Juntos

1.5K 127 22
                                    

Akaza había regresado poco tiempo después, solo había podido encontrar a tres hombres haciendo fechorías, un violador, un maltratador y un ladrón. Por suerte uno tenía sangre especial.
Se quedó pensando en lo que dijo Kyojuro acerca de vivir solo con sangre humana, se preguntaba si en verdad sería posible. Con esos pensamientos sentía como las células de Muzan empezaban a moverse, decidió qué era mala idea pensarlo.

Por el tiempo suponía qué apenas estaba amaneciendo, en unas dos o tres horas más se despertaría el Pilar de la llama.
Así fue, el rubio empezó a abrir los ojos lentamente, lo primero qué vio fue a Akaza acostado a su lado pero en el suelo. Tenía los ojos cerrados como su estuviera durmiendo.

¿Estás dormido? - preguntó Rengoku, se imaginaba que no.

No lo hago, te estaba esperando.- Respondió tranquilamente.- Te quería dar una respuesta de lo que preguntaste ayer, y es no, al menos yo no puedo sobrevivir solo de sangre humana.

Oh, ya veo, lo suponía.- Se lo imaginaba, de la mujer demonio decían que se había librado del control de Muzan y había vivido mucho tiempo.

¿Quieres desayunar, Kyojuro? - Preguntó esperanzado de que esta vez no lo rechazara.
Tardó al menos dos minutos en responder.

Si, tengo hambre.- Estaba algo tímido, tal Vez el otro esperaba una negativa pues dudaba qué tuviera algo que pudiera comer un humano.

Te puedo ofrecer... Unas manzanas jajaja. - Eran las frutas que crecían en los árboles cercanos.- Y estos dulces qué encontré ayer, pensé que te gustarían.
Le mostraba unas galletas normales, bueno con eso sería suficiente por el momento, no podía exigir demasiado.

Hoy quiero estar todo el día aquí, no quiero salir.- Se estaba comportando algo extraño, no era mismo de siempre con su sonrisa peculiar.

¿Qué es lo que te pasa? Estás demasiado raro desde anoche. - estaba algo confundido el demonio, primero decía que solo lo vería en su temporada y ahora no quería salirse de su "casa".- No es que me moleste tenerte aquí, por mi te dejaría encerrado todo el día conmigo. Dime que está pasando, puedes desahogarte conmigo.

Kyojuro apretó sus manos, empezó a contarle sin más lo que pasaba con su familia, era un martirio estar con su padre, tener que proteger a su hermano, lidiar con las malas palabras y golpes del mayor.

Pueden vivir aquí los dos si quieren.- Propuso el pelirosa tras escuchar eso, podría ser su suegro pero ya lo estaba haciendo enojar.- A este lugar no se acerca nadie más que yo y tu. Sería seguro para tu hermano y estarías más tranquilo.

Estaba pensando seriamente en aceptar lo que le ofrecía, tenía que hablarlo con Senjuro porque tal vez a el no le guste la idea de vivir con un demonio.

A mi me gustaría que el viniera, pero... Sería algo incómodo si llega a... Escucharnos.- Vergonzoso, el solo pensarlo era demasiado para el.

Jajaja Kyojuro, no te preocupes por eso. - respondía divertido a las ocurrencias del otro.- Tengo otros lugares donde hacerlo nuestro nido. No son lejanos de aquí.

Bueno, lo pensaré seriamente.- Hablaba con una voz un poco temblorosa.
Aunque quisiera quedarse ahí todo el día, sus responsabilidades lo estaban llamando. Literalmente, su cuervo lo había encontrando.

Supongo que es tiempo de despedirnos. Quiero que el tiempo pase rápido para volver a verte.- Se despedía del menor, mientras se iba alejando.

Lo habían llamado para una reunión más con los pilares, encargar varias misiones, entrenar a sus Tsugukos y volver a casa.

Volvía a ser la misma escena de siempre, pero esta vez cambiaría algo.

¡Estoy harto! ¡Quisiera aguantar más, pero no puedo! - Gritó exaltado el Pilar de la llama.- ¡No eres el único que perdió a madre! ¡Deja de ser un cobarde y afronta la realidad!

Su padre se quedó como piedra, su obediente hijo lo estaba regañando. Había caído tan bajo.

Lo dejo solo para que pensara las cosas, tenía que cambiar de una forma u otra.

Se fue a su habitación para intentar calmarse, no podía creer que le había alzado la Voz a su padre.
Algo interrumpió sus pensamientos, esa presencia qué ya conocía.
Era Akaza ¿Como había podido pasar? Aunque su casa no estaba rodeada de todos esos árboles de Glicinas ningún demonio sería tan estúpido de entrar a territorio de un Pilar y un ex Pilar.

No sé porqué, pero sentí que estabas en problemas.-Le dijo mientras entraba por la ventana.- Tus sentimientos están turbulentos, no puedes controlarlos y me hace sentir incomodo.

Así que el también podía sentir lo que el. Iba a ser un gran problema todo eso.

Si... Yo, por primera vez en este tiempo pude enfrentar a mi padre. - Empezó a contarle todo lo que había pasado en esos días.

Me sorprende que alguien tan fuerte como tu tenga miedo de enfrentar a su padre.- Le dijo Akaza con una mirada de intriga, era verdad lo que decía, entendía qué hubiera respeto por ser su padre, pero los abusos ya estaban siendo exagerados.

Me avergüenza contar el estado en el qué se encuentra ahora mi padre, antes era un orgulloso Pilar y terminó con una adicción.- ocultó su cara entre sus manos.
Akaza lo abrazó mientras dejaba salir un poco de sus feromonas para tranquilizarlo.
Esto nunca lo hacía pues nunca lo sintió necesario.
Sabia que para un Omega eran importantes para estabilizarse cuando aún no han sido marcados.
Sintió qué el menor relajaba su cuerpo y empezaba a cerrar sus ojos.

Quedate conmigo... - Dijo mientras era arropado, tomando la muñeca del otro.

Me quedaré hasta que puedas dormir.- se acostó en el suelo a su lado, tomando su mano y soltando aun sus feromonas.
No podía quedarse más tiempo. El sol saldría en un rato más y tenía que correr lo más rápido posible.
Por suerte el rubio se quedó dormido rápidamente así que salió por la misma ventana siguiendo su camino hacia el bosque.
Pero se tuvo que detener un poco pues sintió una presencia qué lo molestaba demasiado... Douma

¿Ahora que quieres?- Preguntó enojado, estaba pasando su territorio.

Oh Akaza-dono, vengo con noticias un poco molestas para ti. - Respondía con unos ojos burlones y una sonrisa malvada.

Maldita sea...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hasta el atardecer Akaza x Rengoku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora