriente.

Voy a morir en cualquier momento, mi maldición sigue creciendo.- Tocaba todo su rostro ya cubierto por esas extrañas formas.-Aunque no hiciera eso, es poco tiempo terminaré muriendo en sufrimiento. Prefiero que mi muerte sea algo que se pueda aprovechar.

Pudo notar sus ganas de pelear hasta el final, el nunca pudo ser un espadachín por más que lo intentara. Quería pelear como pudiera.

Si usted lo ordena, haré lo que me diga. - Hizo una reverencia en posición de caballero, era una costumbre qué ya tenia cuando estaba en frente de alguien a quien obedecer.

El Pilar estaba confundido ¿Por qué lo hacía? Si apenas se habían conocido. Ni entendía porque aceptaba así de fácil, sabía que era la última voluntad y su derecho a elegir como morir, pero aún así era difícil.

Akaza, te contaré algo curioso. La razón de esta maldición es a causa de Muzan.- Aunque ya no podía ver con esos ojos, parecía que en verdad lo veía a los ojos.- El es parte de la familia Ubuyashiki, se puede decir que de los primeros.

Los dos se quedaron con ojos de plato. Akaza porque no podía creer que ese maldito bastardo era familiar de este hombre que aunque sufría de dolor se veía tan en paz. Y Rengoku pensó que fue por algún brujo, se sentía avergonzado y estúpido por sus pensamientos infantiles.

Todas las generaciones solo hemos vivido con el propósito de derrotar al causante de todo. Pero todos morimos a la edad de 30 años o antes, es muy difícil continuar así. - Se veía frustrado, claro que lo estaba.- Por eso recurro a medidas desesperadas, se que podrán lograrlo.

Entendemos, haremos todo lo que podamos. - Respondieron los dos casi al mismo tiempo.

Muchas gracias, no tengan miedo. Su cachorro vendrá mucho antes de que todo pase.- Los despidió con un buen deseo, que más que deseo era una confirmación.

A Akaza le gustó ese hombre, como era con los cazadores. Era tan diferente a Muzan, eso era obvio, este era un demonio de sangre fría qué solo le importa el mismo.

Solo querían poder pasar esta temporada lo más tranquilo posibles.