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Por fin he llegado a mi destino Querétaro, ya he comenzado a buscar algún departamento que pueda pagar y he encontrado uno, tiene un estilo entre formal y moderno, me agradó mucho y el precio no sería un problema, sin embargo estoy buscando más.

Llevó ya casi seis horas y no encuentro otro lugar donde vivir, cansada regreso al primero y pago la mitad del dinero al dueño. Después de que me de la hoja donde dice que he pagado me voy al hotel donde me estoy hospedando, subo a mi cuarto y me meto a la ducha, tardó seis canciones y salgo, me pongo mi pijama y me meto a la cama, hace frío así que pido una cobija extra en recepción y me la suben después de cinco minutos de espera. Ya con la cobija extra y las que ya tenía duermo muy calientita en mi cama, durante el sueño me olvidó de todo.

Al despertar me extrañó por el lugar, ya llevó dos días aquí y aun no me acostumbro a despertar en otro lugar que no sea mi casa.
Lo que haré el día de hoy será buscar un empleo, ayer mientras recorría las calles encontré unos cuantos hospitales cercanos de donde voy a vivir aproximamente así que me tomé la libertad de preguntar si solicitaban fisioterapeuta y en dos me dijeron que si, en otro, el más cercano, me respondieron que no pero que no sería mala idea que fuera a una entrevista. Y es lo que haré.

Me pongo un vestido negro con detalles en rojo, lo combino con un saco rojo, medias y zapatillas negras, agregó unos pendientes que me regaló Patrick. Mi maquillaje consiste en base de maquillaje en polvo, delineador, y labial rosa.

Bajo al restaurante del hotel y pido el desayuno que consiste en cóctel de frutas, hot cakes, huevos a la mexicana, café y jugó de naranja, en lo que espero saco mi celular y comienzo a leer lis mensajes de mis amigas, ciertamente no pensaba avisar a donde iba pero ellas ya lo saben, no soporte la idea de no hablar con ellas así que desde ayer que llegué al hotel entre a whatsapp y les conté lo que había hecho, pero tuve que dejarlas para salir a buscar una casa así que hasta ahora me pongo a responderles.

De Yare: ¿Cómo que te fuiste mendiga? ¡Sin avisar ni nada!

Para Yare: Sip, como lo lees, ya no quería seguir ahí así que me mudé, ven a visitarme.

De Yare: Algún día iré, no te libraras de mí muajaja (risa malvada)

No puedo evitar reír con ese último mensaje y cuando termino de reír el mesero ya está parado al lado mío con el desyuno.

-Aquí tiene señorita-dice mientras coloca los platos frente a mi

-Gracias

Comienzo a devorar todo lo que hay en los platos iniciando con las fruta picada luego los huevos y al final hot cakes con mantequilla y maple, el jugo lo tomó mientras como mi fruta y el café con las demás cosas.

Terminó de comer una hora después ya que mientras comía estaba texteando con mis amigas. Pago la cuenta al mesero que me atendió y me voy.

Salgo en busca del primer hospital por el que pase ayer y llego ahí en quince minutos, me canso porque traigo tacones y no estoy acostumbrada a eso, voy a la recepción y una mujer me dice que suba al cuarto piso, me lleva hasta los elevadores y me deja ahí esperando a que alguno de los seis elevadores que hay se abra frente a mi, llega uno que está a espaldas de mi y me subo, no sin antes saludar a un chico que ya estaba dentro.

El piso ya está presionado seguramente él lo eligió, esperen...están encendidos todos los pisos, así que es un chico malo que oprime todos los botones, no puedo evitar reirme frente a él, no puedo creer que haya hecho una travesura tan infantil, es como tocar un timbre y salir corriendo, sigo riendo sin parar y él me está observando. Me sonríe y yo le señaló con el dedo la causa de mi risa, él suelta una carcajada, se abre el elevador en el piso dos y se sube una señora, en ese instante dejamos de reír y nos ponemos serios, pero al ver que la señora va a seleccionar su piso y se da cuenta que todos están oprimidos nos voltea a ver y los dos comenzamos a reír, se detiene también en el piso tres y nadie sube yo me adelantó para poder bajar y él se pone detrás, se abren las puertas y bajo con el a mis espaldas.

-¡Parecen niños! ¡Y niños inmaduros!- grita la señora justo cuando las puertas se están cerrando.

Nos hechamos a reír de nuevo y veo que no se a donde voy así que volteo hacia donde esta él.

-Oye...¿sabes donde es el área de fisioterapia?

-Claro, voy para allá, ven-dice mientras extiende la mano hacia mi.

Camino hacia donde esta ignorando su brazo y el me toma por la cintura conduciendome hacia un lugar muy iluminado.

-Hola mi amor, ¿cómo estás? - dice él refiriéndose a la recepcionista del lugar.

-Bien Ian gracias, ¿y tu?-responde ella.

-También bien corazón, oye, acá te buscan-dice mientras hace un movimiento de cabeza en mi dirección-te la encargó.

-Te veo luego, espero seas mi paciente -me guiña un ojo y se va por una puerta que conduce al interior.

Le sonrio y la recepcionista lo capta así que enseguida borro la sonrisa de mi rostro.
Ella levanta una ceja en gesto de interrogación dándome pie a que hable.

-Estee...venía por informes para saber si solicitaban fisioterapeuta, traigo todos mis papeles y me gustaría una oportunidad, me acabo de mudar y me urge el trabajo.

-No estamos solicitando querida, pero déjame veo si puedo hacer algo, toma asiento.

Me siento en uno de los sillones de la sala de espera y ella se va por donde entró el chico del elevador.

Al cabo de unos minutos regresa con el chico del elevador.

-¡Quien lo diría! la chica de las risitas es fisioterapeuta, jamás lo hubiera  imaginado.

-pasa dice la recepcionista abriendo la puerta que conecta con el interior.

Al entrar doy un vistazo a todo y esta muy iluminado, los aparatos son fantásticos.

-Por aquí,pasa-dice él mientras me hace un ademán con la.mano para que entre a su oficina.

-Bien...comenzaremos con la entrevista-sonríe.

Mi vida...¿contigo? (PAUSADA HASTA NUEVO AVISO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora