Mi vida...¿contigo? (PAUSADA HASTA NUEVO AVISO)

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En el trabajo han sucedido cosas distintas, Derek está cada vez más cortante conmigo, no se que le sucede, no hemos discutido ni nada pero el no me habla, llegó una practicante al hospital y ahora lo único que hace es estar con ella, explicándole todo como jamás lo hizo conmigo, atiendo a 6 pacientes por día y terminó sin tiempo para hacer otra cosa, cada vez que Derek quiere salir yo rechazó el plan porque estoy cansada o porque simplemente no quiero salir, ya han pasado 10 semanas todo sigue igual que antes.

-Hola Leah ¿sabes donde esta Derek?-dice Katia interrumpiendo mi hora de comida.

-No,no se donde está-respondo con una sonrisa cinica.

Ella a su vez me sonríe de la misma forma, yo ruedo los ojos y me dispongo a comer y ella abre su boca sólo para decir la mayor de las estupideces que ha dicho en su vida.

-Gracias Leah pero, te recuerdo que no fue mi culpa que él muriera.

¡Maldito Derek! Él se lo dijo, de otra manera ella no tendría manera de saber de Patrick, nadie tiene por que saberlo, me pongo de pie dispuesta a golpearla, esa estúpida me las pagará en ese momento entra Derk.

-Leah... ¡oh Dios! ¿Qué está pasando? -Dice al ver la situación producida por su maldita culpa- Leah calmate ¿qué ocurrió Katia?

-Yo sólo pregunté si sabía donde estabas y ella se puso como loca, debe ser por lo que me dijiste -susurra en el oído de él pero lo dice fuerte para asegurarse que yo escuche.

-¡Eso.no.es.cierto! Todo lo que te dice es mentira, y tu-digo señalandolo con el dedo- tu.le.dijiste.lo.de.Patrick-hablo separando palabra por palabra- a ti, jodidamente se te ocurrió la grandiosa idea de contarle lo más importante de mi vida a una completa desconocida.

-Así que...¿eso es?, el jodido problema es que no lo dejas ir Leah, pensé que lo más importante era yo, sé que suena estúpido pero eso creí, sabía que lo amabas pero al morir pensé que ahora yo iba a ser el único hombre en tu vida y ahora me sales con eso ¡No lo puedo creer! Fui tan...tan... olvidalo, Katia no es una desconocida lleva trabajando ya casi un mes aquí, el hecho de que tu te quedes es tu mundo es muy aparte, de hecho la conozco más que a ti, no sé lo que has hecho con tu vida pero estas construyendo unos muros que nadie puede romper, nadie puede acercarte a ti porque tu no lo permites.

Trató de hablar y de decirle que lo siento pero en lugar de eso sólo hay lágrimas desbordadas y sollozos.

-Por ahora, si es que alguna vez fuimos algo quiero terminar, necesito tiempo y tu también lo necesitas, es lo mejor talves con ese tiempo logres conocer a alguien que te haga feliz de la manera en que yo quería, lástima que esto duró tan poco.

-¡No! ¡No me hagas esto! No es justo, no me puedes dejar, no ahora-digo lo último en un susurro y me voy corriendo al baño, mi maquillaje esta corrido, tengo toda la cara manchada, me quedo ahí un tiempo más esperando a que se me pase al llanto, por fin paro y salgo a atender enseguida, mi tercer paciente.

Terminó agotada después de dar esa terapia así que le pido a Nallely que llame a los pacientes que faltan y les diga que no los podré atender hoy. No me quedo a esperar que lo haga, sólo digo eso, me despido de ella y me voy a mi carro. Ya en él enciendo el motor y prendo la radio empieza a soñar la música y me dejo llevar por la melancolía de Debussy, me hecho a llorar de nuevo dejándome caer en el volante, el vigilante del estacionamiento toca mi ventana y al voltear me pregunta si estoy bien, asiento y salgo del hospital dejando atrás a Derek, dejando atrás a Patrick, dejando atrás mi vida, no se a que lugar voy, traigo gasolina suficiente para un viaje largo, primero iré  a casa.
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Llego y me doy cuenta que mi casa esta sola, mi papá probablemente fue al trabajo pero mi mamá no tengo idea.

Subo a mi recámara, el estar sola me facilitará las cosas, sacó las maletas del ático y meto toda mi ropa en la más grande, accesorios, zapatos y cosas de aseo personal en la mediana y fotografías, libros y recuerdos en la más pequeña, en otro bolso meto todo lo que faltaba empacar y en dos viajes llevó todas las maletas a mi coche, busco alguna libreta y una pluma en el escritorio de papá y escribo.

Hola

De nuevo una carta, no se asusten lo que sucede es que ya nada me ata aquí, si estaba aquí era por Derek pero ahora el tiene a Katia que aunque es arrogante sé  que lo hará feliz, por otra parte quiero decirles que estaré bien, ahora no lo estoy ni podré estarlo si me quedo aquí, esté sitio me recuerda a él, todo me lo recuerda, me iré a no sé donde, manejaré hasta llegar a un lugar que me guste y donde pueda rehacer mi vida. No me extrañen, mandaré cartas seguido para que sepan de mi, diganle a Derek que le deseo lo mejor, diganle que me hubiera gustado ser la persona encargada de vivir una larga vida junto a él pero a mi vida ya había llegado alguien antes, alguien que no me dejará vivir con alguien más, no guardo ningún rencor por las decisiones que tomaron sin mi, al contrario lo agradezco.
Sin nada más que decir me despido, no me olviden.

Los quiere Leah.

Al terminar la carta la dejó en la mesa de centro de la sala y me voy, empiezo a manejar, paso muchos pueblos y en cada uno me bajo a ver lo que venden, por suerte tengo todo el dinero que he ganado en el hospital ahorrado y así podré estar unas semanas sin trabajar.

Conoceré a nuevas personas y tendré otro trabajo, seré más feliz y prodré iniciar una nueva vida