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Nallely me da un paseo por las instalaciones, me muestra donde están cada uno de los instrumentos, aparatos y todo tipo de geles, electrodos, cremas, toallas, y cosas que algún día ocuparé.

Alrededor de 15 minutos de estar paseando Nallely me lleva al cubículo donde esta el chico que le había mencionado a Derek.

-cualquier cosa que necesites dímelo a mí o a Derek ¿esta bien?-pregunta ella, siento que seremos grandes amigas.

-si, gracias-digo mientras voy abriendo la puerta corrediza que da con el interior del cubículo.

Al abrir y dar un paso al interior lo veo, esta muy cambiado, sin duda los años han pasado por él aunque sólo fueron dos, sigue estando muy guapo, él está tan concentrado escuchando música que ni siquiera se percata de mi presencia, yo he cambiado mucho así que es muy poco probable que me reconozca.

En ese momento sus ojos se encuentran con los míos.

Sus rasgos son los mismos, sus ojos siguen siendo los mismos que alguna vez me miraron enamorados, los mismos ojos que alguna vez fueron el motor por el que mi corazón seguía latiendo, sus manos ahora se veían mas maduras, manos de hombre no sólo de un joven, las manos que me tocaron, las manos por las cuales mis manos sentían una descarga de electricidad cada que él las tocaba y sus labios seguían siendo carnosos, ahora eran aun más deseables que antes.

No puedo más, quiero besarlo, sentir sus labios de nuevo, no puedo hablar, es imposible hacer eso en este momento.

Los años no sirven de nada cuando el amor es verdadero, no importan las barreras que se interpongan entre dos personas, no importa la distancia, no importa nada excepto él, sólo él, es la única razón por la que vivo, la única cosa que me mantuvo estos años con vida, nada tendría sentido sin él, no sería lo mismo sin su presencia.

-buenos días doctora, gracias por atenderme-dice él, sin duda no me reconoció.

Siento como si mil cuchillos se clavaran en mi pecho traspasando mi alma y todo mi ser, quiero llorar, gritar y reclamarle a todo mundo.

Nada duele más que el olvido de un ser que forma parte de ti, después de todo lo que pasamos es imposible que no me reconozca.

Me trago mi dolor y mi llanto y todas las emociones encontradas en mí.

-buenos días ¿cuàl es su nombre?-pregunta estúpida número uno.

-Patrick-responde-Patrick Masen mi mamá me recomendó este hospital por el doctor Derek, espero que sea igual de eficiente.

Así que su madre venía aquí, espero algún día verla, para restregarle quien soy.

-si, de hecho es mi primer día-respondo-está en buenas manos.

-eso espero doctora...-dice mientras levanta la ceja.

¡Oh por Dios! Quiere saber mi nombre, ¿qué le digo? No creo que haya muchas Leah

-amm Lilia-le digo, no hay mucha diferencia entre Leah y Lilia ¿cierto?

-de acuerdo doctora Lilia, le diré, trabajo como guía turístico y al mostrar una barranca me resbalé lastimandome la rodilla y el hombro, tuve fracturas por lo que tuve que traer enyesada mi pierna y todo mi brazo, el viernes me dieron de alta y me mandaron a terapias por eso estoy aquí, ahí están mis radiografías-dice mientras me extiende un sobre membretado por el laboratorio- ¿cree qué pueda ayudarme?

Después de decir eso me guiña el ojo, ni puede ser ahí vamos de nuevo, acaso no me puedo alejar simplemente de él.
Es como si tuviéramos imanes y nuestro destino fuera estar juntos, ser felices, tener una familia juntos, una historia así es la que quiero con él.

Mi vida...¿contigo? (PAUSADA HASTA NUEVO AVISO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora