「Heredero forzado」⎪ Traducciones Off

──CAPÍTULO O8

O8 ── Heir Apparent

https://archiveofourown.org/works/25010857

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「Los profesores Voldemort y Malfoy enseñan "Mercadotecnia de mortífagos 101". Harry considera saltar por la ventana más cercana.」

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Dado que la fecha exacta en que los Abades se convirtieron en mestizos no está disponible, los escribo como si fueran sangre pura en este momento (principios de la década de 1960). He hecho lo mismo con algunas otras familias de sangre pura, como verás.

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En el silencio que siguió a la declaración francamente ridícula de Harry, Morgane Malfoy asumió su papel de anfitriona, segunda al mando, estratega y propagandista. Era evidente que varios Mortífagos, mientras estaban impresionados hasta el punto de ser abrumados, también estaban profundamente perturbados por un mago de la Luz de la capacidad de Harry entre ellos, una amenaza para sus propias naturalezas, capaz de extinguir la magia Oscura dentro de ellos con solo un pensamiento. . Y detrás de eso había un miedo más insidioso... ¿Su Señor Oscuro los había abandonado a ellos ya su filosofía anti-Muggle? Con un hijo alineado con la Luz, ¿Voldemort aún defendía los derechos de las familias Oscuras para practicar su magia libremente?

Voldemort habría expresado su continuo apoyo hacia ellos, pero todavía estaba demasiado entusiasmado con la magia de Harry para hablar con eficacia. La paz que lo inundaba era como estar bajo una cascada fresca y brillante, y cualquier declaración que hiciera en esa condición carecería de su seriedad característica. La segunda consideración fue que obviamente estaba sesgado; cualquier cosa que dijera en apoyo de su propio hijo no se percibiría como una evaluación objetiva de la situación.

Así que Voldemort le dio a Morgane una sola mirada y ella entró en acción.

Mulciber, que se estaba poniendo de pie con dificultad, le dirigió a Harry una última mirada de adoración antes de disolverse entre la multitud. Una salida prudente, no sea que Voldemort decida aplastarlo como a un mosquito. De nuevo.

Morgane pasó junto a Mulciber en retirada para hacer una reverencia ante Voldemort y Harry. Sus ojos gris hielo brillaban con fervor, y Voldemort se dio cuenta de que ella no solo estaba fingiendo entusiasmo por él, sino que realmente lo estaba experimentando. Era extraño ver a Morgane tan conmovida; ella era generalmente el epítome del aplomo.

—Mi señor—. Dijo, lo suficientemente alto como para que todos lo escucharan. —Usted, de un solo golpe, aseguró nuestra victoria—.

Los susurros estallaron en todo el salón.

—Puedo ver por qué mantuviste a tu heredero en secreto. Si un mago de la Luz tan poderoso, no, un Señor de la Luz, hubiera sido enviado a Hogwarts, Dumbledore sin duda habría intentado robarlo. O, si eso falla, eliminarlo. Pero ahora...— Ella sonrió, una sonrisa feroz y lobuna diferente a cualquier otra que Voldemort hubiera visto en ella. —Ahora, es demasiado tarde. Ahora, tenemos un Albus Dumbledore propio. Un mago de la Luz en plena madurez, lo suficientemente fuerte como para luchar contra cualquiera de los mejores soldados de Dumbledore, o incluso contra el mismo Dumbledore, y salir victorioso—.

Los susurros se habían intensificado hasta convertirse en un clamor absoluto. La emoción vibraba en la multitud, e incluso los Mortífagos que desconfiaban de Harry estaban empezando a captar el fervor contagioso de Morgane.

—Pero nuestras ventajas no terminan ahí—. Morgane inspeccionó a los Mortífagos, atrapando cada par de ojos. —Con el heredero de nuestro señor de nuestro lado, no hay nada que nos impida reclutar familias de la Luz. ¿Y por qué no? ¿Por qué no debemos buscar simpatizantes de todas las ramas de la magia, para fortalecernos aún más? Dumbledore es demasiado tonto para tolerar a los aliados oscuros, y esa será su perdición. Se ha limitado a sí mismo a una fracción demasiado pequeña de la población mágica. Pero no estamos igualmente limitados. Pronto superaremos en número a nuestros enemigos, y el heredero de nuestro señor será nuestro grito de guerra, una fuente de nuevos aliados y de una vigorizante renovación de nuestra causa. Crezcamos bajo la guía profética de Lord Voldemort. No podemos equivocarnos—.