Hasta el atardecer Akaza x Rengoku

Futuro

Tal vez se había apresurado un poco en tomar la decisión, pero de todas formas en algún punto tenía que hacerlo.
Todavía no pasaba ni un día y Kyojuro ya lo había ido a buscar a su casa, era temprano por lo que entró con cuidado.

¡Akaza! Estoy aquí.- Gritó por toda la casa. - Ven, acompañame a comer.
Empezó sacando la comida que traía envuelta, el pelirosa se dio a la tarea de buscar un mesa y unas sillas para que su hermoso novio pudiera sentarse a comer.

Ya te escuché, no tienes que gritar.- Caminó hacia la mesa para sentarse frente a el.

¡Umai! ¡Umai!- Gritaba por cada bocado qué daba, era tierno verlo así.

Kyojuro ¿Tu quieres tener cachorros en el futuro?-Preguntó de la nada.- Se que los humanos quieren tener familias, no creo que quieras ser la excepción.
El rubio casi escupe la comida ¿en verdad se quedó pensando en eso? Bueno, no es como que nunca lo haya imaginado. Pensaba que cuando terminaran de derrotar a los demonios o cuando quedara fuera de batalla se podría relajar y quizás formar una familia. No le molestaba la idea de tener varios cachorros y estar toda su vida con su pareja.
Pero se resignó cuando se enteró qué era un demonio.

Bueno... Yo lo pensaba antes, pero puedo abandonar esa idea. Hasta podríamos adoptar.- Respondió confiado, no le importaba si su hijo fuera de su sangre o fuera de otra.

Mmm ¿Y si te digo que hay una forma de que puedas concebir?- Preguntó mientras se recargaba en sus dos manos, con una expresión aburrida para que no supiera sus intenciones.

No me hagas tener esperanzas, ya me había resignado.- Lo miró seriamente, no quería tonterías.

Bueno, yo hablé con el padre de los demonios y dijo que podía concederme ese deseo...-Sabía que la propuesta no le iba a gustar nada de nada.- Pero, con la condición de que se transformaran en demonios toda tu familia.
Definitivamente no le gustó para nada, su ceño se frunció y su postura relajada se cambio a una tensa qué lo hacía ver más grande de lo que ya era.

Akaza, no quiero que ninguno de nosotros nos convirtamos, no podría vivir ese tipo de vida.- Solo cerró los ojos no queriendo imaginar esas escenas.

También está otra opción.-Habló con un poco de duda.- Dijo que si me entregaba a otro demonio toda mi vida igual puede aceptarlo.
Otra cara de enojo apareció, está vino con un jalón de ropa para acercarlo más a su cara.

¡Ni se te ocurra! ¡No pienso dejar qué te lastimen como la otra vez!- Ahora si estaba enojado, parecía que la idea de ser dominio era menos terrible a comparación de la otra.

Entiendo, entiendo, no haré nada de eso.- Levantó sus manos en son de paz.- Solo quería que supieras que está la posibilidad. Igual ser un demonio no es tan malo, podremos estar juntos toda la vida.

Eso no es algo que me haría feliz, me gustaría vivir nuestras vidas con normalidad, envejecer y morir juntos. - Obviamente también renunció a esa idea.- Estoy bien con todo esto, no es necesario tener descendencia mientras esté contigo.

Quería convencerlo, pero no podía. Al parecer ahora solo le quedaban tres meses de vida, eso no se lo diría al rubio, no quería presionarlo a nada.
Pero sabía que no podría ocultarlo mucho tiempo.

La segunda luna quería seguir molestando, ahora con esa maravillosa noticia tenía que u obligarlo a aceptar la segunda opción o hacer qué perdiera su rango. Las dos cosas le beneficiaban a el. Si se peleaban por ese asunto mucho mejor, tenia que meterles presión. No creía capaces a los cazadores de transformarse solo por amor.
El futuro se veía tan maravilloso para el.

Ya no puedo escribir más en este momento me muero de sueño, si se me ocurre algo más lo agregaré sino así lo dejo ajua