Hasta el atardecer Akaza x Rengoku

Aléjate

Kyojuro sentía su presencia cerca del lugar, se imaginaba que era el mismo demonio, venía cada cierto tiempo para vigilar.
No tenía ganas de salir, lo estaba cazando.
Sus heridas ya estaban casi curadas, solo salía cuando era de día. Aunque le gustaba igual caminar en la noche se sentía incómodo con esa presencia.

Rengoku-san ¿Se siente incómodo por los demonios qué acechan en la noche?- Le preocupaba que quedara con algún tipo de trauma.-Si le incomoda demasiado podemos mandar a algunos cazadores a vigilar el área.

¡No! No hay necesidad de eso- Para cazadores de bajo rango seguro pensaban qué eran demonios fáciles de controlar, pero el sabía quien era, si se acercaban demasiado podrían tener varias bajas.
Solo los Hashiras y algunos con sentidos más agudos podían darse cuenta que no era un demonio cualquiera. Preferían no atacarlo pues no mostraba ninguna hostilidad.

Habían pasado 5 semanas para que se recuperara por completo, debería estar agradecido por su cuerpo, heridas así no eran para que sanaran tan rápido.
Ahora lo que le preocupaba era ese mismo demonio, solo estaba esperando para que saliera de ese sitio.
Ya le habían asignado algunas misiones, no tenia muchas ganas, sabía que se iba a encontrar con el otro el alguna de esas.
Y no se equivocó.
En su primera misión no pasó nada, tenía su guardia alta por cualquier cosa.
El problema fue en la segunda...

¡Kyojuro! Al fin te vuelvo a ver- Decía el demonio mientras lo perseguía.

¡Deja de seguirme! Fuiste muy insistente todo el mes- Respondió sin darse la vuelta, tenía un mal presentimiento.

Oh vamos, hablemos un poco de lo que pasó, prometo no lastimarte- No parecía ser mentira, si quisiera ya lo habría alcanzado o atacado.
Estaba indeciso, algo en el le decía que debía escucharlo y otra le decía que no debía seguir hablando, por su salud mental.

El demonio casi agarra su brazo pero pudo esquivarlo, un poco lento y torpe pues cayó de donde estaba.
El otro ayudó a que no cayera tan fuerte.

Yo... No quiero hablar de nada. - Le dijo Kyojuro sin apartar la mano del otro, pues aun seguía agarrandolo de la muñeca.

Kyojuro... Se que estás pensando lo mismo que yo.- Claro que lo sabía, pero quería negarlo más tiempo, no era la mejor idea.- Va a ser doloroso para ti. Después de conocer a "la pareja destinada" el celo se vuelven más fuerte y difícil de controlar.

Maldita sea, ya lo sabía, pero de alguna forma tenía que soportarlo.

No quiero estar con un demonio. - le dijo tajante.

No es tan malo, solo ocupame cuando lo necesites, no tenemos que ser una pareja acaramelada. - No estaba del todo incorrecto, quería caer a la tentación pero ¿qué diría Oyakata-sama sobre ese tipo de relación? ¿Sus compañeros? Pensarían qué es un traidor.
No podía decidirse, sus principios sabían que era algo incorrecto pero su cuerpo se lo exigía.

Yo... Lo tengo que pensar.-No se estaba negando, tenía que hablar con todos.

Mm cosas de humanos, entiendo Kyojuro tienes tus principios.- Podría ser un demonio pero no podía obligar a alguien a hacer algo que no le gustaba.

Gracias.- No sabía que agradecía ¿qué no lo violara? Era algo común que pasaba con omegas qué no podían defenderse en momentos que los hacían estar expuestos.

Bueno, cuando tengas una respuesta ven a este bosque, deja salir un poco de tu presencia y vendré a ti.- No podía creer que un demonio fuera así de razonable, eso le hacía entrar más en conflicto. Tal vez era de sus tácticas para atraerlo.

Como sea, vendré en un tiempo, así que deja de acechar en las fincas, es jodidamente incomodo para todos. - Fue lo último que dijo Rengoku antes de correr lo más rápido que podía, no quería estar tanto tiempo cerca del demonio, sentía que iba a caer en cualquier momento.

JAJA va a caer totalmente, super lindo. - Fue algo que dijo para si mismo. Tenía que hablar también de eso con Muzan-sama, suponía qué tenia que soportar algún tipo de tortura más.