Nina llamó a su abuela por teléfono, dijo que en cinco minutos llegaría a casa, informó a los policías y después los invitó a pasar a la cocina. Uno de los policías le hacía preguntas a Nina mientras otro apuntaba cosas en la libreta. Kamelia y Silvia entraron a la cocina y comenzaron a preparar el desayuno mientras escuchaban la conversación. - ¿Qué hicisteis ayer?, ¿dónde estabais tú y tu familia?-
- Estuvimos celebrando mi cumpleaños en la cochera, sobre las cinco de la tarde, por la noche subimos aquí e hicimos una fiesta de pijamas, todos mis amigos están dormidos en el salón-
- ¿Podemos pasar al salón?- Preguntó el agente e inmediatamente Kamelia y Silvia se dirigieron a la cocina rápidamente, Silvia despertó a todos mientras que Kamelia rebuscaba entre los bolsillos de las chaquetas y escondía toda la hierba tras el sofá. Los policías, Nina y Beto entraron a la sala y se sentaron alrededor de la mesa formando un círculo. - ¿Qué sabéis sobre la muerte de esa chica?- Preguntó el policía que sostenía la libreta.
- Nada, no sabemos nada- Contestó Daniel nervioso.
Justo en ese momento, la abuela de Nina entró a la habitación y los policías le preguntaron si podían hablar a solas con ella, los tres salieron de la habitación y Nina aprovechó para decirles a los demás que nadie podía mencionar nada sobre aquella cosa, que habían subido pronto a su casa y que esa chica no tenía nada que ver con nosotros.
Los dos agentes volvieron a entrar en la sala. - Vamos a hablar con cada uno de vosotros, empezaremos contigo, a ti ya te conocemos- Le dijeron a Iván, este se levantó de su asiento y salió de la habitación con los dos policías.
Todos siguieron el plan, todos dijeron que no sabían qué era lo que le había pasado a esa chica, y que no habían salido del garaje en ningún momento.
Llegó el turno de Nina, le hicieron un par de preguntas; todo iba bien. - ¿A qué hora subisteis aquí?- Le preguntaron.
- Pronto, sobre las ocho y media de la tarde- Les contestó.
- Tu abuela no dice lo mismo- Nina miró al suelo, miró hacia arriba y mientras que uno de los policías escribía en su libreta el otro la miraba con astucia, y justo en ese momento, todo se nubló de negro de repente y el suelo comenzó a temblar, los dos policías salieron corriendo de la casa, Nina sintió alivio y terror al mismo tiempo, se levantó de la silla y corrió hacia el salón rápidamente.
Todos miraban por la ventana, un montón de hojas negras revoloteaban por el aire, Cristina se tapaba los ojos y lloraba, la abuela de Nina gritaba desde la cocina, mientras la casa temblaba y se escuchaba el temblar de los vasos en el armario.
De repente el montón de hojas pasó de largo y volvía a haber luz en la casa, salió el sol y todos se calmaron.
Nina y Beto, salieron rápidamente, para darse cuenta de que lo único que quedaba de aquellos dos policías, eran sus cadáveres, una libreta ensangrentada y dos trajes completamente destrozados. La abuela de Nina miró por la ventana también, quedó atónita y fue a la sala de estar para ver cómo estaban los chicos.
- ¿Estáis bien?- Preguntó, Nina y Beto entraron en la habitación - Están muertos- Dijo Beto, y todos le miraban sorprendidos. La abuela de Nina encendió un cigarrillo y les preguntó a los chicos: -La chica ha muerto por culpa de esa cosa, ¿verdad?-
Todos se miraron entre ellos, Nina estaba a punto de decir que no y entonces María abrió la boca.
- Sí, y además, la chica es Marina, la hermana de Pablo-
Pablo empezó a llorar.
- Todo pasó anoche, por eso decidimos subir, esa cosa estuvo persiguiéndonos ayer, y lo único que queda de Marina es su cadáver, además todo es culpa de Cristina- Continuó.
La abuela de Nina, miraba a todos, un silencio invadió la sala de estar.
- No fue mi culpa- Dijo Cristina.
- La pegaste y la dejaste allí tirada- Dijo María. La abuela de Nina miraba a Cristina con una mirada incomprensiva.
- Ni siquiera me dió tiempo a devolverle el guantazo, ¿qué estás diciendo?-
- Basta ya, no quiero saber más, hasta aquí el tema, no se volverá a hablar y punto, podéis quedaros aquí si queréis; pero no volváis a hablar de eso, almenos en mi presencia- Añadió la abuela de Nina. María, Pablo y Denissa se levantaron, cogieron sus cosas y sin siquiera despedirse, salieron de la casa.
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El temblor
HorrorEl libro cuenta la historia de cómo un grupo de amigos trata de sobrevivir a un fenómeno aberrante y siniestramente aterrador. La historia acontece en un pueblo situado en Segovia, llamado Carbonero el Mayor.