El temblor

Una ráfaga de viento que llevaba todo a su paso sin dejar nada atrás. Era como si todo lo que era repulido por aquel aire desaparecía, y el terreno se quedaba vacío, e inhabitado. Esto sucedía en las calles del pueblo. Carbonero el Mayor; un pueblo bastante odiado por los pueblos vecinos, poco conocido; y lleno de inmigrantes. Pero no todos estaban al tanto de aquel fenómeno.
Era una mañana de abril, Nina se levantó y como de costumbre se alistó para ir a clase. Una vez llegó, sabía que iba a tener un día bastante común, dentro de lo que cabía y probablemente, aburrido. Estaba a punto de cumplir los quince años, vivía en éste pueblo, le gustaba saltarse las reglas y salir con sus amigos, se llevaba muy bien con muchas personas, pero sólo salía a la calle con unos cuantos; sus amigos, los búlgaros, así se les conocía; era un grupo mixto, estaba constituido por rumanos, búlgaros, y en ocasiones latinoamericanos e incluso españoles u otra nacionalidad cualquiera; a ellos no les importaba, sólo te podías llevar un disgusto si les molestabas. No tenían muy buena fama, pero para Nina, todos eran imprescindibles en su vida, ya sea para el bien o el mal; eran sus amigos. Nina era de nacionalidad búlgara y vivía en un pequeño piso antiguo con sus abuelos y su madre, su vida no era perfecta, pero tenía muchos momentos maravillosos; no sabía lo que estaba a punto de pasarle...