Hasta el atardecer Akaza x Rengoku

Douma

Akaza se quedó en esa casa hasta que dio la noche. Le ofrecieron de comer, pero hubo un silencio incómodo.

Bueno... Puedo comerlo no me causará nada.- Miró el plato con un poco de duda.

No tienes que forzarte a comer.- Habló Senjuro, el fue quien preparó la cena su mirada era de nerviosismo.
¿Recibiría un castigo? Puede ser, Muzan estaría rabiando ahora mismo. Bueno, que más daba, la comida le sabía insípida.
No era qué lo hiciera vomitar pero tampoco era algo que le gustara, su expresión hablaba por si mismo.

Jajaja no tienes que seguir comiendo.- Se burlaba Kyojuro, una vez igual lo alimentó con Takoyaki y puso la misma cara.

Cállate, ya empecé no puedo dejarlo así.- Igual era comida qué no debía de ser desperdiciada. Eso nunca le quitaría el hambre, esa noche tenía que salir a cazar.

¿Ustedes no pueden tener cachorros verdad?- Preguntó Senjuro con tanta tranquilidad, pero a Kyojuro y al demonio los agarró desprevenidos. El rubio casi se ahoga con la comida y Akaza se quedó en blanco.

Los demonios no podemos reproducirnos.- Fue la única respuesta qué dio.- No importa si lo intentamos miles de veces, si nuestro líder no lo permite nunca será posible.
Aunque el no lo supiera, puso una cara de tristeza. No sabía porqué se sentía así ¿tal vez cuando fue humano tenía ese deseo? Puede ser.
Espera... Nunca le preguntó a Kyojuro si estaba bien con eso, no podría estarlo ¿verdad? Después de todo casi la gran mayoría de los humanos buscaba tener descendencia por cualquier motivo, por amor, por heredar, por lo que sea.
Puede qué el otro quisiera tener tantos cachorros y el no se los podía dar. Ahora su cara se puso aún más pálida.

Kyojuro ¿Tu quieres tener cach- Fue interrumpido nuevamente por la mano de su pareja, este la puso en su boca para que no siguiera hablando de eso enfrente de su familia. A este se le coloreo un poco la cara de rojo.
Bueno, ya tendrían tiempo de hablarlo.
Terminaron de cenar y Akaza se disponía a irse.

¿Por qué no te quedas un día más?- Preguntó cabizbajo el rubio.- Es triste estar lejos de ti.
Casi caía en sus dulces palabras.

Kyojuro... tengo hambre, no he comido nada en dos días. - Por mucho que se amaran hablar de su alimentación era tan incomodo.- Puedes ir a verme cuando quieras, igual yo vendré todas las noches.

Entiendo...- No le gustaba pero tampoco podía dejarlo morir de hambre.

Entonces salió esta vez por la puerta, lo bueno que ya era de noche y todos estaban dormidos. Se sorprenderían de ver salir a un demonio de la casa del Pilar de la llama.

Akaza empezó a buscar en aldeas a su próxima cena, podía ver a algunos qué estaban cometiendo delitos.
Un idiota qué golpeaba a un niño, otro asesinando, uno más intentando abusar de un chico que parecía ser omega. Acabó con los tres rápidamente, las víctimas solo se dieron cuenta cuando estaban salpicados de sangre. Nada más vio como corrían de ese lugar.
Si, esto era lo único que podía apaciguar su hambre.
Estaba comiendo tranquilamente hasta que sintió la presencia de ese demonio... Otra vez, nunca se cansaba de joderlo.

Akaza-dono volvemos a encontrarnos, ahora sin molestias.- Habló mientras se acercaba a el.

La única molestia eres tu, lárgate de aquí.- Empezó a caminar arrastrando los cuerpos qué había conseguido.

Vamos, no seas así, vamos a platicar.- Siguió sin importarle lo que el otro dijera.- Sabes quisiera volver a repetir lo de esa noche, eres muy lindo. Como intentas soportar el dolor y te dejas hacer de todo.

Solo lo permití porque era lo que Muzan-sama quería.-Contestó para que entendiera qué si lo volvía a hacer, no le importaría morir peleando contra el.

Jumm deberías alegrarte qué eres de los favoritos, sino ya te hubieran quitado tu rango.- Dijo con una voz seria.- Si te lo quitaran podría hacerte totalmente mío.
Fue lo último que pudo decir pues Akaza arrancó la mitad de su cara.

Antes de que pudieras tenerme me suicidaria en la luz del sol, idiota.- Se limpió la sangre qué quedaba en su mano ahora yéndose lo más rápido del lugar.
Quería matarlo, pero su técnica no funcionaba para nada en el, si tenía que cooperar con los cazadores lo haría solo para quitárselo de encima.
Pero sabia que sería algo casi imposible, Muzan sabía todo por ver todo a través de todos los demonios, era jodidamente molesto.

Lo que quería conseguir era el permiso de poder reproducirse, solo si Kyojuro tenía ese deseo tendría que tentar su suerte.
Va a ser algo difícil, tal Vez no lo mataría pero si lo haría hacer algunas cosas.

Muzan-sama, quisiera hablar con usted.- Dijo a la nada. Pero recibió una respuesta.

¿Qué quieres, Akaza?- Respondió con una pregunta que ni el sabía que quería.

Yo... Quiero tener descendencia con ese humano.- Solo podía decir la verdad ante el, no podía mentir pues le iría peor.

Akaza, parece que no has madurado para nada, después de tantos años sin humanidad de repente te nacen desos mundanos.-Estaba enojado, podía sentirlo en el, en sus células cambiando.
Eso lo podía soportar. Sintió como era transportado a la Fortaleza infinita, ahí se encontraba el Padre de los demonios.

Tal vez debería matarte, sería más fácil que aguantar tus estupideces.- Dijo tomando del menton al menor.- o podríamos pensar en algo. ¿Qué podría ser Akaza? ¿Qué prefieres? ¿Convertir a toda su familia en demonios? ¿O pasar tanto tiempo con Douma para volverte loco? Cual será tu respuesta.
Si cumples cualquiera de las dos puedo otorgarte ese privilegio.

Entiendo Muzan-sama.- Dijo mirándolo a los ojos.- Yo no puedo decidir en este momento.

Te daré tres meses, tienes solo ese tiempo. Si no te decides por ninguna de las dos entonces te quitaré tu rango y quedaras sin protección ¿entiendes de que hablo?- Se le salían las venas por casi toda la cara, estaba siendo bastante amable a comparación de otras veces.

Muchas gracias por su consideración.- se inclino levemente para después ser expulsado del lugar.

¿Ahora que haría? Suicidarse parecía más sencillo.