Durante las clases, todos los profesores le dedicaron unos minutos a la noticia; diciéndoles a los alumnos que tuviesen cuidado y que procurasen no salir solos de noche, aunque Nina no le vio ningún sentido a eso, pues ni siquiera se sabía de qué se trataba. Nina no dejaba de preguntarse qué era eso, de dónde había salido y por qué estaba ahí, en Carbonero el Mayor; un pueblo cualquiera entre muchos otros.
Durante el recreo se sentó en las gradas del campo de fútbol a ver a sus amigos jugar un partido, la gente de alrededor no dejaba de hablar de lo sucedido, al parecer todos los profesores habían comentado el tema en sus clases. Pasado un rato, Beto dejó de jugar y se sentó al lado de Nina para tomar un poco de agua. - ¿Estás cansado?- Le dice ella.
- Sí, creía que jugaban peor- Contesta él.
- Todos hablan sobre las noticias de anoche, no he dejado de pensar en esa cosa... ¿Tú qué piensas?-
- No lo sé, pero si mis padres se enteran no creo que pueda volver a Carbonero durante un tiempo-
- ¿Y mi cumpleaños?, ¿faltarás?- Pregunta Nina
- Haré todo lo posible por asistir, por cierto, ¿qué haremos?-
- Todavía no lo sé- Nina iba a continuar hablando y entonces sonó el timbre. Esperaron a Daniel en la puerta y luego entraron a clase.
Durante la clase de biología, Daniel le tiró una nota a nina, en la que ponía: "¿Vas a salir esta tarde?"
Nina miró a Daniel y después escribió "No lo sé, tampoco es que tenga muchas ganas" Después, esperó a que la profesora se diese la vuelta e hizo volar la nota hasta el pupitre de Daniel.
Pasados unos minutos, la nota volvió a Nina: "Para planear lo de tu cumpleaños, digo" Nina hizo bola el papel, y en uno nuevo escribió: "A las cinco en mi casa, allí planearemos todo más tranquilos"
Sonó el último timbre, Nina se despidió de Beto y, con Daniel y María, una de sus amigas; comenzaron a caminar. Fue entonces cuando un coche blanco se detuvo frente a Nina, era su madre. Nina y Daniel se subieron al coche, mientras que María siguió caminando, no le caía muy bien a la madre de Nina.
- He venido a recogeros porque tenía miedo de que os pasara algo mientras volvíais, ¿ya te has enterado de lo que pasó ayer?, Dani-
- Sí, me lo contó Nina esta mañana, qué miedo.-
- Y tanto, me da miedo hasta ir al trabajo- Contestó la madre de Nina.
El coche se detuvo frente a la casa de Daniel y Nina lo despidió. - Chao, te espero a las cinco, sé puntual- Le dijo
- Sí, a las cinco estaré ahí, chao Nina; chao Verónica- Así se llamaba la madre de Nina.
Volvieron a casa y Nina se sentó a esperar la comida. Comió con su madre y su abuela, de nuevo, sacaron el tema de la noticia. Nina estaba harta, por alguna razón decidió no contarle a su madre lo que ella y Daniel habían escuchado, pensó que entonces se pondría muy estricta, y las cosas nunca habían sido así entre ellas. Cuando Nina terminó de comer, se levantó y se dirigió a su habitación. Aún quedaban horas para las cinco, y empezó a hacer sus tareas. A pesar del silencio, Nina no podía concentrarse, todo el mundo hablaba de lo mismo, y ella que lo había vivido tenía más miedo todavía. Pero la curiosidad la mataba, quería volver a vivir la experiencia, quería ver de qué se trataba; tenía muchas dudas.
La posibilidad de que se tratase de un asesino, era la última que se le pasaba por la cabeza, se imaginaba algo más grande, como un lagarto gigante, o quizás una titanoboa con la cabeza de una mujer.
Se hicieron las cinco y casi inmediatamente, Daniel estaba llamando al timbre de la casa de Nina. Esta, fue a abrir la puerta y le dió un abrazo a su amigo. - Las calles estaban muy vacías, me he venido corriendo- Le dijo Daniel mientras se quitaba los zapatos.
- Normal, si yo fuese madre no dejaría a mis hijos ir al instituto solos en esta situación. - Añade Nina.
Se sentaron en el sofá de la sala de estar y en una libreta empezaron a anotar todos los invitados.
- ¿Sabes Daniel?, no quiero que el grupo esté así de separado, me gustaría que estemos todos juntos-
- Entonces invita a todos, si te soy sincero no quiero verles la cara a ninguno de esos imbéciles, pero es tu cumpleaños; invita a quien te dé la gana- Dice Daniel mientras se sirve zumo en un vaso.
- Vale, entonces voy a invitar a todos. Por cierto, no sé dónde quiero celebrarlo, me gustaría estar en la calle pero no sé, ahora que ha surgido todo esto...-
- Yo creo que es mejor si lo celebramos en tu garaje, el verano pasado nos juntábamos mucho allí, obviamente tu familia nos lo prestará y hay sitio para todos. Claro que si quieres podemos salir a dar una vuelta por aquí cerca, a parte; vamos en grupo y no creo que pase nada-
- ¡Qué buena idea Daniel!, se lo comentaré a mi madre. - Contesta Nina emocionada.
Tras un rato, cuando lo tenían todo planeado, Nina acompañó a Daniel a la cocina para que pueda fumar un cigarrillo y después despedirse de él.
- Oye, ¿por qué no salimos un rato a la calle?, venga, no va a pasarnos nada- Le dice Daniel a Nina con seguridad.
- Bueno, está bien, pero volveremos a casa antes de que anochezca. -
- Está bien, si hace falta te acompaño-
Entonces, Daniel se volvió a guardar la cajetilla en el bolsillo y los dos salieron a la calle.
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El temblor
HorrorEl libro cuenta la historia de cómo un grupo de amigos trata de sobrevivir a un fenómeno aberrante y siniestramente aterrador. La historia acontece en un pueblo situado en Segovia, llamado Carbonero el Mayor.